Capítulo 29

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Y si hablamos de miedos, este era uno de mis peores miedos. La soledad. La reina de muchos mundos, de muchas personas, de muchos corazones... Nos puede hacer sentir solos aunque realmente no lo estemos. Incomprendidos. Abandonados. Nostálgicos. Invisibles. Incluso desterrados de nuestro propio mundo. Mi mayor miedo ha sido estar sola pero no me había dado cuenta de que realmente lo he estado siempre. Así que tal vez, ya no le tengo tanto miedo. Dicen que "Nacimos solos y morimos solos". Y yo he estado mucho tiempo sola. Mis padres ausentes me enseñaron a valerme de mi misma. A no necesitar a nadie. Solo yo. Nadie más. Más sin embargo, comprendí que la soledad no es callada como muchos la pintan, porque a pesar de no escuchar a nadie, me escucho a mi misma, a mis pensamientos, mis ruidos...Puedo decir, que la soledad es la más ruidosa, la menos callada y la más vacía pero una gran maestra, porque cuando aprendes a estar solo, entonces es así cuando disfrutas lo que es estar con los demás.


-¿Charlie?- digo en cuanto abro los ojos. Pestañeo varias veces para aclarar mi vista, un tanto borrosa.

- Aquí estoy.- me dice apretando mi mano.

Sentí un gran alivio al ver que se quedó a mi lado toda la noche. Sé que lo hace porque en el fondo se cree responsable de lo que me ha pasado. Quizás tenga algo de responsabilidad, pero no lo culpo del todo, yo estoy aquí porque quiero.

-Gracias...- le digo mientras me giro para estar frente a frente con él.

- Te ves hermosa al despertar.

Que te digan esto a estas horas de la mañana, es tan poco probable, pero me lo acaba de decir y es como un soplo fresco. Hizo que me sonrojara.

-Que raro.- le digo.

- La que es hermosa, lo es, tanto por la mañana como por la noche. No importa que este debajo del sol o de la luna. Al despertar o al acostarse. Eres hermosa.

- Y el que es mentiroso, lo es a todas horas.- bromeo. Charlie sonríe y pestañea varias veces.

- Y tu no dejas de ser tediosa en ningún momento.- bromea. Yo lo fulmino con la mirada.

- Ni tu dejas de ser un estúpido enigmático.- le contesto con infulas de superioridad.

- Ni tu tan insoportablemente hermosa.

Nuevamente lo vuelvo a escuchar. "Hermosa". Normalmente escucho guapa pero no más. Algo hermoso es algo casi extraordinario. Me giro nuevamente hacía el lado izquierdo. No quiero ver sus ojos, ni su boca, ni sus suaves manos...

- Tendremos visita, así que sé tu misma.- me dice al levantarse de la cama.

-¿Qué?- le pregunto sorprendida.

- Sí. Sé tu misma. Eso te bastará para impresionar a los demás.

No he podido evitar ponerme roja, así que sin contestar me meto debajo de las sabanas. No quiero que vea mi estúpida sonrisa causada por sus malditas palabras. Malditas y dulces palabras.

Charlie sale de la habitación. Ni siquiera me he puesto a pensar sobre la visita. ¿Quién será?. Mejor dejo las expectativas y dejo que todo suceda. Aunque no puedo evitar que los nervios me contagien. ¿Que me pongo?. Tendré que repetir vestido.

Me levanto de la cama y voy directamente al baño. Al abrir la puerta me topo, con un maniquí. Sí. En efecto, es un vestido. Uno de los mejores vestidos que he visto. Es un vestido blanco de skater texturizado con detalle de pechera de encaje de Taline's. Es perfecto, como todos los vestidos que Charlie compra para mi. Si sigo así le deberé esta vida y la otra.

Me arreglo pacientemente, sin prisas pero sin pausas. No veo la hora de bajar y ver quién es.

Por ultimo me maquillo y salgo de el baño. Al salir ya esta todo limpio. Vaya. Podría acostumbrarme a esto. Es como de cuento. Pero yo sé que algo malo pasará.

Las Sombras De CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora