Capítulo 43

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Lauren

Aunque le dije que no sucedía nada, que él era lo mejor que me había sucedido. No era verdad. Si, sucedía, muchas cosas. Mi mente en ese momento parecía un agujero negro, abierto. Era demasiado por un día. Y los nervios, los nervios aumentaban junto a los minutos. Pronto conocería una parte de Charlie White que todo el mundo desconocía. 

La pequeña Lauren guardará en ella un secreto. Una sombra o varias. Eso me atemorizaba por dentro. Me quemaba el hecho de querer saberlo. ¿Pero y sí todo cambia?. Mi amor por Charlie será eterno. Y aún sin existir la eternidad, mi amor seguirá existiendo.

Aunque no puedo evitar no sentir miedo. El miedo nos envuelve, nos paraliza, nos bloquea. Y el dolor, el dolor es una parte que siempre nos acompañará a lo largo de nuestras vidas. Pero el amor, el amor nunca morirá, ya que este existe desde el acto más humilde a al acto más generoso, existe en nuestros padres, familiares, amigos, y nuestra pareja. O el amor del sol hacía nosotros al salir cada día, o el de la luna acompañada de las estrellas. El amor de los arboles que nos dan oxigeno. Por esto, el amor, nunca muere. Siempre se mantiene, porque es una energía y como está, no se destruye, se transforma.

Yo soy un pequeño ser de esta inmensa galaxia. Ansiosa por escuchar un secreto más grande que yo.¿Quién no ha querido descubrir el pasado de su amado?. Aunque dicen que la curiosidad ha matado más amores que gatos...

Y quizás se muera mi amor, porqué los gatos tiene siete vidas, pero no yo. 

 Y si tuviera siete vidas, esas siete vidas las gastaría por el amor de mi vida. ¿Y que mejor manera de morir, si no es por él?. Él que es la vida de la mía. 

- Charlie... No cambiará nada.- le prometía continuamente, después de escuchar repetidamente que le odiaría.

¿Odiarte yo a ti? Amor de mi vida. Eso le contestaba. Hasta que finalmente, se convenció un poco. Pero era normal, ni siquiera yo estaba segura de que todo seguiría igual. Pero tenía que intentarlo, porque jamás dormiría sin saber quién ha sido o quién es.

Charlie

"Tú, luz de mis cuencas

La musa de mis poemas

Has a alumbrado de nuevo, mi cielo

En este reino de hielo"

Charlie White. Para mi musa, mi estrella. Lauren.

-¿Y si me odias?- le pregunto por enésima vez. Ella me mira con esos ojos tan penetrantes que tiene.

-¿Sabes que dicen que el odio a veces camufla al amor?- me responde ella mirando a la estrellas.

Habíamos decidido subir a la azotea. A ese lugar en el cuál, descubrimos cosas nuevas. Era un buen lugar para contar secretos, para contar sueños. Por todas aquellas lagrimas que se escapan mirando a la luna, y pidiendo deseos a las estrellas. O los ruegos al cielo. Por esto, quería que si Lauren conocía uno de mis más importantes secretos. La sombra que me atormenta, cada día, deseaba que mis palabras se las llevara el tiempo y que la oscuridad de la noche las consumiera. Y bien, que mejor manera de hacer mención a mis sombras, que el reflejo de la luna.

-Así que si alguna vez te digo que te odio, es porqué te amo como nunca. Porque el amor y el odio, miden lo mismo de profundo.

- Esta bien, empezaré...- esta asiente.

-Lauren, todo comenzó cuando tenía 19 años, era un chico orgulloso y prepotente. ¿Qué más podías pedirme?. El hijo del multimillonario Anthony White, el más guapo de la ciudad y posiblemente del mundo.

Las Sombras De CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora