MICA
Empezar el último curso en un lugar diferente no es lo que me esperaba. Había soñado acabar y graduarme con mis amigos, que mi hermano me acompañara al baile de otoño e ir a la universidad que está apenas 100 kilómetros de mi casa y así visitar a mi familia todos los fin de semanas. Pero este sueño no se podía cumplir, este último año ha sido complicado en muchos aspectos, mi familia ha tenido muchos problemas con el tema de adopción de mi hermano y mía. Mi hermano decidió dejar su último año para trabajar con mi padre, pero sabía que la razón por la cual mi hermano no iba al colegio estaba relacionada con nuestro traslado a la institución Royal Academy.
La música era lo único que se escuchaba en el coche, mi padre estaba atento a la carretera, mi madre no paraba de mirar el móvil y mi hermano estaba mirando por la ventana mientras escuchaba su música. Le quité un casco para que me prestara atención, pero lo único que hizo fue quitármelo de mala gana y volver a colocárselo. Necesitaba estar distraída en este viaje, todo mi verano me lo he pasado fuera de casa para intentar olvidar mi traslado, no sirvió de nada hasta ayer que estaba haciendo las maletas. Podría sonar un poco egoísta de mi parte por no pensar que este cambio era bueno para mi familia, solo es que no me gustan los cambios tan drásticos. Cuando nos adoptaron a Mario y a mí fue muy difícil, no hablábamos muy bien el inglés y no estábamos acostumbrados a un clima frío. En Turquía era todo lo contrario, y muchas veces cuando recordaba el orfanato donde pasamos toda nuestra infancia y mitad de nuestra adolescencia me hacia querer volver aún sabiendo todo lo que sufrimos.
-Cielo siéntate bien, queda muy poco para llegar –miro al frente y veo a mi madre sonriéndome por el retrovisor.
En lo que llevamos de viaje solo veo campo verde y carretera, ahora todo lo que veo es una carretera de un solo carril y al fondo apenas se ve un edifico marrón enorme. Mi hermano y yo nos miramos, se que el está encantado de la idea del internado.
-No hay ningún coche -Mario mira por detrás para confirmar su sospecha.
-Las clases comenzaron ayer, pero no oficialmente, así que no os preocupéis -mi padre nos mira sonriéndonos.
Entramos poco a poco y lo único que veo es el edificio marrón, el cual parece muy viejo y descuidado. Hay cosas que no me encajan, al hacer la matricula ponían las actividades que teníamos que hacer durante el curso y no se ve ni si quiera una pista para jugar al tenis.
-Espero que por dentro sea más moderno -mis padres se sonríen.
-No juzgues Mica, te prometo que cuando acabe el curso no querrás irte -mi madre me da la mano y me acaricia, intento sonreír pero lo más parecido que me sale es una mueca.
Mi padre aparca el coche y no tardan mucho en bajar, suspiro despacio, veo que mi hermano ya ha sacado mi maleta del maletero. Bajo y llego hasta donde se encuentra Mario, los dos nos damos nuestra mirada y empezamos a seguir a nuestros padres hasta la entrada del edificio donde se encuentra un señor con traje. Mis padres le saludan formalmente, veo que mi hermano le da la mano para estrecharla pero lo que más me incomoda es que no para de mirarme.
-Señorita Beviá espero que su estancia sea mejor de lo que espera -me estrecha la mano -se que son difíciles los cambios.
Me limito solo a sonreír por educación y entramos, lo primero que veo es un amplio hall con una lámpara de araña enorme colgando del techo, es la única luz que deja ver los pasillos que están conectados y con la escalera principal. Hay un chico con el uniforme puesto apoyado en la barandilla de las escaleras, lo poco que duran nuestras miradas me hace saber que tiene idea de quienes somos. Oigo a mi padre llamarme, le miro por última vez y me sorprende ver a una chica con él. La chica me dedica una mirada un tanto fría, nos miramos apenas unos segundos hasta que aparto la mirada y entro en el despacho.
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Royal Academy
Storie d'amoreEllos no son nada, inspirados a no triunfar. El internado "Royal Academy" cuenta con muchos años de enseñanza, premiados por sus cualificados alumnos pero lo que nadie sabe es que ese año las cosas van a cambiar. Un grupo de amigos se encargará de...