Capítulo 50

717 26 0
                                    

Estoy decidida a enfrentarlo de una vez por todas. No voy a permitir que me siga viendo la cara de estúpida.

Me armo de valor y voy a la empresa de Adrien, está vez me va a escuchar.

Tomo un taxi y le digo que me lleve a la empresa Fournier. Durante el camino mis lágrimas siguen bajando, no puedo creer que esto me esté pasando a mí.

Creí que todo estaría bien, que está vez volvería hacer feliz, como cuando recordaba, pero me dí cuenta que no.

Solo fuí una estúpida...

Llego a la empresa Fournier, le pago al taxi y bajo del auto.

Entro a la empresa.

Subo al piso donde está Adrien.

—Leti, que milagro verte por aquí—me dice Solet.

Yo la ignoro y entro sin tocar a la oficina de Adrien.

—Amor—sonríe—¿A qué debo tu visita?—me pregunta sonriendo.

Le arrojo las fotos en la cara.

—¡Eres un maldito mentiroso!—le grito furiosa—¿Creíste que nunca me daría cuenta?, Pues te equivocaste, intentaste matarme, pero no te resultó, así que ahora finges ser el esposo bueno, ¡Cínico!—lo miro con furia. No puedo cree que me haya hecho esto.
—Puedo explicarlo...yo...
—Ahórrate tus explicaciones, porque yo no pienso escucharte más, yo me voy con los niños, me los llevo a vivir con mis padres.
—No, no te vas a llevar a mis hijos, déjame explicarte, por favor—me suplica.

En estos momentos lo que menos quiero es escucharlo.

Es un mentiroso, me mintió y yo como una estúpida le creí.

—Amor, escúchame por favor, todo tiene una explicación—me sigue suplicando.
—No quiero escuchar más tus mentiras, lo nuestro acaba aquí, creí en ti, creí que realmente me amabas, pero no, lo único que querías era deshacerte de mí, para quedarte con mis hijos y quedarte con tu amante—le digo con lágrimas en los ojos.
—Eso no es verdad, jamás haría algo así, yo te amo, déjame explicarte—me mira suplicante.

Me quito el anillo y se lo arrojo.

—Lo nuestro se acaba aquí y ahora—le digo seria y me limpio las lágrimas.

Salgo de la oficina, lo dejo con la palabra en la boca.

—Leti, ¿Que pasó?—me pregunta preocupada Solet.
—Ahora no quiero hablar de eso—le contesto y subo al asensor.
—¡Leticia!—me grita Adrien.

Yo lo ignoro y la puerta se cierra.

No pienso perdonarlo nunca más, está vez me ha perdido y para siempre.

Salgo de la empresa, triste y derrotada, mi vida se ha ido al infierno. Todo mi mundo y mis sueños se ha derrumbado. Me siento tan mal, tan miserable, no puedo creer que el hombre que juraba amarme e incluso juró enamorarme de nuevo, me haya hecho esto.

Pero lo que si sé, es que será la última vez, me regreso con mis padres y seguiré mi vida con mis hijos. Ahora ellos son lo más importante.

Camino por el parque, veo parejas felices con sus hijos. Una sonrisa triste se forma en mi rostro, pues yo ya no podré tener eso. 

Todo se ha ido al diablo, el hombre que amo, intentó asesinarme y quitarme a mis hijos para irse con su amante. Eso es algo que no puedo creer.

Pero ya no hay marcha atrás...

Me siento en una banca, mi teléfono suena y suena, es Adrien, pero no pienso contestar, ya no hay nada de que hablar, todo ha quedado en claro.

—¿Leticia?

Volteo a ver.

Es Alejandro, me levanto y lo abrazo.

Me hecho a llorar en sus hombros.

—¿Qué pasa?, ¿Por qué lloras?—me pregunta preocupado.
—Fuí una idiota, una estúpida—le contesto llorando.

Es lo único que le puedo decir.

—¿Qué pasa?, No me asustes—me toma de las mejillas y me mira preocupado.
—Adrien me mintió, me hizo creer que me amaba, él fue el causante de mi accidente, él intento asesinarme para quedarse con mis hijos e irse con su amante—le contesto aún llorando.
—¿Pero como?, Explícame que no te entiendo.

Nos sentamos en la banca y me trato de calmar.

Todo ha sido muy difícil para mí, no es fácil saber que el hombre del que te enamoraste, te haya mentido de esa manera.

Le cuento todo lo que pasó, de como me enteré que Adrien me había mentido. He sido un estúpida al creer en él, jamás me imaginé que él me haría algo así y eso es algo que no me perdono.

—Leti tranquila, la verdad yo no creo que Adrien se atreviera hacer algo así, él te ama—me dice y me trata de calmar.
—No lo defiendas Alejandro, Adrien es un mentiroso y no lo pienso perdonar, me ha perdido y está vez para siempre—me limpio las lágrimas.

No vale llorar por alguien que no vale la pena.

—¿Ya estás mejor?—me pregunta.
—Si, gracias, gracias por escucharme—sonrío triste.
—No hay nada que agradecer, somos amigos y aquí estoy para ayudarte—sonríe y toma mi mejilla—no quiero volver a verte llorar y menos por alguien que no vale la pena, Adrien no merece tus lágrimas, por cierto, ¿Quién te dijo todo eso?—me pregunta con curiosidad.
—Un hombre, dice que era amigo de la familia, yo no lo reconocí, pero sé que dijo la verdad cuando me mostró las fotos, Adrien estaba sonriendo con una mujer, se le veía feliz—le contesto triste.

Al recordar las fotos, mi corazón se vuelve a romper.

—Lo lamento—me abraza.
—No me dejas explicarte y rápido corres a los brazos de este estúpido—dice Adrien molesto.

Volteamos a ver.

—Tú eres el menos indicado para molestarte, Alejandro solo me está apoyando como buen amigo que es y no tengo porque escucharte cuando esas malditas fotos hablan por si solas, olvídate de mí y déjame en paz, vete con tu amante—le contesto molesta.

No puedo creer que sea tan cínico de reclamarme, cuando ya no tiene ningún derecho. Él y yo ya no somos nada.

—Leticia por favor, déjame explicarte, esas fotos no son lo que crees—me suplica.
—Ahórrate tus explicaciones, porque no quiero escucharte, lo nuestro se terminó, ojalá nunca te hubiera conocido—lo miro con odio.

Estoy molesta con él y conmigo.

Puedo notar tristeza al escuchar mis palabras, pero no le creo nada, esas fotos lo dicen todo, él quería deshacerse de mí.

—Espero que cuando te des cuenta, no sea demasiado tarde—me dice con un nudo en la garganta y se va.

Yo lo veo irse y lágrimas caen de mis ojos, quisiera detenerlo y decirle que no es verdad lo que digo. Que lo amo y que quiero estar con él, pero no puedo, él me mintió.

—¿Estás bien?—me pregunta Alejandro.
—No, no lo estoy, lo amo, lo amo como no tienes idea, pero lo que me hizo no puedo perdonarlo—lo abrazo y me echo a llorar.

Alejandro me abraza y me consuela.

Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora