Capítulo 9.

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Parte 2/2

HADEON

Al poner mi lista de Spotify todo el mundo empezó a bailar, realmente estaban esperando la fiesta de verdad. Miré como la pista empezó a ser un cúmulo de gente bailando y saltando al ritmo de la música, aunque solo me centré en Mica. Ella era la única que destacaba por si sola, bailaba para ella misma y no dejaba que nadie se acercara. Le pedí al chico encargado de la música que vigilara mi móvil, me puse la chaqueta del traje y me dirigí a la pista. Alguna que otra intentó pararme para que bailaramos pero mi objetivo era ir hasta Mica. Me puse detrás de ella y con cuidado la rodeé la cintura con mis brazos, al instante quiso soltarse, pero la susurré en el oído que era yo. Se giró para rodearme el cuello, nuestras miradas parecían dos imanes.

Ella sabía el efecto que tiene sobre mí.

No esperé ni un minuto más para juntar aún más nuestros cuerpos y para movernos como si se tratara de algo íntimo. En ningún momento mis ojos dejaron de ver a los suyos y a sus labios, sabía que la libertad que le doy es para ella como si le diera sus propias alas.

ROXY

Cada uno teníamos nuestro papel esta noche, el mío era el más divertido y placentero. Me arreglé el cabello y el vestido, miré mis labios, apenas quedaba rastro del pintalabios rojo que me había puesto al principio de la noche.

-¿Necesitáis algo? -miré a través del espejo a las dos chicas que estaban conmigo en el baño.

Al ver que no me respondían toda mi atención paso a mi reflejo, me pinté los labios de la forma más cuidadosa. El rojo era mi color, mi fortaleza para vestir día a día, junto con los pendientes. Mucha gente piensa que solo soy un físico con cara bonita que vive de su aspecto, que lo único que le importa es superficial. No mentiría que para mí estar a gusto conmigo misma significa vestirme bien y maquillarme, pero para mí. No lo hago para gustar a nadie, únicamente a mi autoestima.

Por última vez me vi en el espejo, antes de salir me acerqué a las dos chicas, observé que una intentaba perfilarse los labios.

-Me gustan muchos tus labios -la quité el lápiz de labios- Aunque si quieres que destaquen y vayan a juego con tu maquillaje utiliza el brillo de labios.

La entregué el lápiz para que me diera el brillo, se lo puse de la mejor forma que sabía.

-Creo que ahora estás lista -la puse enfrente del espejo para que se mirara.

Su otra amiga me miró, sonreí al ver como me pedía con la mirada que la maquillara al igual que su amiga.

No tardé mucho en hacer lo mismo con ella, se despidieron de mi y me giré para comprobar que no había nadie más en ningún baño.

-Ya puedes salir.

Enzo salió de uno de los cubículos del fondo, su traje resaltaba su cintura con el fajín que llevaba y sus piernas fuertes con el pantalón que casi eran una doble piel.

-Piccolina... -se acercó para agarrarme de la cintura- ¿Sabes lo difícil que ha sido para mí verte con ese vestido toda la jodida noche y no poder hacer nada?

No faltó ninguna palabra por parte mía ya que le besé directamente, me encantaba que su casi inexistente barba rozara mi barbilla.

-Dime que tenemos toda la noche para nosotros dos -se separó de nuestro beso para mirarme a los ojos.

-Toda la jodida noche -me mordí el labio.

-No sabes lo que te espera... -agarró mis piernas para ponerse entre ellas.

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