Capítulo 41

883 29 0
                                    

Después de lo que pasó. Adrien y yo no hemos vuelto hablar.

Nos hemos mantenido distantes, solo nos hablamos cuando es necesario. Pero eso sí tratamos de llevarnos bien por los niños.

Yo sigo dando clases en el convento. Me siento muy bien estar aquí.

Alejandro entendió que lo nuestro solo será una linda amistad y estoy agradecida con él porque lo haya entendido. No quiero perder su amistad, yo estoy muy agradecida con él por su apoyo y por estar en estos momentos que más lo necesito.

Termino de revisar los trabajos que les dejé a los niños.

—Leticia—me dice una madre.
—Dígame—la miro.
—Le llegó esto—me da un sobre.
—Gracias—tomo el sobre.

La madre sale.

Abro el sobre y hay una carta.

La leo.

¿Creíste que te ibas a deshacer?, Estás muy equivocada. Me voy a encargar de ti y de el imbécil de Adrien. Van a pagar el a verme metido a esa maldita prisión.
Pero sobretodo la que más va ha sufrir vas hacer tú, vas a pagar con lágrimas de sangre el haberme cambiado por ese idiota.
Cuídate las maldita espalda, porque cuando menos te lo esperes vas a saber de mí.
Si no eres mía, no eres de NADIE.
Te lo juro Leticia, voy hacer tu vida miserable.

No puedo creer lo que estoy leyendo...

Es...

Es Lucas...

El maldito salió de la prisión.

¿Pero cómo?

¿Cómo ha salido de la prisión?

Inmediatamente el pánico me invade. Mis hijos corren peligro y tengo que protegerlos de él.

Adrien también corre peligro. Lucas le puede hacer daño y eso no lo puedo permitir, el amor de mi vida corre peligro por mi culpa.

Me tengo que ir...

Tengo que volver a México, antes de que surja  una tragedia.

Salgo lo más rápido que puedo.

—¿Estás bien Leticia?—me pregunta el padre Aurelio.
—Me tengo que ir a México—le contesto y salgo lo más rápido que puedo.

Subo al auto.

Llamo a Adrien, pero me manda al buzón.

—¡Demonios!—maldigo—contesta Adrien—digo sola.

Trato de controlarme.

Pero no puedo, tengo miedo que Lucas intente lastimar a mis niños o a Adrien.

Suena mi teléfono.

Contesto y lo pongo en altavoz.

—Hola Leticia, ¿Te llegó mi mensaje?—me pregunta Lucas.
—Infeliz—digo molesta—no te atrevas a tocar a mis hijos o a Adrien.
—Eso hubieras pensando antes de haberme dejado e ido con ese idiota—me dice furioso.
—Tú me mentiste, estabas casado—le contesto igual de molesta.

Cómo va a creer que yo iba aceptarlo después de que me mintió. Yo creí ciegamente en él y miren como me pagó.

Obvio que no lo iba a perdonar.

—Ella me dejó, podíamos volver.
—Por favor Lucas, no seas cínico, no podía volver contigo, no después de lo que me hiciste y no solo a mí, también a tu esposa, acepta de una maldita vez que me perdiste, sé hombre por una maldita vez y acepta tus errores, déjame en paz y deja a mis hijos fuera de esto, ellos no tiene la culpa de lo que hiciste, no olvides que ellos te adoran, apesar de lo que nos hiciste, ellos te adoran.
—Vas a sufrir, quieras o no, prepárate—me cuelga.

Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora