Las Sombras De Charlie

Capítulo 15

Charlie

Ha vuelto a pasar otra vez. Hace tiempo no les veía. Hace tiempo, no me encontraban. Pero lo volvieron a hacer. Y ahora no está mi padre para ayudarme. He puesto la vida de Lauren en riesgo y ahora tengo que darle explicaciones, se lo debo. ¿Cómo explicarle quienes eran, sin tener que recordar mi pasado?.  ¿Cómo decirle todo, sin decirle nada? O tan siquiera mentirle. Si de verdad le dijera mi pasado, sé que inmediatamente, se alejaría de mi. Se iría horrorizada. Se iría sin decir nada. Entonces volvería a ver partir esa mirada... como vi partir la mirada de ella. Volvería a ver como se aleja de mi... Como se alejó ella. Si tan solo le contara mi más grande sombra, entendería todo. Incluso entonces entendería el porqué de mis demás sombras. Entendería que es posible que haya otra persona en esta historia. Otra persona que nadie conoce. A Ella nadie la conoce. Ni Anastasia, ni Lauren, ni siquiera John y lo peor es que nunca la conocerán. Nunca tendrán el placer de conocerla. Y todo es mi culpa. Maldita sea. Voy a hundirme entre tanta oscuridad.  Entre tanta penumbra. Y es que hoy es uno de esos días en los que devolvería el tiempo. Y justo lo devolvería cuando empezó todo mi karma. Aquel febrero. Le diría a ese Charlie de diecinueve años, que no haga lo que hizo, que dejara el orgullo. Que hiciera las cosas bien. Y que así sería entonces todo mejor. Posiblemente hoy sería otro. Pero una vez más me vuelvo a enfrentar con la posible muerte.Que seguramente se cobre otra vida más, y nuevamente no será la mía. Pero esta vez no lo permitiré.

Lauren

No sé a donde me lleva Charlie. Espero que no nos volvamos a encontrar con esa gente. Siento un terror descomunal. Aún mi cuerpo siente el miedo. Que paraliza. Lo único bueno que sacaré, es que Charlie me diga algo. Sé que algún día tendré todas las piezas. Y armaré el puzzle.

- ¿A dónde vamos Charlie?. Escúpelo ya!- gruño. 

- A un lugar, que me gusta ir mucho...- musita. Al hablar de ese lugar su voz se suaviza. Es casi como un sonido armónico.

- ¿A cuál?- pregunto intrigada.

- Se llama " el bosque de los duendes" - Arruga las cejas. Yo me echa a reír en cuánto escucho esto. Charlie me mira con cara de confusión, no pude evitarlo.

- ¿Me vas a llevar al bosque?- le digo con un tono burlón. Tendría gracia. Sería como en mi sueño. Ahora recuerdo lo del  nombre de la niña. Abby. Recuerdo como Charlie gritaba ¡Abby! en mi sueño. La piel se me eriza.

-¿Porqué haces tantas preguntas niña?- pregunta con cara de pocos amigos.- Es un bar- café que hay a las afueras de la ciudad, te gustará.

Vaya. Un bar-café que se llama "El bosque de los duendes". Ya deseo verlo. Después de unos minutos más, llegamos al deseado bar-café. El chofer nos abrió la puerta. Y salimos. Se ve que Charlie es muy conocido por aquí ya que todos nos miran y más que nada porqué la mesera le dijo: "Sr. Charlie, la misma mesa de siempre le espera." Y nos sentó en una mesa un poco apartada de el resto. Este lugar es como un jardín, hay plantas, rosas y enredaderas por doquier. Incluso las mesas y sillas tienen enredaderas. Es como un bosque.

-¿Qué van a pedir?. ¿Lo mismo de siempre, Sr. Charlie?- pregunta la mesera. Le hace ojitos, como si flirteara con él. Esto me pone de mal humor.

- No, esta vez, Dos malibu con piña y coco- dice. Y esboza una sonrísa de oreja a oreja.

Será posible. ¿Porqué pide por mi?. Acaso yo no tengo boca?. Aunque yo no beba, adoro la combinación de piña y coco. Es un extasis para mi. Aún así haré protesta.

- Yo no bebo- le digo. Le pateo por debajo. Pero este hace caso omiso y le ordena a la mesera que se retire.

- No te momirás por un trago. Aunque deberían meterme a la carcel por darle bebidas alcohólicas a una niñita.- dice. Yo lo fulmino con la mirada. Charlie solo me mira con inexpresión. No ha cambiado su mirada llena de vacío. Es como si en sus ojos no hubiera vida.