"Yo Soy Harry, El Feo" L.S A.U

Capítulo 53

— Yo no quiero que vuelvan a mencionar que tengo novio. —Harry dijo a sus amigos una vez todos estuvieron sentados en sus respectivos lugares.

— Pero ¿por qué no? ¿qué tiene de malo? —Olivia preguntó con un tono curioso.

— Pues porque yo no tengo novio.

— ¿Cómo así, Harry? Espera un momento, ¿todavía no defines esa situación? —Carter dijo con sorpresa y el ceño fruncido. —¿Harry, a ti se te olvidó que la última vez que te leí las cartas te di luz verde para iniciar esa relación? ¿qué pasa contigo?

— Lo que pasa es que... no he tenido tiempo. —Comenzó a rebuscar excusas en su cabeza. —Don Louis me ha puesto a trabajar mucho y... y... por mi trabajo yo creo que no estoy en condiciones de tener una relación estable con nadie.

— Ah ¿no? ¿Entonces cuando? ¿Hasta que don Louis te pensione? Ay, no, que pereza. —Mitch dijo cruzándose de brazos.

— Ay, no, para mí que este no ha querido enfrentar al tipo. —Jade declaró en forma de reclamo. —Y es que eso lo más fácil, querido. Mira, un día de estos llamas a Zayn, le dices que salgan a bailar a un sitio espectacular, oscurito, perfecto. Yo te tengo el sitio perfecto. —Una sonrisa coquera se puso en el rostro de la semirubia. —Lo arrinconas en el oscurito, manito va, manito viene y nadie se da cuenta.

— Ay, Jade, por dios. —Gali negó escandalizada.

— Bueno, no te dejas tocar, lo emborrachas, y cuando lo tengas bien borrachito, lo llevas para el motel y eso cae porque cae. —La recepcionista rio junto con el resto del grupo y Harry no pudo hacer más que sonrojarse.

— ¿Y se lo cena de una vez? —Thomas preguntó con una sonrisa pícara.

— Claro. Es que hoy en día con los tipos no hay que andarse con rodeos. Llega un águila y se lo lleva, y uno se queda sin nada. —Jade volvió a reír abiertamente. —Mira, Harry, lo que tienes que hacer es ponerte las pilas y llevártelo de una para el motel y listo.

— ¡Jade! —La mayor la regañó de nueva cuenta.

— Ay, Gali, tranquila. —Frotó la espalda de la mujer en un intento de apaciguarla, para después regresar su atención al ojiverde. —Bueno, te dejas llevar por él, pero te tienes que poner muy listo cuando se empiecen a quitar la ropita. —De nuevo no evitó sonreír con complicidad hacia sus amigos.

— Jade, por dios, esto ya no se puede escuchar. —La mujer negó con suavidad, teniendo unas ganas tremendas de taparle la boca a la semirubia.

— Ay, bueno, entonces no te la quites tú, quítasela a él que es más divertido. —Fuertes carcajadas salieron de la boca de Jade, y el resto la siguió hasta que Gali se levantó de su asiento con molestia.

— ¡No porto más esta conversación, Jade! —La mayor miró con desaprobación a la otra.

— Ay, Gali...

— Nada de: Ay, Gali. ¿Cómo se te ocurre decirle a Harry tanta barbaridad junta? ¡Por dios!

— Ay, barbaridades, pero sabrosas ¿o no?

— Ay, dios mío, no, no, no...

— Ya, Gali, tranquila. —Jade hizo un puchero. —Bueno, siéntate y te juro que yo no vuelvo a abrir mi bocota. Yo sé que la estoy embarrando.

— Ay, Jade, ¿sabes qué? Ya no atormentes más al pobre Harry. Ya me di cuenta de que esa relación no es más que puros besitos. —Mitch dijo con un tono más calmado.

— Ay, no, Harry, no me digas que nunca te has acostado con un tipo. —La semirubia parecía bastante sorprendida.

— ¡Ya, por dios! Ya cállense. Esta conversación ya raya lo inmoral. —Gali seguía de pie, viendo molesta a todos en el grupo. —¿por qué le haces esas preguntas a Harry? Esas cosas son muy íntimas.