Capítulo 45

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LETICIA

¿Novio y padre de mis hijos?

No lo puedo creer. Ni siquiera conozco a esta gente y este hombre me dice que es mi novio y padre de mis hijos.

Definitivamente estoy en shock.

Aunque...no voy a negar que es guapísimo, tiene unos hermoso ojos cafés y su mirada, oh por Dios, volvería loca a cualquiera.

<<Por Dios, controlate>>me digo en mi mente.

No sé que me está pasando, pero definitivamente este hombre me ha dejado cautivada, aunque no sé, no me da buena espina.

Tal vez solo este mintiendo que yo estoy casada con él y que tenemos hijos.

—¿Mi...mi novio?—le pregunto aún sorprendida.
—Si mi amor, yo soy tu novio,  tenemos tres hijos Adrián, Adriana y Adriel, este último tiene un año, ¿Lo recuerdas?—me pregunta y me toma de la mano.

Siento una corriente eléctrica.

Niego con la cabeza. No conozco a esos niños y no estoy segura de ser su madre. Ni siquiera estoy segura de ser su "novia" como él dice.

Definitivamente no recuerdo nada, ni siquiera como me llamo.

—Lo siento, pero no recuerdo nada, ni siquiera recuerdo cómo me llamo—suelto su mano.
—Mi amor, trata de recordar, recuérdame, recuerda a nuestros hijos, tú te llamas Leticia, has el intento de recordar—me suplica.

Lo hago, pero lo que hago que me pase es un dolor en la cabeza. No puedo recordar nada, por más que lo intento, no puedo.

—Señor Fournier, no haga que ella se esfuerce, solo la está lastimando—le dice el doctor.
—No—contesta serio—ella tiene que recordarme, mi amor por favor has el intento—me suplica.
—No...no puedo—le contesto—me duele la cabeza—me quejo. El dolor es tan intenso.
—Mi amor, por favor has el intento—vuelve a tomar mi mano con desesperación.

Yo no puedo recordar. Por más que lo intento no puedo.

—No...no puedo—me quejo por el dolor de cabeza.
—Adrien basta—dice uno de los chicos molesto—la estás lastimando.
—Solo quiero que ella recuerde, que me recuerde y que recuerde a nuestros hijos—le contesta.
—Lo sé, yo también quiero que recuerde, pero esa no es la mejor manera—le contesta más tranquilo.
—Alejandro tiene razón hijo, no debes presionarla—le dice el señor, el cual deduzco que es su padre.
—Está bien—contesta y sale.
—Adrien, espera—le dice otro chico y sale detrás de él.
—Bueno, ella necesita descansar, la tendremos en observación—les dice el doctor.

Ellos asienten.

—Estaremos afuera cariño—me dice la señora que dice que es mi madre.

Sonrío. No sé por qué, pero ella me da mucha seguridad y confianza.

—Ok, mamá—le contesto sonriendo. El dolor ya está pasando.

Todos se despiden de mí.

Yo me quedo pensando en todo lo que pasó. No recuerdo nada. No recuerdo a estás personas y sobretodo a este hombre que dice que soy su novia y madre de sus hijos.

—Voy a revisarte Leticia—me dice el doctor. Yo asiento y este me revisa.
—Doctor, ¿Por qué no puedo recordar a mi familia?—le pregunto.
—Sufres de amanecía temporal, poco a poco irás recordando, solo no te presiones mucho—me contesta.
—Esta bien—suspiro.
—Bien, terminé, todo está bien, ahora te dejaré descansar.

Sonríe.

Veo en mi mano un anillo de compromiso.

—¿Qué es esto?—pregunto curiosa.
—Es un anillo de compromiso, el joven que intentó hacerte recordar, es tu prometido, ¿No lo recuerdas?—me pregunta.

Niego con la cabeza.

—No puedo recordar nada—le contesto triste.

Una parte de mí, se siente mal por no recordar.

<<Cómo desearía poder recordarlos>>digo en mi mente.

ADRIEN

Salgo de la habitación de Leticia. No puedo creer que no me reconozca, me duele saber que soy un completo desconocido para ella.

—Adrien—me dice mi hermano y volteo.
—No soporto saber que no me reconoce—le digo con un nudo en la garganta. Él me abraza.
—Lo sé, lo lamento, pero estoy seguro que pronto volverá a recordar—me dice seguro.
—Eso espero, tengo miedo que no me vuelva a recordar—digo triste. Me aterra imaginar que ya nunca vuelva a recordarme.
—Eso no pasará, ella va a recordarte a ti y a los niños, tenlo por seguro.

La puerta se abre y salen todos.

—¿Estás bien hijo?—me pregunta mi madre preocupada.
—Si mamá, estoy bien—le contesto y sonrío un poco triste.
—Mi vida, ella va recordarte, solo dale tiempo—toma mi rostro y me da un beso en mi frente.
—Gracias mamá—sonrío.
—Espero que sea la última vez que haces que Leticia se ponga así Adrien—me advierte el estúpido de Alejandro. ¿Que se está creyendo?, No tiene derecho de hablarme así.
—Tú a mí no me adviertes nada imbécil—le contesto molesto.
—No me provoques Fournier—me advierte.
—No te tengo miedo—le contesto furioso.
—Adrien, Alejandro, basta, aquí no van a pelear, ahora no, no olviden que Leticia nos necesita más que nunca—nos dice mi tío.
—Tiene razón padre, no voy a pelear y menos ahora que Leticia nos necesita—le contesta Alejandro a mi tío sin dejar de mirarme.

Idiota, no sé que hace aquí. No soporto verlo cerca de Leticia. Sé perfectamente que está enamorado de ella. Pero pierde su tiempo, ella es mía. Su corazón me pertenece y no dejaré que se aproveche de esto para que ella se enamore de él.

Primero muerto antes que eso suceda.

Voy a enamorar de nuevo a mi mujer, eso lo puedo jurar. Ahora lo más importante es que se recupere y vuelva con nosotros.

Suena mi teléfono y contesto.

—Bueno.
—Adrien, mi niño—me dice Anne-Marie.
—Hola nana, ¿Que paso?—le pregunto.
—Los niños quieren ver a su madre—me dice.
—Podrías traerlos más de rato, ella acaba de despertar y quiero que los vea—le contesto.

Esta será una buena idea, así ella al verlos volverá a recordar. De eso estoy seguro.

—Si mi niño, no te preocupes, yo los llevo—me contesto nana.

Me despido de ella.

—¿Quién era?—me pregunta mi hermano.
—Era nana, los niños quieren ver a su madre y le dije que los trajera, tal vez eso le ayude a recordar—le contesto seguro.
—Si, estoy seguro que si y si no sucede, dale tiempo, ayudala a recordar, pero sin presionarla, enamorala de nuevo—me dice mi hermano.

Tiene razón.

Eso es lo que haré, voy ayudar a mi mujer a recordar, que me recuerde a mí y que recuerde a nuestros hijos.

Voy a conquistarla de nuevo.

Voy hacer que se enamore de mí...

Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora