Capítulo 48

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— ¿Y es que crees que, porque eres un ejecutivo, la mano derecha del presidente de la compañía, ya no eres el niño de tu casa? —Desmond regañaba a su retoño mientras se adentraban a la su casa. —¿Y tu familia, Hazzie? ¿Y tu casa? ¿dónde quedan?

— Ay, papá, por favor, yo nunca he pensado eso. —Harry rodó los ojos sin que su padre se diera cuenta, estaba siendo un poco exagerado con toda la situación. —Yo sigo siendo de la casa.

— ¿Sí? Pues te estás tomando libertadas que no corresponden, Harry, y eso no me gusta. —El mayor seguía sonando un poco molesto.

— Pero ¿por qué, papá? ¿qué hice? —Avanzaron por el pasillo hacia las escaleras. Harry no quería discutir, más bien quería y necesitaba ir a su habitación después de un día tan largo. —Fue un evento del trabajo.

— ¿Qué tanto hacías ahí adentro? A ver, dime, dime.

— Pues trabajar, atender a los invitados, atender a don Louis. Y no me podía ir hasta que él no me autorizara. —El ojiverde encaró a su padre, le molestaba que no le creyera lo que estaba diciendo, pese a decir la verdad a medias.

— Pues no me gustan, jovencito, esas reuniones de ejecutivos, de modelos. Ese mundo de la moda es muy pesado. Eso no es para ti, Harry. —Des veía a su hijo comenzar a subir con pesadez la escalera. Lo veía muy agotado y eso no le gustaba mucho.

— Yo sé que no es mi mundo, es mi trabajo, papá.

— Pues vas a tener que controlar los excesos, las saliditas esas tarde, los eventitos, todas esas cosas.

— ¿Saliditas? —Ja, como si lo hiciera todos los días. A penas su había salido un par de veces con sus amigos. —Pero si yo rara vez salgo. Y si me demoro es porque me tocó quedarme a trabajar hasta tarde, papá.

— Desmond, ya deja de regañar al niño. —La voz de Anne se hizo presente, haciendo al menor soltar un pequeño suspiro de alivio. —Mira que él tiene que madrugar mañana, debe ir a trabajar.

— Sí, sí, ya, ya. Pero tampoco me gusta el grupito ese de amigos que tienes en Tomder. —Desmond se cruzó de brazos.

— ¿Por qué? ¿qué tienen? —Harry frunció el ceño con confusión, no entendía porque su padre sacaba ese tema, además, él no le veía nada de malo a sus amigos.

— Son unos locos. Hace rato vi a una muchachita subiéndose a una moto con otra rubia.

Harry solo rodó los ojos y prefirió irse a su habitación sin decir nada más. Probablemente se refería a Jade y Perrie, o a Jessie con Perrie, pero a él realmente no le importaba, sus amigos podían hacer lo que quisieran con sus vidas amorosas, solo iba a opinar si se lo pedían.

[...]

— Pero, mi amor, de verdad explícame, ¿cuál fue la ofensa en invitar a Harry al desfile? —Acababan de subir por el ascensor al departamento de Samuel, quien estaba bastante molesto.

— Es que nadie lo invitó, él se metió, se coló. —Su palabras salieron con un tono fuerte, casi siendo un grito.

— No, aclaremos este problema de una vez por todas, porque yo no me voy a terminar matando contigo por culpa de Harry. —Louis era en esta ocasión quien mantenía la calma. —A mí me parece que él ha trabajado muchísimo, es más, me parece que la colección salió, en parte, gracias a Harry.

— Ay, no pues. Nosotros somos los peones de Harry. —Samuel dijo con Sarcasmo, cruzándose de brazos con evidente molestia.

— No, no, escúchame, Samuel, escúchame. —El castaño sostuvo al otro con suavidad por los hombros. —Yo cometí un error con los proveedores de Nueva York, está bien, lo acepto. Pero la persona que se apropió de ese negocio, la persona que habló con los proveedores, con los bancos, que consiguió los préstamos, fue Harry. A mí me parece que lo mínimo que podíamos hacer con él era invitarlo al lanzamiento. —Lo soltó lentamente, continuando con su pequeño discurso. —Ahora, te voy a decir una cosa. Él no es parte del cuartel de los feos. No, él es un ejecutivo importante en Tomder, tan importante como lo es Liam, como lo es Henry, como lo eres tú.

"Yo Soy Harry, El Feo"  L.S A.U Donde viven las historias. Descúbrelo ahora