Capítulo 18

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Soñé con Charlie nuevamente. Con aquella niña del bosque. Una vez más Charlie corría tras ella. No logré ver su cara. Pero sé que era una niña. Charlie gritaba << ¡Abby! ¡Abby! ¡No te vayas!>>. Esta vez logré moverme e ir a ayudar a Charlie, pero ya era tarde. Abby ya no estaba. Se había ido. Y mi sueño se fue con ella. Desperté de un salto asustada.  Y sudando. Podría decir que era una pesadilla. Nuevamente en aquel bosque oscuro y sombrío. Tan tétrico y meláncolico. Vi a Charlie desesperado por atrapar a la niña. Eso hizo que yo llorara. Por esta razón desperté con lágrimas. Me pareció realmente triste. Una vez más no tuve un buen despertar. Me senté al borde de la cama. Puse la cabeza entre las manos. Quisiera que todo estuviera bien. Me dispongo a levantarme sin muchas ganas. Sé que debo de ver a Charlie después de lo ocurrido. Después de que dejara que esa zorra me humillara. Trato de no pensar en ello y sigo con lo mío. 

Al final decido ponerme un vestido. Un vestido negro ajustado con top corto de ASOS. Como siempre unos medios tacones negros. Ondas en las puntas. Pintalabios rojo pasión. Rubor y un poco de sombras para resaltar mis ojos.  Me miro en el espejo. Me digo a mi misma " Tú puedes".  Y salgo por la puerta. Al salir de casa veo a un lado y luego al otro por si no está Charlie para incordiarme. Cojo el primer taxi que veo. Y me adentro en mis pensamientos hasta llegar a La Compañía White.

Antes de entrar a la compañía. Miro la entrada. Es tan grande. Y yo tan pequeña. Veo ese gigante letrero.  Parece que me va a comer. O que  se me va a caer encima. Una tal vez las dos.

- Lauren Bennett, que haces aquí?- pregunta John arrugando las cejas. 

No había dado cuenta de que seguía aquí de pie. Al frente de la entrada. Ups

- Hola John- le digo con pocas ganas.- Ya iba a entrar...

-A qué esperas?!- dice conjiendome de el brazo.- ¡Vamos! Let's go.

No espera ni a que conteste. Me coje y me lleva con él. Empiezo a pensar que soy como una muñeca para todos. Diablos. 

-Estás mejor?- pregunta en cuanto entramos al ascensor.

- No.- contesto. Bajo la mirada al suelo.

- No te preocupes. Hoy no la veremos.- responde. Me da dos palmaditas en el hombro.

- Gracias, John Benson..- le digo. Él me sonríe. Y me guiña un ojo. Yo le esbozo una sonrísa muy grande.

Llegamos a la octava planta. Como siempre mi corazón casi quiere salir de mi pecho. No sé si quiero ver a Charlie. Pero que digo?. Sí, lo quiero ver. Joder. Pero no en estas circunstancias. John gira para su oficina después de decirme: Charlie, quiere hablar contigo. Suerte. ¿Suerte? Vaya.

- Hola?- pregunto al entrar. No quiero ser amable así que no toco la puerta. Entro directamente.

- Pasa Lauren...- dice Charlie con un tono de voz apagado.

- ¿Qué necesitas?- le digo con tono cortante. Más cortante que un cuchillo.

- Tenemos que hablar- responde. 

¿Hablar?. Yo no quiero hablar. Aunque me muero por tenerlo cerca. Hoy esta muy guapo. Tiene el pelo de punta como siempre. Sus ojos azules tristes. Su traje impoluto. Huele tan bien... Casi me quedo embobada. Viendolo. Este hombre es como un Adonis. Es tan perfecto. Tan enigmático.

- Yo no tengo nada que hablar.- le contesto. Con mucha rábia.

- Sí, tenemos que hablar.- dice con un quiebre en la voz.

- No. Dame mi trabajo. Tengo cosas que hacer.

Este coje muchos papeles. Y me los entrega. 

- Te quiero aquí cuando los termines. Vamos a hablar quieras o no.- dice. 

Las Sombras De CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora