Capítulo 3

3K 166 10
                                    

Los nervios empiezan a apoderarse de mi. Toman control de mi cabeza y bajan por mi cuerpo. Entonces comienzo a sentir unas estúpidas ganas de vomitar. Mierda.No me gustaría vomitar esta bonita  tapicería que debe de ser más cara que mi casa. "Calma, respira hondo... inspira, expira. Relajáte muchacha" Me dice mi vocesilla. Y yo le hago caso. 

- Ya hemos llegado señorita Bennett- me dice el chófer.

 El lugar en donde nos hemos detenido, es más grande de lo que me imaginaba. Me quedé boquiabierta al ver que el club parece la mansión Play Boy o algo por el estilo. Estoy atónita. Se nota que soy de esas personas que nunca salen del el pueblo.

El chófer me abre la puerta para que yo pueda salir, ya que yo me quedo desorientada y sin saber que hacer. En cuanto salgo del coche me encuentro con el señor Yagger. Que suerte. Estaba sufriendo por si tenía que ir a buscarlo. Y pasar vergüenza entre tanta gente tan lujosa.

- ¡Lauren, cariño, estas preciosa!- me guiña el ojo y me pone un brazo en el hombro, como si fuéramos pareja.

Estas confiancitas con el señor Yagger me gustan muy poco. Pero tal vez soy yo quien lo malinterpreta. Supongo. No puedo hacerle un mal gesto puesto que gracias a él estoy aquí. 

- Gracias Señor Yagger- me limito a contestar y a devolverle el gesto muy amablemente.Él me hace un gesto con la mano para indicarme que sigamos caminando hacía la puerta de el club.

- Llamáme Mike- dice mientras caminamos y me pone la mano en la cintura casi en mi culo. Me estoy sintiendo muy incómoda. Pero no le digo nada. Solo le dedico una media sonrisa.

Al entrar  a el club, veo a muchísima gente. Todos muy bien arreglados. Las  mujeres todas van en vestidos de channel, Dior etc. con bolsos de Prada, Luis Vuitton y muchas más marcas, que ahora mismo no recuerdo. Los hombres van en trajes. Seguro que todos son unos estirados y además caros.

 "Tu también serías una estirada.."  Oigo otra vez a mi conciencia hablando. Es verdad. Al estar aquí soy una estirada más salvo que no llevo nada de marca y no tengo ni la mitad de dinero que tienen ellos. Que ironía. Me río para mis adentros. O para afuera. Porque el señor Yag.. quiero decir Mike, lo nota.

- ¿Qué es tan divertido?- pregunta muy confuso. 

- No, nada. Solo me estaba acordando de que ayer... - empiezo a decir, pero soy interrumpida.

"Vamos a empezar esta gala. Señoras y señores, hoy es el día de el libro y no solo celebramos eso. Si no que también celebramos que La Compañía White, cumple 50 años, dándole vida física a muchos de nuestros libros favoritos y así convirtiéndose en una de las editoriales y compañías más ricas e importantes de nuestro país. Por favor demos todos un fuerte aplauso a Charlie White, el heredero de este gran imperio"  

Me interrumpe la presentadora. En cuánto la mujer termina de hablar, un hombre pasa a la tarima. Y todos empiezan a aplaudirle como si fuera un Dios. Cuando por fin consigo ver la cara de este hombre, realmente veo que es un Adonis. Tiene un pelo negro parado, es decir, de punta, y muy bien definido. Unos penetrantes ojos azules. Un azul que jamás había visto. Su traje va perfectamente de acorde, a su increíble y muy marcado cuerpo. Sus músculos resaltan a la perfección. ¡Oh, que hombre!. Creo que tengo la boca abierta. "Cierra la boca que te entrarán moscas.." Me dice mis adentros.

Siempre pensé que el dueño de esta compañía sería un viejo, calvo y gordo. El cual, su barriga sería tan grande que su traje explotaría. O simplemente, pensé que sería, un viejo cascarrabias.Pero estoy sorprendida. Cuando todos dejan de aplaudirle y por fin consigue hablar.

- Muchas gracias a todos. Aunque mi padre ya no esté aquí con nosotros, me ha dejado a cargo de esta gran empresa y me siento muy orgulloso. Tengo un gran equipo y unos grandes compañeros. Así que esta noche va dirigida no solo ami sino también a mi equipo de profesionales. ¡Un aplauso!

Todos vuelven a aplaudir y él baja de la tarima. Yo estoy aturdida. Hay demasiada gente, demasiado ruido. Sigo con la mirada a este hombre que para mi sorpresa, este me devuelve la mirada, a pesar de la multitud de personas que le envuelven. Esos ojos color azul se posan en los míos por unos instantes y hacen que me quede aún más aturdida. Es como si hubiera tocado mi alma con solo mirarme. El corazón se me agita en cuanto empieza a acercarse a nosotros. Y cuando consigo darme cuenta, Mike, le había llamado. Mierda. Ojalá el mundo me tragara aquí mismo.

- Charlie, eres increíble, has conseguido mantener esta empresa... después de lo ocurrido- le dice mike con un tono de compasión. Esto parece molestarle a Charlie White. Pero no dice nada.

- Gracias Yagger, es todo un placer tenerte aquí y hacer negocios contigo- Me mira y me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

-Anastasia, no pudo venir, ¿Lo sabías, no?- le dice Mike.

-Sí, lo sabía.- responde este.- Esperaba que viniera

Espera, ¿Qué? ¿Conoce a Anastasia?. Demonios. Además iba a venir esa rata presumida. Pero lo que más me ahoga por dentro es preguntarme, ¿Qué iba a hacer Anastasia aquí? si ella lo único que lee son los precios de la ropa que se compra. No puedo evitar sentirme ofendida.

-¿Y esta es tu asistenta? - pregunta desinteresado.   

Yo ahogo un grito de rabia por dentro. ¿Asistenta? ¿Yo?. Abro los ojos como platos.

- No, no, ella es Lauren, la chica de la que te hablé. 

- Ah, Hola.. Y bien, que quieres que haga con ella? - pregunta Charlie, con mucho desinterés. Dirigiéndose a Mike como si yo no existiera. Esto me pone cada vez más nerviosa

- Pues puedes aceptarla como auxiliar, ya que sé que buscas gente. Y es muy recomendada mía.

- Mmm, esta bien, ya que es recomendada tuya, le haré unos días de prueba. Como favor especial.

- Sabia decisión Charlie, no te equivocarás, es joven pero muy lista. Necesitas gente entusiasta en tu empresa. Ya lo sabes, nuevas personas, nuevas ideas.

-Tienes razón Yagger, y bien estas preparada, princesita? Me pregunta con un tono tan burlesco. 

¡Qué grotesco es! Me dan ganas de darle un pisotón o pegarle en esa inmaculada cara. Romperle esos labios perfectos o partirle esos dientes tan blancos... "Despierta, tonta" Logro escuchar.

- Sí, estoy preparada- Ladro en un tono cortante- Me llamo Lauren, No, princesita- objeto

- Pues te veo mañana a las 8, en mi compañía."Lauren"- este sonríe a Mike y se va.

Pero que hombre más detestable, me imaginaba que sería un pretencioso pero amable. No un capullo. Bueno, mejor no gasto más mi tiempo pensando en él y esos dientes tan perfectos ni en.. Basta. Es borde y grotesco, además.  Seguro que piensa que todas las mujeres se mueren ante sus pies. Aunque seguro que es así.

- Y bien, ¿No estas alegre?- Mike me saca de mi ensoñación

- Sí, estoy ansiosa por ir- Miento, aunque no me queda de otra, a pesar de su dueño, La compañía White, me puede abrir muchas puertas en otras editoriales. Aunque, es la más grande de todas. 

Después de esta intensa y corta conversación con White, la velada pasa muy lenta y aburridamente. Mike me presenta a todos sus amigos y contactos. Y yo me voy relacionando con ellos. Me duele las comisuras de los labios de tanto sonreír. De vez en cuando mi mirada se topaba con Charl.. quiero decir con el Pretencioso. No puedo negar que sus ojos se han quedado grabados en mi cabeza y que mi pulso se acelera cada vez que me mira. No creo que me haga la vida imposible cuando trabaje allí. O eso espero.

Al terminar la fiesta Mike me deja en mi casa. Yo le doy las gracias por este gran detalle. Si no fuera por él no habría pasado nada de esto. " Ni habrías conocido a Charlie". Sí ni habría conocido a Charlie.  Aquella noche soñé con su mirada penetrante.

Las Sombras De CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora