Capítulo 17

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Al salir de la oficina de Charlie. Estoy mal. Humillada. Una vez más. Sé que hay humillaciones peores. Pero yo nunca había vivido una.Me han marginado. Y seguramente me han puesto apodos. Pero eso? Nunca. Encima tengo la marca de las uñas de Anastasia en mi brazo. Casi me sale sangre. Estoy Jodida. Dolida. y decepcionada. Algo podría salir peor?. En cuanto salgo de La Compañía White, bajo rápido las escalerillas. Y para mi desgracia, me encuentro a Mike subiéndolas. Genial. 

- Lauren, cariño, que te pasa?- pregunta al verme. Pone sus manos sobre mis hombros y baja un poco la cabeza para verme. En comparación a Mike, soy bajita.

- Nada...- le digo. Sacudo un poco la cabeza para que las lágrimas se vayan.

- Ven, te llevo a casa, corazón- dice. Yo asiento suavemente la cabeza. Me coje de la cintura y me lleva con él. Odio estas confianzitas de Mike. No me gustan. Me hacen sentir incómoda. Yo bajo la cabeza y miro al suelo. Mientras vamos hacía el coche de Mike, este empieza a subir y bajar la mano. Y a pasarla sobre mi espalda.  Eso hace que me de repelús.

Llegamos al coche de Mike y este me abre la puerta para que pueda entrar. Yo le sonrío para devolverle el gesto.

- ¿Por qué llorabas, preciosa?- pregunta en cuanto enciende el coche. ¿Preciosa?. Que un hombre que podría ser mi padre utilize estas palabras hacía ami. Me da mala espina. O tal vez soy yo quién lo malinterpreta?. Puede ser. 

- Por un problema que he tenido...- murmuro. 

Sé que podría haberle contado lo sucedido con su hija, la zorra menor. Pero es mejor que no. Debo de ser prudente. O quizás soy demasiado buena?. Anastasia hubiera hecho todo lo contrario, ella hubiera aprovechado para decirle y añadirle más a mi madre sobre lo ocurrido. Y por supuesto, para mi madre la culpable soy yo, como siempre. 

- Con Charlie?- pregunta. Arruga las cejas. Yo niego con la cabeza.

"Con la zorra de tu hija" pienso. Con esa perra con tacones.

- Bueno, cielo, no te preocupes. Todo se solucionará- dice. Nuevamente pone su mano en mi pierna. Por suerte llevo vaqueros. Pero me molesta. Sé que debería decirle algo pero quizás soy yo que malinterpreta estos gestos "cariñosos".

- Gracias.- musito. Con una media sonrísa.

- Estás muy hermosa hoy.- dice. Empieza a sobar mi pierna con su mano. Esto me causa más repelús aún.- Estos vaqueros te hacen un cuerpo estupendo

¿Qué ha dicho? ¿Me hace un "cuerpo estupendo"?. Siento un escalofrío en el cuerpo. Genial. Que pare ya, por favor. No me gusta esta situación.

- Em, gracias...- respondo. Hago una sonrísa falsa.

- Te sientes a gusto, allí?- pregunta. Aprieta su mano en mi pierna. Diablos. 

- Sí, estoy adaptandome.-le contesto. Creo que no se ha dado cuenta de que estoy realmente incómoda.

- Muy bien, cariño. Sabía que no me harías quedar mal.- dice. Esboza una sonrísa de viejo verde. Y continua.- Es decir, eres hermosa, inteligente, muy buena chica. Que más podría pedir?

- Gracias, señor Yagger.- digo con un tono que empieza a ser cortante. Esbozo nuevamente una sonrísa falsa. 

- No las des preciosa.- dice. Quita su mano de mi pierna y me acaricia la mejilla.- Haría cualquier cosa por ti.

Espera. Dame un segundo. ¿Qué?. No creo que este malinterpretando nada. Yo sacudo la cabeza para quitarme estos pensamientos.

- Pasa algo, corazón?- pregunta con risa.

Las Sombras De CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora