Capítulo 5

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—¿Esta bien?—me pregunta un chico al verme despertar asustada.
—Si, estoy bien, gracias—sonrío amable.

Por Dios, no puedo creer que haya tenido ese sueño. No otra vez y encima en ese sueño Adrien me haya dicho que me ama. Fue tan real.

Una sonrisa se forma en mi rostro al recordar el sueño. Fue tan lindo la forma en que nos miramos, con tan solo la mirada nos dijimos que nos amamos.

Pero soy consciente de que lo nuestro ya pasó. Nuestra historia de amor, ya ha llegado a su final y lo único que nos quedan son los hermosos recuerdos. Los recuerdos de cuando nos amamos e intentamos ser felices. Ahora lo único que queda es disfrutar a nuestros hijos y verlos felices. Ellos son la muestra del amor que nos tuvimos, serán un hermoso recuerdo de nuestro amor.

Veo a mis niños y aún están dormidos. Sonrío al verlos dormir. Veo por la ventanilla y veo que ya estamos a punto de llegar. Se pueden ver las luces de la ciudad.

<<Aquí estamos>>digo en mi mente.

Minutos después hemos aterrizando.

—Mis amores, despierten, ya llegamos—los empiezo a despertar. Ellos se empiezan a despertar, se tallan sus ojitos.
—¿Ya llegamos?—me pregunta mi príncipe.
—Si mi vida, ya llegamos—les contesto y nos levantamos para bajar del avión.

Bajamos y vamos por nuestras maletas. Por fin estamos aquí. Listos para ver a su padre, los nervios solo nada más de pensarlo vienen a mí y más por el sueño que he tenido.

No puedo cree que haya soñado que él y yo hacíamos el amor. Definitivamente estoy loca, igual no le haré caso a ese sueño. Debo mantener la compostura, estoy aquí para que mis hijos convivan con su padre.

<<¿Estás segura?>>me pregunta mi subconsciente.

Por supuesto que sí, no vengo por otra cosa. Lo único que quiero es que mis niños conozcan a su padre y este los conozca a ellos.

Caminamos por el aeropuerto y vamos a nuestro hotel que reservé. Esta cerca de la empresa Fournier.

Subimos al taxi y vamos a nuestro hotel. Los niños van cantando una canción. Están felices y eso me pone feliz a mí. Sonrío al verlos. Lo único que quiero es que ellos sean felices y sepan que tiene a su padre en su vida.

Estoy realmente arrepentida por haberlos alejado tres años de él. Ahora quiero que todo sea diferente, que él esté en sus vidas. Que sepan mis niños que tiene papá y que el hecho que no estemos juntos quiere decir que no los amamos. Quiero llevarme bien con Adrien, quedar como amigos y apoyar a nuestros hijos, los cuales nos necesitaran unidos más que nunca.

Sé que la noticia tomará por sorpresa a Adrien. Pero espero en Dios, que él acepte a mis niños, porque si no es así, juro que no lo volveré a buscar y no dejaré que se acerque a los niños. No se lo perdonaría.

Pero quiero pensar positivo y pensar que él los aceptará. Que convivirá con ellos y estará en sus vidas.

—Mami—me dice mi princesa.
—Dime princesa—la miro y sonrío.
—¿Veremos a papi, hoy?—me pregunta.
—No mi vida, hoy no, mañana lo vamos a ver—le contesto.

Mi niña asiente.

Llegamos al hotel.

Digo en recepción que tengo una habitación reservada. Me dan las llaves y el botones nos ayuda con las maletas. Entramos y no pienso creer, es hermosa la habitación, tiene una hermosa vista y desde aquí se puede ver la empresa Fournier.

—Woooow, es muy hermosa—dicen mis niños observando la habitación asombrados.
—Si mis amores, ahora hay que acomodar nuestras cosas—les digo.

Dulce Tentación De Vuelta a Mi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora