Capítulo 46.

294 28 2
                                    


MATTHEUS

Dejé que pasaran varios segundos para seguir a Violetta. Lo había visto todo. Abrí la puerta de los baños de las chicas para encontrarme a Violetta limpiándose la cara mirándose al espejo.

-Quiero estar sola -suspiró.

-No voy a preguntarte que si estás bien -cerré la puerta para apoyarme en ella- ¿Puedo hacer algo para que estés mejor?

-No te separes de mí en todo lo que queda de fiesta -tiró el papel- Voy a emborracharme y bailar hasta que nos echen.

-Me parece bien -sonreí.

Cumplió su cometido. Se centró en bailar y beber copa tras copa. En ningún momento me separé de ella ni la dejé que se descontrolara. Las horas se pasaron bastante rápido. Miré mi reloj cuando la música se apagó y las luces del salón se encendieron, eran pasadas las seis de la mañana.

-Es hora de regresar -le quité la copa de la mano para dejarla en la mesa más cercana.

-Me lo he pasado de puta madre -dijo entre risas.

-¿Necesitas ir al baño antes de entrar en el coche? -agarré su brazo al ver que se tambaleaba.

-Mat, no eres mi padre -reprochó- Estoy perfecta.

La llevé hasta la salida del hotel, hice que se sentara mientras pedía un coche. Los demás se habían ido antes.

-¿Qué te parece si nos vamos de fiesta? -me agarró del pantalón para intentar levantarse.

-Ya has tenido suficiente fiesta por hoy -intenté no reírme- Nos vamos directos a dormir.

-¡Quiero fiesta!

Varios que también estaban esperando a que un coche les recogiera la animaron.

-No -me senté a su lado.

-Mat, eres un aburrido -hizo un puchero.

No la contesté, hice que se recargara en mi hombro para que descansara. El coche tardó en llegar, tuve que despertarla y ayudarla a entrar. En el camino volvió a dormirse. No quise despertarla cuando vi que estábamos llegando por lo que la cargué en mis brazos hasta su habitación. Cuando entré Lea estaba cambiándose, aparté la mirada totalmente avergonzado.

-No he visto nada -aclaré.

-A la próxima vez llama antes de entrar -dijo avergonzada- Puedes mirar -suspiró.

Me giré para ver como ya tenía puesto su pijama. Pedí perdón con mi mirada y me ayudó a dejar a Violetta en la cama.

-Mañana va a tener un resacón que se le van a quitar las ganas de salir de fiesta -sonreí al ver como dormía plácidamente- ¿La vas a cambiar?

-Debería pero no quiero despertarla -la arropó con las sábanas.

-Mejor -suspiré.

-Lo ha vuelto a hacer.

-¿Perdón? -la miré.

-Mario -arrastró su nombre.

-Están mejor separados -aclaré.

-Me duele verla así, bueno, a los dos.

-Separados o juntos siempre son explosivos, no tienen un punto medio.

-Ojalá que lo encuentren -me miró.

No dije nada más, me despedí con la mano para salir sin hacer mucho ruido. Fui a mi habitación arrastrando los pies, necesitaba dormir por lo menos más de seis horas seguidas. Al llegar a mi puerta me di cuenta de que estaba entreabierta, conté hasta tres para abrirla y enfrentarme al que estuviera adentro.

Royal AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora