Capítulo 39

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He vuelto al convento a dar clases y no saben lo feliz que me hace volver al lugar donde todo empezó.

Quién diría que mi vida cambiaría al llegar aquí.

Les di la noticia a mis padres y mi hermana que me quedaría y volvería a dar clases al convento.

Ellos me apoyaron.

Estoy muy agradecida por tener su apoyo. Papá me pidió que nos cuidaramos los niños y yo. En especial yo por mi estado.

Le dije que no se preocupara que estaría bien, que Alejandro estaría pendiente de mí. Ya que desde que se enteró de mi embarazo no se ha despegado de mí.

Hoy es mi primer día de clases y estoy alistando la clase.

Estoy muy feliz.

Ya no estoy como la primera vez. Recuerdo que ese día estaba nerviosa. Pues no sabía cómo me recibirían los niños.

Gracias a Dios, me recibieron muy bien. Inmediatamente fui aceptada por ellos y nos llevamos muy bien. Esos niños se han ganado un lugar muy especial en mi corazón.

—Así que es cierto que vuelves al convento—dicen y volteo.
—¿Que haces aquí?—digo molesta.

<<Está mujer no puede dejarme en paz>>digo en mi mente.

—Solo quería cerciorarme que fuera verdad, que regresas al convento.
—Pues si, voy a regresar al convento y eso es algo que no debe de importar—le contesto seca.
—Ten tantito de dignidad y regresate con tus bastardos a México, Adrien ya no te va hacer caso, acepta que lo perdiste.
—Con mis hijos NO te metas—le digo furiosa. No le voy a permitir que hable así de mis angelitos—no te permito que los menciones y ellos NO son bastardos, tiene a su padre, AQUÍ la que debe de aceptar de una vez por todas que Adrien no le hará caso nunca más, esa eres tú y no empieces que si yo no hubiese aparecido él te haría caso porque eso es mentira si no era yo, alguien más lo hubiera enamorado y tú seguirías igual.
—Eres una maldi...
—¿Qué?, ¿Te dí donde más te dolía?, Pues es la verdad, yo a diferencia de ti, es que acepto que Adrien y yo no vamos a estar juntos porque él y yo no estamos destinados a estar juntos, en cambio tú, te la vives culpandome de porque Adrien no te hizo caso, él desde un principio fue muy claro contigo, te dijo que solo serían amigos con derechos, nunca te prometió algo más, tú solita te hiciste ilusiones, así que NO me culpes—le digo harta.

Estoy cansada de que me culpe de que Adrien no le hizo caso.

YO no tengo culpa de eso.

YO no tengo la culpa de que Adrien me haya preferido a mí. Que se haya enamorado de mí.

Ella debe de aceptar que en el amor no se manda.

Uno no puede obligar a que lo amen.

—No voy a descansar hasta verte sufrir, hasta verte derrotada, me vas a pagar el haberme quitado a Adrien, vas arrepentirte haberte cruzado en mi camino—me amenaza.
—No te tengo miedo Salomé, así que ahorrarte tus amenazas y si solo viniste a decirme cuanto me odias y lo feliz que estás porque Adrien y yo no estemos juntos, puedes irte, porque podrás estar feliz por eso, podrás estar feliz porque él y yo no estamos juntos, pero no olvide que tampoco está contigo y no estará nunca.

Salomé se va furiosa.

Suspiro.

Esta mujer es de armas tomar. No le tengo miedo, pero no voy a mentir que es peligrosa.

Más le vale no acercarse a mis hijos, porque entonces no respondo. Salomé no me conoce realmente enojada, cuando lo estoy, puedo ser más peligrosa que ella.

Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora