Capítulo 23

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Los amigos de Harry se acercaron a él cuando Smith regresó a su oficina y Louis desapareció por el pasillo. Tanto Tom como Olivia le regalaban sonrisas brillantes.

— Harry, dinos que lo que oímos es verdad, ¿vas a quedar de presidente encargado? —Tom dijo con emoción.

— Sí, voy a quedar al frente de Tomder mientras ellos llegan de viaje. —Harry también estaba lleno de emoción y no podía evitar sonreír.

— Ay, felicitaciones, Harry. Mejor dicho, ahora sí, ¡los feos al poder! —Olivia sonrió ya pudiendo imaginar lo que podrían hacer durante los días de ausencia de los jefes.

[...]

— ¿Será que se pueden apurar con las luces? —Louis pidió al hombre que estaba terminando de instalar la iluminación. —Quiero todo listo lo más pronto posible, por favor.

— Mira, Louis, yo voy a instalar a los compradores de almacenes de cadena, aquí en la segunda fila, ¿ok? —Bleta, que ya se había cambiado a su vestido para el evento, se acercó al ojiazul.

— Ah, perfecto. Gracias, Bebe, de verdad. —Louis asintió estando de acuerdo y continuó observando las cosas faltantes. —Disculpen, señores. Cuando lleguen los invitados los recibiremos con un coctel, ¿sí? —Esta vez el orbes marinas se dirigió a los meseros. —Sonrientes, alegres, atendámoslos bien, ¿bueno?

— ¡Louis Tomlinson! —Henry llegó con un grito de molestia. —¡Quiero las prendas del desfile ya! ¿quién los autorizó a retirarlas?

— Yo, el presidente de esta empresa. —Louis rodó los ojos fastidiado.

— Mira, tú puedes ser el presidente o el dueño del mundo, pero o me das esas telas o no hay desfile. —El diseñador seguía igual de enojado.

— A mí no me amenaces, Henry.

— Bueno, ya, ya, niños, no peleen. —Liam se interpuso entre ambos en busca de evitar una pelea antes del show. —Yo me encargo de las prendas, tranquilos.

— ¿Qué es lo que pasa? —Samuel también llegó poniéndose al lado de su prometido.

— Mira, dile a este señor que, primero que todo, me respete y segundo, me traiga las prendas del desfile de inmediato. —El diseñador se dirigió a Samuel.

— ¡A ver, Henry, me estoy cansando de tus berrinches y de tus amenazas! ¡Me estoy casando de ti, Henry Holland! —Henry lo miró de arriba a abajo y con la cabeza en alto volvió a su taller.

— Ya cálmate, por favor, amor. —Samuel tomó con delicadeza el brazo de Louis, pero este se zafó del agarre con molestia y sin más se fue con fuertes pisadas hacia su oficina. —Bleta. —Samuel llamó en tono de súplica. —Por favor, ayúdame a tranquilizar a este hombre.

— Consígueme unas velas, anda. —La rubia dijo después de asentir levemente.

[...]

Ya en su pequeña oficina, el rizado comenzó a guardar sus cosas listo para irse a su casa, pero mientras hacía eso, el teléfono sonó.

— Presidencia Tomder. —Habló Harry de manera automática. —Ah, eres tú, Zayn. Ya salía para la casa, ¿dónde estás?

— Aquí en las oficinas de Inversiones Promoda. —El morocho dijo a través de la línea. —Pues en tú casa Hazzie. Te llamaba para avisarte que ya nos llegó el programa para la bolsa y ya lo instalé en el computador. ¿Qué dijo el jefe? ¿Nos autorizó?

— Sí, y que podemos empezar a trabajar cuanto antes. —Harry sonrió, aunque su amigo no pudiera verlo.

— ¿Y así de fácil fue la cosa? ¿Nos dio autorización para mover el capital como quisiéramos? —Zayn sonaba algo incrédulo. —Oye, Harry, ¿le dijiste que ibas a trabajar conmigo?

"Yo Soy Harry, El Feo"  L.S A.U Donde viven las historias. Descúbrelo ahora