Capítulo 31

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El grupo iba llegando a la empresa después del almuerzo, manteniendo una amena charla entre ellos.

— Ay, muchachos, yo creo que, si esa mujer está aquí, es la oportunidad perfecta para desenmascararla y hacerla caer. —Jade hablaba mientras entraban en la recepción.

— ¿Desenmascararla? ¿Ante quién? ¿Ante Tomder? ¿A mí para qué me sirve eso? —Olivia respondió. —¿Y desenmascararla ante mí? Pues yo ya sé que es una sinvergüenza.

— Bueno, ¿y qué tal si la desenmascaramos frente a Einar? —Mitch dijo con una sonrisa cómplice.

— ¿Y cómo? —Olivia se mostraba bastante interesada.

— Ya sé. —Tom levantó la mano dando un pequeño salto. —Podemos interceptarles las llamadas, ¿qué tal si descubrimos que tiene un tipo y el cheque no sabe?

— Ay, ¿por qué están hablando de esa muchacha dando por hecho que es fácil? —Gali intervino en la conversación con una mueca de disgusto.

— ¿Qué? Gali, esa es una cualquiera. —La pelirroja replicó con molestia. —¿O es que a ti te parece normalizar la manera en que me quitó el marido?

— Ay, Olivia, a lo mejor la tontarrona esa si se le porta bien al cheque. —Jade aportó.

— ¿Y si le ponemos una trampa? —Mitch les sonrió a sus amigos. —Un cebo, a lo mejor cae.

— Ay, no, no. Yo no estoy en eso. —Gali se cruzó de brazos. —Mejor me voy a trabajar.

— Yo también, don Louis me está esperando. —Harry también hizo una pequeña mueca y se dirigió al ascensor junto con la mayor.

— ¿Cómo es el asunto ese del cebo? —Olivia se acercó al pelinegro con interés.

— Mira, esa es una cualquiera, anda por ahí coqueteándole a todo mundo. Lo más fácil es montarle un romance. —Mitch declaró sintiéndose orgulloso de su idea.

— ¿Un romance? ¿Pero con quién? —La pelirroja cuestionó.

Y como si el universo quisiera darle su respuesta, el ascensor se abrió, dejando salir a una rubia que tarareaba una canción con felicidad.

— Buenas tardes tengan todos. —Perrie dijo con una sonrisa antes de dirigirse al escritorio de la recepción.

Entre todos se miraron con sonrisas cómplices, menos Jade, que en su lugar hizo una mueca y comenzó a negar con la cabeza.

— Ay, no. No, muchachos, ustedes no pueden estar pensando en ella. —La semirubia hizo un puchero.

— Es que es la indicada. Esa mujer le coquetea todo el tiempo. —Mitch excusó.

— ¡Perrie! —Olivia la llamó, acercándose a la rubia.

— ¡Ay! —La ojiazul brincó en su lugar, dándose la vuelta con el rostro aterrorizado. —Antes de golpearme, dígame que les hice.

— Tranquila, bizcochito. —La pelirroja le sonrió y palmeó su mejilla. —Cuando termines con tus asuntos, subes que necesitamos hablar contigo. —Con las palabras dichas, Olivia volvió con sus amigos que comenzaban a entrar al ascensor.

— Chao, Perrie. —Carter se despidió con un toque burlesco mientras las puertas de metal se cerraban.

Una vez arriba, se despidieron para que cada uno volviera a su puesto de trabajo. Harry, por su parte, se dirigió a la presidencia, donde, cuando abrió la puerta, se encontró con su jefe trabajando arduamente en algunos documentos en su escritorio.

— Buenas tardes, doctor. —Saludó, entrando con una pequeña sonrisa. —¿Quiere que empecemos con los costos de la colección?

— Sí, sí, Harry, vamos a empezar con los costos de la colección. —Louis respondió sin siquiera mirarlo, completamente concentrado en lo que estaba haciendo. —Cita en la sala de juntas a Gali, Payne, Samuel, lleva calculadora y lleva la lista de proveedores, hoy vamos a tomar decisiones muy importantes.

"Yo Soy Harry, El Feo"  L.S A.U Donde viven las historias. Descúbrelo ahora