Capítulo 3

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La gente iba y venía en el showroom, acomodaban mesas y comida, pero había dos personas interesadas en no ser vistas. Sin embargo, cuando estaban a punto de salir de su escondite, uno de los encargados apareció.

— ¡Ay no, muchachos! No, no, no, no. —El chico fue hasta la puerta para abrirla y hacerlos salir. —Qué pena con ustedes muchachos, pero los meseros necesitan terminar de organizar el catering. —Con desgana el ojiazul y la pequeña pelirroja salieron del lugar donde se encontraban.

— Vea pues. —Comenzó Olivia con una voz afligida. —Estoy segura de que este el único escritorio en el mundo que en el día es el del secretario de vicepresidencia financiera, y de noche es una barrera. —La mujer con su baja estatura y cruzada de brazos con un poco de molestia lucia adorable.

— Mira, nosotros sí quieres te prestamos el espacio, pero no nos vamos de esta oficina. —Aportó Tom al tiempo que observaba que podía tomar de la mesa frente a él para comérselo. —¡Ay! Quedémonos a ver el showroom, estoy que me muero de ganas.

— ¡No, no, no, señores! Ya saben cómo se pone el señor Henry Holland cuando nos ve a los del cuartel de feos por allá metidos, ¡Ay, Tom, no te comas los aperitivos! —El chico hizo un puchero con la boca algo llena. —¡Ay no! Vámonos de aquí, vamos. —El chico más alto empujo a Olivia y Tom por la espalda para hacerlos caminar. —A mí me tiene que aguantar porque soy el encargado de recibir a los compradores. —Se dirigían a una de las salidas cuando el jefe del chico volvió, haciéndolo tener que volver. —Doctor ¿cómo está? Ya está todo listo, solo falta que lleguen los compradores. —El chico había corrido para poder alcanzar a su jefe que iba a lado del presidente de la empresa.

— Bueno, encárgate de ellos.

— Bueno, permiso. —Con paso presuroso, volvió a sus deberes.

— Oye, jirafo, ¿tu secretario no piensa dejar de crecer? Cada día lo veo más alto. —Louis observaba al chico con burla viéndolo desaparecer por el pasillo.

— Mejor. —Dijo Liam como si no importara. —Mira yo para evitarme la tentación de tener un secretario bonito con el que podría terminar enredado, a diferencia tuya, prefiero tener un alto y no un feo. —El ojimarrón tomó a su amigo pasando un brazo por sus hombros para que siguieran avanzando. —Mira yo tengo un complejo psicológico con las posibles parejas más altas que yo. Siempre que trato de seducir a una, siento que necesito la ayuda de un amigo para poder dominarlas. —Louis se separó del abrazo y levantó ambas manos comenzando a negar.

— Conmigo no cuentes. —Liam lo miro con complicidad.

— Siempre fracaso, tú lo entiendes.

— Mmm, más o menos. —Louis movió las manos girando la muñeca. Liam suspiró un poco decepcionado.

— ¿Vamos a ver cómo le está yendo a Henry? —El ojiazul dio un leve asentimiento y se dirigió a la sala donde Henry y los modelos estaban.

— ¡Henry! —Alzó la voz Louis para que lo escucharan, pero enseguida se encontró con varios modelos moviéndose de un lado a otro. —Hola, mi vida, que linda estás. —Saludó a una de las modelos que pasaba cerca.

Continuaron avanzando, acercándose al resto de los modelos, algunos en bata, otros maquillándose o arreglándose el cabello. Segundos después Louis recordó lo que había olvidado.

— De-deje la billetera en la otra chaqueta, ahí tengo las tarjetas de presentación que voy a necesitar. —Esperaba que Liam le dijera que iría por ella, pero su amigo solo le sonrió.

— Ah bueno, entonces ve por ellas mientras que yo me quedo trabajando aquí. —El castaño más alto se dio vuelta para charlar con otros modelos, al tiempo que Louis hizo una mueca dispuesto a llamar a su oficina.

"Yo Soy Harry, El Feo"  L.S A.U Donde viven las historias. Descúbrelo ahora