Louis caminaba con calma por el vestíbulo con Liam a su lado, regresaban del área de producción. Fue entonces que notaron a Perrie subir al elevador, y presionar el botón para subir. Sabían que, si no la detenían, tendrían que esperar a que el ascensor subiera y volviera a bajar, lo que sería una pérdida de tiempo, o bien, podrían subir por las escaleras, así que no dudaron en correr los pocos metros hacia el ascensor y gritarle a la rubia.
— ¡PERRIE! —Llamó a la rubia. —¡PERRIE, DETEN EL ASCENSOR! —Y se alegró cuando la chica hizo lo pedido, pero se detuvo al ver a Jade en su puesto de trabajo. —Jade.
— ¿Sí, doctor? —La semirubia le miró con los ojos asustadizos.
— Que placer tenerte hoy por aquí. —La ironía brillaba en la voz del presidente.
— Ay, una disculpa, doctor. Lo que pasa es que anoche tuve una muy mala noche y me quedé dormida. —Jade se encogió un poco en su lugar, mientras sus mejillas se teñían de vergüenza.
— Parece que las últimas han sido muy malas noches ¿no te parece? —Louis mantuvo su tono serio. —Estás llegando tarde todos los días.
— Doctor, de verdad lo siento. Le prometo que esto no volverá a suceder. —Casi suplicó, sabiendo que podía ser despedida en ese preciso momento.
— Estás demorando en llegar, Jade. —Liam mencionó, dándole una mirada un tanto burlona a la semirubia.
Sin dejar que la recepcionista contestara, se adentraron al ascensor para ir hacia sus oficinas. Perrie, solo se quedó en silencio detrás de los empresarios, mirándolos curiosa cuando las puertas se abrieron y ambos vieron hacia todos lados en estado de alerta.
— Buenos días, —Liam y Louis saludaron, dirigiéndose cada uno a su propia oficina.
— Buenos días. —Niall respondió cuando su jefe pasó frente a él.
— Buenos días, Nini. —Perrie se acercó al escritorio, tomando algunos de los sobres que llevaba en las manos. —Aquí tienes, y como hoy estás muy lindo, te voy a dejar otro. —Le sonrió débilmente, dejando un sobre más al rubio.
— Gracias. —Dijo con una mueca, y en cuanto la mensajera se fue, tomó el teléfono, apretando el número que llamaba directo a la oficina de Samuel. —Sam, acaba de aparecer el desaparecido y con el tonto de Liam. Llegó con una cara de dormido y una cara de placer… ¿Sam? ¿Hola? ¿Sam? —Pero el pelinegro ya había cortado la llamada.
[…]
— No, doctor Mattews. Todavía no ha llegado. —Harry sostenía el teléfono de la oficina contra su oreja. —Quién sabe dónde pasaría la noche. —Quizás fue solo coincidencia, pero en ese momento la puerta de la oficina se abrió, revelando la presencia del presidente de la empresa. —Acaba de aparecer. Sí, parece que está bien. Yo le digo que lo llama. Hasta luego. —Con eso terminó la llamada, pero sin quitar la mirada de su jefe.
— ¿Y quién se supone que apareció? —Louis dijo con un tono de molestia, cerrando la puerta tras de sí.
— Usted, doctor. —Harry le dio una leve sonrisa a Tom, que continuaba con él, haciendo una seña para que entendiera que tenía que irse-
— Ah, ¿sí? ¿Y dónde apareció?
— Pues aquí, en su oficina. —El ojiverde apretó los labios en una fina línea.
— Harry, me voy. —Tom anunció, comenzando a sentir la irritación del presidente de la empresa. —Permiso, doctor, me alegra mucho que haya aparecido bien.
— Harry. —Louis caminó hacia su lugar tras el escritorio, mientras que el asistente se encargaba de cerrar la puerta tras Thomas. —Cuéntame una cosa, ¿de qué está hablando Thomas? ¿qué está pasando? ¿acaso soy un fantasma? ¿me quieren enloquecer? —Se frotó las cienes con molestia. —¿dónde se supone que debería haber aparecido?
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"Yo Soy Harry, El Feo" L.S A.U
FanfictionHarry Styles tiene un título en finanzas. Para su suerte, consigue empleo en una de las compañías más importantes en el mundo de la moda, TOMDER. Harry nunca imaginó los constantes desprecios que enfrentaría por su aspecto físico. A.U Basado y adapt...