Capítulo 7.

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THIAGO

Mañana era la fiesta, todo estaba perfectamente preparado para dar la bienvenida a los patrocinadores que aportaban una gran suma de dinero al colegio, es decir, todos los padres de los alumnos. No había hablado con mis padres desde que empezamos el curso, mi madre apenas salía de la cama para ir a la cocina o al baño, por otro lado, mi padre no se separaba ni un minuto de sus negocios, asumían el dolor de distinta manera.

-¡Thiago! -gritó Roxy- ¡Necesito que coloques esas cortinas que están torcidas!

Miré toda la decoración, estaba todo perfecto a mis ojos.

-¿A qué esperas? -asentí para no enfadarla.

Todos estaban enfrascados en sus tareas para salir cuanto antes, de nuestro grupo solo nos encontrábamos cinco.

-Creo que ya está todo perfecto -Hadeon se sentó en una de las sillas.

-¡Quítate de ahí ahora mismo! -Roxy empujó a Hadeon para que se levantara.

-¡Estoy cansado!

-¡Todos! -recalcó Lea.

-¿Podemos irnos ya? -Silva le entregó las llaves.

-Podéis iros...

Todos salimos disparados para que no cambiara de opinión. Entramos en el comedor para comer, no había mucha gente sentada.

-El menú de hoy es una mierda -Woodzy me rodeó el cuello con su brazo.

-Toca arroz con verduras, creía que a los asiáticos os chiflaba -le di un codazo para que me soltara.

-Desde que estoy en Islandia me siento menos coreano.

Nos sentamos en la mesa de siempre los dos.

-Eso no es una respuesta muy convincente.

-Mi cuerpo me pide que ingiera algo más que proteínas -me quitó la cuchara para coger de mi arroz.

-Adelante -me sonrió con la boca llena de arroz.

-¿Por qué Woodzy está comiendo como si no hubiera un mañana? -Violetta se sentó en frente nuestra.

-¡Tengo mucha hambre! -se quejó.

-Hoy la comida no es que sea muy prometedora -Mat se sentó al lado de Violetta- Tengo algunos snacks rusos Woodzy, pásate luego por mi habitación y te doy unos cuantos.

-¿Harías eso por mí? -le miró con ojos de cachorro.

Mat sonrió por su comportamiento y asintiendo a su respuesta.

-Eso me ha llegado al corazón -Woodzy le cogió de las manos a Mat- Desde este mismo momento nos declaro mejores amigos.

-¡Eh! -protestamos a la vez Violetta y yo.

-Vosotros ya no me queréis.

-¿De dónde has sacado eso? -Violetta se puso seria.

-No me regaláis comida como lo hace mi querido Mat.

Violetta y yo nos dimos nuestra mirada para hacerle un pequeño show.

-¿Ahora que hacemos Vio? -resoplé- Nuestro regalo ha sido pisoteado.

-¿Qué regalo? -Woodzy dejó de comer de mi arroz- ¿Por qué ha sido pisoteado?

-Teníamos una sorpresa para nuestro mejor amigo, pero ya no lo es -Violetta actuó como si la hubiesen roto el corazón.

-Es una pena -actué de la misma forma que ella.

-¡Sois mis mejores amigos! -se levantó de la mesa para señalarnos con la cuchara.

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