El pequeño chico rizado caminaba con nerviosismo hacia la entrada del imponente edificio. Su caminata era algo torpe y para nada elegante, aun así, con el valor que pudo tomar se acercó hasta el portero.
— Buenos días, vengo a una entrevista de trabajo. —El portero le miró con el ceño fruncido, pero asintió.
— Siga por favor.
Por delante de él un chico y una chica habían entrado ya, se acercaron hasta la recepcionista y alcanzó a escuchar lo que decían.
— Buenos días, venimos a un casting con Henry Holland. —La bonita chica de recepción se levantó de su asiento, tardando en responder unos segundos.
— ¿Ustedes son modelos?
— Sí, señorita.
— Segundo piso al final del pasillo. —El chico y la chica continuaron el camino hasta el ascensor, dejando el camino libre para el pequeño rizado. Pero antes de que pudiera decir algo, la mujer de recepción volvió a hablar para sí misma en voz alta.
— ¡Modelos! —Su tono era algo despectivo. —Más tengo yo de modelo que esos flacos sin gracia.
Había que admitir que la chica tenía un bonito cuerpo, aún más con la ropa que llevaba puesta, haciendo más notables sus curvas. Entonces el ojiverde se acercó hasta ella.
— Buenos días, vengo a una entrevista de trabajo. —La bonita recepcionista no dudo en contestarle.
— Sí, segundo piso en la sala de juntas.
El rizado avanzó hasta donde los mismos modelos de hace unos segundos, esperaban el ascensor. Una vez que esté llegó, se adentró en él junto a todos los demás.
En el segundo piso todo parecía ser un caos, más chicas y chicos lindos iban y venían por el largo pasillo, el castaño continuó caminando tratando de encontrar la sala de juntas. Llegó al fondo del pasillo un hombre de mediana edad con una cinta métrica al cuello, lo miró por unos segundos.
— ¿Y tú qué haces aquí? ¿Quién eres? ¿Quién te mandó? —Su tono de voz solo le hizo saber que no estaba en el lugar correcto.
— Estoy buscando la sala de juntas. —El hombre trono los dedos y señaló por el pasillo.
— La sala de juntas queda por allá al fondo. Aquí no venga que estamos ensayando, ni si quiera sé le ocurra, ni de chiste, ¿me escucho? —El chico volvió a asentir y volvió sobre sus pasos al lugar indicado. Un chico de cabellos castaños terminó de dar las gracias y comenzó a decir nombres.
— ¡Niall Horan! —Tuvo que gritar para ser escuchado.
— Soy yo. —Un chico de cabellos rubios que hablaba al teléfono se acercó. —Tengo que colgar, ya me llamaron.
— ¡Harry Styles! —Al escuchar su nombre el castaño caminó más apresurado esperando alcanzar a llegar antes de que le cerraran las puertas en las narices.
— ¡Soy yo! ¡Soy yo! —Las puertas de la sala de juntas ya habían sido cerradas, pero el castaño volvió a abrir. —Yo soy Harry Styles. —El castaño le miró por un par de segundos algo aturdido.
— Sí, adelante. —Le dio la espalda y continuó hablando. —Doctor, llegó Harry Styles.
El castaño se adentró al lugar, el rubio ya estaba saludando a los presentes con una sonrisa que fue bien correspondida. En cambio, a él solo le miraron como todos hacían.
— Siéntese, por favor. —El hombre que realizaría la entrevista habló para después centrarse en el rubio. —Su nombre.
— Niall James Horan. —En su tono de voz había un tono de coquetería.
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"Yo Soy Harry, El Feo" L.S A.U
FanficHarry Styles tiene un título en finanzas. Para su suerte, consigue empleo en una de las compañías más importantes en el mundo de la moda, TOMDER. Harry nunca imaginó los constantes desprecios que enfrentaría por su aspecto físico. A.U Basado y adapt...