Royal Academy

Capítulo 48.

THIAGO

El árbitro pitó para dar por finalizada la prueba. Sonreí al ver como Cooper corría a por sus cosas al banquillo para entrar de los primeros al vestuario. Decidí esperarle donde estaba mientras jugaba con mi móvil.

-¡Thiago!

Levanté la mirada para encontrarme a uno de los compañeros de Cooper enfrente de mí.

-Hola -saludé tímido.

-No sabía que te gustaba el fútbol -se sentó a mi lado.

-Bueno, no considero que me disguste, pero tampoco soy un aficionado -sonreí.

-¿Y porque estás aquí? -preguntó curioso.

-He venido a apoyar a Cooper -me encogí de hombros.

-Es uno de los mejores del equipo -sonrió- Tiene un gran futuro por delante.

-Lo tendrá -aseguré- ¿Tú no quieres dedicarte profesionalmente a eso? -señalé la pelota que tenía en sus manos- Te he visto, eres bueno.

-Soy bueno pero no destaco como Cooper -suspiró- Además que no me veo dedicándome toda la vida a esto -alzó la pelota- Es más un hobbie que otra cosa.

-Eso también está bien -no sabía que más responderle.

-Debería ir a los vestuarios y darme una ducha -se levantó- Apesto -reímos los dos- ¿Puedo decirte algo? -me miró por encima del hombro.

-Claro -me levanté para estar a la misma altura.

-Cooper y yo nos conocemos desde que teníamos cinco años, nos conocimos exactamente jugando al futbol. Siempre tuve claro que él se lo tomaría enserio y lucharía todo lo posible para llegar donde está ahora -sonrió por poco tiempo- Antes de que finalice el curso firmará para estar en un equipo de más nivel, otra liga.

-Me lo dijo -metí mis manos en los bolsillos de mi sudadera.

-Sé que estáis teniendo citas...

-Creo que sé por dónde va esto -le interrumpí- Él ya me lo ha dejado claro.

-Le conozco -tiró la pelota al suelo para dejarla de bajo de su pie- Intenta que no se aferre mucho a ti -chutó la pelota al campo- No dejes que todo su esfuerzo sea en vano por lo que sea que tenéis.

Ni si quiera me dejó contestarle, se fue sin querer escuchar mi respuesta. Me senté de mala gana, toda mi buena energía que tenía concentrada para hoy ya no estaba. Saqué el móvil para ver si me había mandado algún mensaje, pero la bandeja de notificaciones estaba vacía.

-Ya estoy listo -Cooper se sentó a mi lado.

-Hueles bien -su champú a menta olía muy bien.

-¿Estás diciéndome indirectamente que antes olía mal? -me picó.

-No -reí- ¿Estás muy cansado?

-No -sonrió dejando su bolsa de deporte en el suelo- Aún queda un rato para que el comedor abra. ¿Qué quieres hacer mientras?

-Lo que quieras.

-¿Estás bien? -me miró curioso- Cuando he entrado al vestuario estabas más contento que ahora.

-Un amigo tuyo ha hablado conmigo -suspiré.

-¿Quién?

-No me sé su nombre -me crucé de brazos- Me ha dicho que os conocisteis a los cinco años jugando al fútbol.

-Brayden -asintió- ¿De que habéis hablado?

-Iré al grano Cooper -me sentí mal por tratarle así- Me ha dicho que no deje que desperdicies todo tu futuro por lo que tenemos.