Capítulo 26

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"Muy pronto". ¿Cuánto tiempo es?, ¿Una semana? ¿ Un mes? ¿ Un año? o quizás ¿Una vida?. ¿ Cómo medir un tiempo indefinido?. ¿Cuánto es un momento?. ¿Cuánto es siempre?. A veces descubrimos que ese " Para siempre" tan solo dura minutos y ese "Muy pronto" puede realizarse en años. Quizás a veces dura más la espera a que llegue ese momento, que el mismo momento en si.

¿Quién no ha escuchado ese " Muy pronto"? ¿Y quién nos garantiza que realmente suceda?. Mi mente se cuestiona cada palabra que escucho. Aquel " Muy pronto" se me hará eterno. Por esta misma razón nunca sabemos cuanto te puede durar la espera. A veces solo deseamos que sea "Ya" lo que tanto ansiamos.

Aquellas palabras de Charlie, me llenaron de expectativas, de ilusiones, de deseo... Pero también me sentenciaron. Me sentenciaron a esperar que eso suceda y eso creará en mi el mayor desespero que jamás haya existido. Porque esperar nunca ha sido lo mio. De hecho la palabra paciencia no está en mi diccionario.

Cuándo quiero algo o quiero saber algo simplemente voy a por ello sin esperar a nada ni a nadie y aquel "Muy pronto" me sentencia a la espera de algo indefinido. De algo que no sé si suceda. Quizás valga la pena o quizás no. Eso lo dirá el tiempo. Pero ¿ Y si el tiempo se equivoca?. Lo único que no quiero es perder el control de la situaciones. ¿ Y si soy yo la que se equivoca?.


-No llores más.- me dice Charlie, secando las últimas lagrimas que me quedaban en este día. Sigue sentado a mi lado mientras ve como llueve en mis ojos.

- No puedo evitarlo. Hasta nací llorando. Es normal en mi.

- Lauren, casi todos nacemos llorando.- responde con media sonrisa.

Sí, casi todos. Algunos simplemente no lloran. Y yo, yo lloro casi siempre y ya tengo 17 años. ¿ Qué será de la juventud con personas como yo?. Haremos de este mundo un río de lágrimas.

- Me hace sentir mal el hecho de que me grites.- le digo con un tono quebrado.

- Ya te dije que lo siento.- pasa una mano sobre mi cabello.- No controlo mis acciones, a veces.

- Todo se me acumula, Charlie.- le digo mientras me incorporo en la cama. Me encuentro sentada con él al lado.

- Eres muy niña para estas situaciones.- me dice con decepción.

¿Qué soy muy niña? ¿Otra vez?.

- Será mejor que me vaya...- le digo mientras pongo un pie fuera de la cama. En cuánto digo esto la cara tensa de Charlie pasa a ser un rostro melancólico. Me empiezo a levantar de la cama en cuestión de segundos.


- No vas a ningún lado.- dice Charlie mientras que me detiene con sus frías manos.

- No puedes tratarme como una niña...- musito. Bajo la cabeza.

-Lauren, lo eres... Apenas tienes los 17.- responde con esa cara comprensiva y compasiva que tanto odio.

- ¿Y?, ¿Acaso la edad condiciona la madurez? y si es así, dime en que mundo estamos.- le respondo con el tono más cortante que he podido.

- No es eso... Es solo que... que...

-¿QUE?.- diantres enloqueceré en algún momento.

- Apenas has vivido y no sabrás como enfrentarte a situaciones de la vida.


Eso es tan cierto. Por desgracia Charlie White tenía razón. No sé como enfrentar según que situaciones porque no las he vivido. Punto para Charlie y cero para Lauren.

Las Sombras De CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora