Royal Academy

Capítulo 4.

VIOLETTA

Era un poco más tarde de las once y seguíamos en la habitación de Thiago menos Mica y Mario. Tenía que encontrar un momento para hablar a solas con Mario, pero él hacía todo lo posible para evitarme.

-Nosotras ya nos vamos a dormir -Roxy se levantó- ¿Vienes Violetta?

-Ir yendo, quiero hablar un momento con Thiago -miré a mis amiga- A solas.

Los demás me miraron incrédulos, pero no me rechistaron y salieron de la habitación.

-¿A que ha venido eso? -miré a Thiago.

-Quería hablar a solas contigo.

-Ahora somos un equipo Violetta, no nos podemos ocultar cosas...

-Thiago no seas hipócrita, tú sabes de primera mano que no estamos siendo sinceros los unos con los otros -me tensé.

-¡Te lo dije el primer día! -me agarro de los dos brazos- Céntrate en el presente y deja el pasado.

-Pensaba que me ibas a apoyar incondicionalmente, pasase lo que pasase -le quité sus manos de mis brazos.

-Violetta, no quiero que eches a perder todo lo que hemos conseguido este verano.

-No estoy echando a perder nada -le miré antes de salir.

Al llegar a las escaleras me encontré con Hadeon, ¿este era su sitio?

-No estoy de humor.

-Rubia, creo que necesitas un poco de mis encantos -me reí por su alta autoestima.

-No te necesito.

-Eso dijiste el año pasado y no te duró mucho -cruzó sus brazos.

-Hadeon -me acerqué- No vuelvas a ofrecerme nada.

No le di tiempo a responderme ya que bajé lo más rápido al piso de las chicas. Cuando entré en nuestra habitación estaban todas ya dormidas, me cambié sin hacer ruido y en pocos minutos me atrapó el sueño.

SILVA

Miré el reloj de la mesilla de Woodzy, suspiré al ver que era poco más de las cuatro de la madrugada. Me levanté con mucho cuidado para cambiarme y ponerme el uniforme, al salir de la habitación me aseguré de que no hubiera nadie merodeando en el pasillo. Bajé a la habitación de las chicas, entré sin hacer el mínimo ruido, me acerqué a la cama de Lea.

-Lea, despierta -susurré en su oído mientras la movía un poco el brazo.

-Mmhh...

-Lea, necesito que te despiertes -la seguí moviendo hasta que abrió completamente los ojos.

-¿Silva? -se limpió los ojos para asegurarse de que era yo.

-Levántate.

-¿Qué hora es? ¿Me he quedado dormida? ¿Me he saltado alguna clase? -la tapé la boca porque iba a despertar a las demás.

-No me hagas perder el tiempo, cámbiate que necesito que me acompañes a un sitio -la miré seriamente.

Al mirarme se dio cuenta que no estaba bromeando, se levantó para ponerse el uniforme. La agarré de la mano y salimos de la habitación, la llevé hasta el hall principal.

-Quédate aquí, quieta y sin hablar -susurré- Necesito que vigiles.

Entré en el despacho de mi padre con la copia de llaves que le hice a las de mi padre, abrí el cajón de su escritorio para coger la llave que abría el armario donde guardaba mis medicamentos.