"Yo Soy Harry, El Feo" L.S A.U

Capítulo 30

El ojiverde entró a su habitación sintiéndose bastante agotado, aunque ahí se encontró con Zayn trabajando en la computadora, así que no dudó en acercarse a él.

— Hola, Zayne, ¿cómo nos fue hoy? —Harry se inclinó para poder ver bien el computador.

— Muy bien, Hazzie. Reaccionaron las acciones del sector bebidas, tal como tú habías dicho. —El morocho le mostró una sonrisa orgullosa. —Lo único triste es no tener los 100 millones que le prestaste a Tomder, porque mira, estaríamos haciendo bellezas, ¿ya consignaste el dinero?

— Sí, y no te pongas así, Zayn. —El rizado continuó su camino hasta la cama para sentarse en ella. —A fin de cuentas, ese dinero es de don Louis.

— Que pena, mi querido Harry, me da mucha pena, pero él solo puso el capital semilla, y el resto del dinero, fue con el sudor de esta frente, —El morocho se dio un leve golpecito en su propia frente. —esta otra, —Ahora golpeó la pantalla del computador. —y la tuya.

— Pues sí, pero ese fue el convenio con don Louis. —Harry hablaba mientras comenzaba a sacarse los zapatos.

— ¿Cómo así? ¿Eso quiere decir que fracasaron las ventas?

— Sí. —El rizado dejó salir un suspiro y se acomodó sobre su cama. —Pobre don Louis, se le vino el mundo encima. Ahora le toca sacar rápido esa colección, sacar otra nuevamente, buscar un financiamiento y yo le tengo que cubrir lo de los bancos y los acreedores mientras tanto.

— Harry, —Zayn sonaba preocupado. —¿Y la familia y los demás miembros de la empresa ya saben que se cayeron las ventas? ¿Ya saben el riesgo que corre la empresa?

— No, ellos no tienen ni idea de la situación real de Tomder. —Harry pudo ver la sorpresa en las orbes mieles del morocho. —Claro que don Samuel si se dio cuenta de las malas ventas y le armó un problemota, lo trató muy mal.

— Él si es capaz de ahorcarlo y echarlo al agua. —Zayn había cambiado de lugar y ahora estaba sentado en una de las orillas de la cama.

— Pues el doctor Louis le pidió que no dijera nada, pero él estaba muy renuente. —El rizado hizo una pequeña mueca. —Yo creo que hoy le va a tocar convencerlo. Aunque, de todas maneras, don Louis va a proteger la empresa. —Su amigo le miró confundido y Harry se inclinó para sacar de entre sus cosas una de las carpetas.

— ¿Cómo? —El ojimiel no lograba entender el plan que tenían.

— Lee esto. —Y Harry le entregó la carpeta rosada.

[...]

Las puertas del ascensor se abrieron, dándole la bienvenida a un departamento un tanto desordenado. Aún había cosas sin desempacar y otras más sobre la mesa del comedor.

Louis se frotó las sienes con algo de cansancio antes de comenzar a llamar a su prometido.

— Samuel. —Llamó mientras se adentraba al apartamento observando las cosas que encontraba en su camino. —Samuel.

— Ah, ¿te entusiasma ver lo que traje? —El pelinegro dijo saliendo de la habitación con una pequeña sonrisa.

— Sí, claro, por eso vine, para verlo. —Louis también trató de sonreír.

— Amor, —Samuel se acercó, pasando sus manos por el cuello del castaño. —¿qué pasaría si yo llamó a Broddy y a tus papás y les digo todo lo que pasó con la colección y las bajas ventas que tuvimos? ¿Qué consecuencias traería eso? —Samuel intentó besarlo, pero Louis se alejó del toque.

— Si tú llegas a hacer eso, Samuel, yo cancelo nuestro matrimonio. —Louis se puso aún más serio cuando su prometido lo soltó alejándose de él. —¿O qué querías que te respondiera? ¿Quieres que me meta a la boca del lobo y que me quede callado? ¿o quieres una respuesta romántica? Que me acerque a ti, te tomara entre mis brazos y que te diga "Mi amor, tú puedes hacer conmigo lo que te dé la gana, porque nuestro amor y nuestro matrimonio están por encima de los problemas de la empresa". —Lo último lo había dicho con una voz falsamente dulce. Se acercó al minibar para servirse un trago. —Olvídalo, Samuel. Mira, tú vas a entender una cosa. Tú me ayudas a mí en la empresa, ¿okay? me ayudas en la empresa y yo te hago el favor de casarme contigo. —El mencionado soltó una carcajada, sintiéndose indignado. —Claro, además te quiero decir otra cosa. Yo no vine a ver todo lo que compraste, me importa una mierda.