"Yo Soy Harry, El Feo" L.S A.U

Capítulo 45

— Harry, ¿vamos a almorzar? —La voz alegre de Olivia preguntó.

— Pero no me puedo demorar, Olivia. —Advirtió el rizado, aún con las manos sudando por sus anteriores nervios.

— Ay, si no nos vamos a demorar, tranquilo. Y tú también camina a almorzar, Thomas. —Regañó la mujer al ver al castaño dirigirse a su escritorio.

— No, yo no pienso someterme al suplicio de verlos a ustedes almorzar. Yo me quedo aquí. —Tom trató de huir del agarre de la pelirroja en su saco amarillo, pero fue imposible.

— Ya, Tom, caray. —Olivia le tomó la mano y lo obligó a caminar con ella por el pasillo. —Mira, nosotros vamos a ser solidarios contigo, así que no te vamos a dejar aquí muriéndote de hambre, no señor.

— ¿Nos vamos a morir de hambre todos o qué?

— Muchachos, ¿vamos a almorzar? —Preguntó la pelirroja a los otros tres miembros del cuartel cerca del ascensor.

— Ay, no, Oli, ¿no ves que tenemos que esperar a Gali? Ella dijo que ya venía. —Carter informó con un pequeño puchero.

— Wow, recontra wow. —Perrie habló saliendo del ascensor. —El callejón de la belleza. Hola, mis niños lindos, mis damas bellas. —Dijo la rubia pasando a través del pequeño grupo. —Eh, perdón ¿me he equivocado en algo? —Sus ojos marinos miraron a todos con confusión, pues nadie siquiera le había mirado.

— Chicos, vámonos para el baño y esperamos a Gali allá ¿sí? —Jade fue quien habló, aún ignorando a la rubia que parecía bastante sorprendida. —Y tú quítate de aquí que ya quedaste excluido del cuartel ¿escuchaste? —Con molestia, empujó a la ojiazul que estaba en medio del pasillo. —Mas bien, vete al taller de Henry Holland a seguir seduciendo a la trepadora esa.

El resto del grupo también pasó a su lado murmurando cosas poco agradables, a excepción de Harry, quien simplemente hizo una mueca y siguió a sus amigos.

[...]

— Oye. —Louis entró a la oficina de su amigo, pues Liam se había retirado por la sala de juntas cuando había comenzado a hablar con su asistente. —Hablé con Harry, hablé con Harry sobre el dichoso novio que dice tener.

— ¿Ah, sí? ¿Y qué te dijo? —El ojimarrón dejó de hacer lo que estaba haciendo para poner total atención al presidente.

— No, que no tiene ningún novio, que es mentira. —Una sonrisa se formó en el rostro de Louis, cerró correctamente la puerta y se sentó frente a su amigo. —Que lo que pasa es que un día le habló al cuartel de los feos, del tipo, lo mencionó y ellos exageraron y armaron una película de todo esto, pero que no tiene ningún novio. ¿Sabes qué significa eso? Que yo soy un hombre feliz. —Los ojitos color mar brillaron con lo que, efectivamente, era felicidad. —Ay, Dios mío, que descanso, por fin una buena noticia en el día.

— Oye, ¿sabes que nunca te había visto tan contento de confirmar que alguien no estuviera enamorado o que no tuviera marido? Es más, esa cara de placidez no te la había visto desde que enteraste que Natalie Preston se había separado del marido. —Una mirada llena de burla fue la que le dirigió a su amigo.

— No demerites esta noticia. Volvemos a estar en el mismo punto, tranquilos. ¿Y sabes qué es lo más importante? —La sonrisa que Liam había tratado de apagar, se volvió un poco más amplia. —Que Harry no mintió en ninguna información.

— Hombre, muy bien, pero, no es por ponerte paranoico, ¿por qué crees que el cuartel se armó toda esa película? ¿Por qué Harry simplemente se los mencionó? —Liam cuestionó, él no parecía estar tan seguro como Louis. —¿Sabes qué, mi estimado presidente? Yo creo que sería bueno salir de dudas, yo creo que sería bueno saber exactamente quién es él, y creo que esa información no las puede suministrar el cuartel de feos, ¿no lo crees? —Al ver que no obtenía ninguna respuesta, dejó salir un suspiro y tomó su maletín. —Ahora, mi querido presidente, te tengo que dejar, me voy para el hotel, porque Bleta insiste en que yo revise personalmente la lista de los invitados. Adiós, hermano, y piénsalo. —Y con eso, salió de su propia oficina.