Los nervios aumentan con cada latido que da mi frágil y asustadizo corazón. He deseado tanto que llegara este momento, que las mismas expectativas me consumen por dentro. No sé que será de mi en unas horas, lo que si sé es que Charlie, es todo lo que quiero, es todo lo que tengo. Su sonrisa me arrulla en cada amanecer, su voz es mi aliento y sus ojos mi verdadera visión.
Cada escalón que bajamos es un pequeño infarto que le da a mi corazón. ¿Algún día estaré preparada para las sorpresas de este hombre?. La respuesta es nunca. Realmente nunca estas preparado para nada en la vida... Lo único que nos prepara en la vida son las experiencias pero estas mismas se crean al vivir algo nunca vivido. La inexperiencia se convierte en experiencia en el momento en el que vivimos una situación nueva. Esto es nuevo para mi. Por suerte de alguna manera, en algún rincón de mi cerebro, yo sabía que esto podía suceder.
El tacto de la mano de Charlie, es tan frío y cálido a la vez. Es un frío electrizante que me quema por dentro. Oh, cuánto lo deseo. Deseo tenerle. Al terminar de bajar las escaleras, me doy cuenta que nunca en mi vida me había parecido tan largo el trayecto, a pesar de que son 15 escalones los que hay que bajar, parecieron ser 50.
-Espera.- me dice Charlie, girándose hacía mi. Me mira con sus penetrantes ojos, que por una vez estan llenos de algo...¿Amor?.
- Vale- digo un poco desconcertada.
Este coge algo de la mesilla que hay al lado de la puerta. Es un antifaz negro. Esto hizo que mi piel se erizara, que mis piernas temblaran. Charlie puso el antifaz en mis ojos. Entonces todo se volvió oscuro. No podía más que escuchar los fuertes latidos de mi corazón y la débil respiración de Charlie.
- ¿Porqué?- pregunto más confundida aún.
- No quiero que veas todavía, ya entenderás porqué.- dice con firmeza en la voz.
Por una vez en mi vida me deje llevar por el momento. Confié, cosa que casi nunca hago.
- Ven conmigo.- escucho a Charlie en susurro. Este me sujeta de la mano y adentra con él a la habitación.
En el ambiente pude percibir el calor de velas a mi alrededor, de hecho, Charlie, murmuro "cuidado". Esto quiere decir que quizás hay muchas velas en la habitación.
- Solo quiero que sientas. Que sepas lo que es sentir sin juzgar, sin ver- me susurra al oído, su aliento helado hace que me estremezca. Yo asiento. Los dos nos hemos quedado de pie al lado de la cama.
Charlie posa sus frías manos sobre mis hombros. Baja una tira de mi vestido y besa mi hombro desnudo. Sus labios en mi piel, provocan en mi una especie de éxtasis. Hace esto mismo con mi otro hombro. Joder. Yo sin querer suelto un gemido de placer. Al bajar las dos tiras de mi vestido este queda por debajo de mis pechos.
- Tu piel...- susurra.
Con sus frías manos me desabrocha el sujetador. Yo sin poder ver nada, siento más el tacto de su piel. Ahora entiendo lo que me quería decir. El tacto sin visión es más sentido. Solo escucho como el sujetador cae al suelo, a mis pies. Entonces Charlie acaricia mi espalda, pasa su mano suavemente por mi costilla hasta llegar a mis pechos. Los acaricia con delicadeza. Yo solo siento sus suaves manos sobre mis pechos, lo cual, hace que mi cuerpo se regocije por dentro. Una ola de calor se apodera de mi. Entonces, de repente siento sus labios sobre mis pezones erectos. Con su lengua pasa por el contorno de mis pezones. Yo me estremezco y me encojo de placer. Esto es como tocar el cielo.
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Las Sombras De Charlie
RomanceLa vida de Lauren Bennett, con 17 años, pura e inocente, cambiará de la noche a la mañana, al conocer al mitíco jefe de la Compañía White. Charlie la envolverá en las sombras de su pasado y ella tendrá que descubrir su secreto más preciado. "Ella e...