Capítulo 50

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— Oye, Harry, ¿qué estás tomando? —Fue lo primero que se le ocurrió preguntar al ojiazul.

— Jugo de mora, doctor. —Harry le sonrió levemente a su jefe, quien parecía algo incomodo.

— Ah, ¿quieres brindar? —Torpemente, Louis levantó su whisky, forzando una sonrisa.

— Por Tomder. —Dijo chocando su vaso con el del presidente, manteniendo una sonrisa amable en su rostro.

— No, no, no, vamos a brindar por ti y por mí. —Con torpeza, Louis le dio la mejor sonrisa seductora que pudo en su estado de leve ebriedad. Harry, por su parte, abrió sus esmeraldas en sorpresa, sintiéndose afortunado cuando el celular de castaño comenzó a sonar. —Uy, es Samuel.

— Conteste, doctor. —Harry lo animó al ver que no hacía más que quedarse viendo el teléfono. —De pronto va a pensar que está haciendo otras cosas.

— ¿Aló? —Después de soltar un suspiro Louis contestó el teléfono, sin embargo, apenas lograba entender algo con la música algo alta y el alcohol en su sistema. —¿Aló? —Al seguir sin entender, se levantó en busca de un lugar más tranquilo en el que tomar la llamada. —¿Aló?

Hola, mi amor, ¿todavía estás trabajando? —La voz aterciopelada de Samuel llenó su cerebro al escucharla al teléfono.

— Ah, sí, sí. —Apenas atinó a decir.

— ¿Y dónde estás?

— Eh, estamos aquí... eh, estamos comiendo con Harry y Liam.

— Ah, pero si parece estuvieras en un bar.

— Sí, mi amor, estamos en una taberna porque no encontramos nada más abierto. —No entendía como es que estaba logrando que su voz saliera lo suficientemente decente.

— Ah, ¿y están los tres?

— Sí, sí, estamos los tres ¿por qué? —Se quedó cerca de los baños recargado en la pared par ano perder el equilibrio.

— Pues discúlpame, pero me suena tan raro. —Y también era completamente extraño para Louis. —Ese plan no te lo conocía.

— ¿Y qué tiene de raro? —Su voz se puso algo a la defensiva. —Estábamos trabajando y entonces nos cansamos y decidimos salir a comer algo, y como no había nada abierto cerca, nos tocó meternos a una taberna, mi amor. Ahora, si tú no me crees, pues muy simple, te vienes para acá y lo confirmas, o mandas a Niall. Él sí es un espía.

Ay, mi vida, era una simple pregunta. —Samuel mantenía la voz suave y dulce.

— Tus preguntas nunca son simples. Van siempre cargadas de veneno. —Sin embargo, en Louis parecía no hacer efecto. —Yo siempre estoy aquí tranquilo, portándome bien y tú dudas de mí.

— Ah, bueno. Pues si me dices que estás con Liam y la belleza esa, no tengo porque desconfiar. Solo quería saber si estabas bien y a qué hora ibas a venir.

— Bien, bien, bien, pues voy a llegar en un par de horas. Adiós. —No espero a que su novio le contestara y terminó con la llamada. —Vamos Louis, tú puedes. Andrew Arnold, Andrew Arnold. —Metió aire en sus pulmones para soltarlos con lentitud y después volver a lado del ojiverde.

— ¿Tuvo problemas? —Harry parecía estar preocupado por la situación en la que el castaño podría encontrarse.

— Los de siempre. —Louis se alzó de hombros, restándole importancia al asunto.

— ¿Y le dijo que estaba conmigo?

— Sí.

— ¿Y qué le dijo? —Su corazón se aceleró un poco con el pensamiento del ojiazul hablando sobre él.

"Yo Soy Harry, El Feo"  L.S A.U Donde viven las historias. Descúbrelo ahora