Capítulo 27

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— ¡Desde que ustedes se fueron me amenazaron con hacer asado de secretaria y así fue! —El rubio dijo en un lloriqueo acusatorio. —Trapeó el piso conmigo todo el tiempo. Me puso a contestarle sus llamadas, me puso a hacerle sus cartas. Me trató como al más infeliz de todos los secretarios. ¡Me puso hasta a traerle café a sus invitados! Es que lo único que me faltó fue que él me pidiera que le peinara ese copete.

— Doctor, yo necesitaba colaboración, yo no podía hacer todo solo. —Harry se defendió de las acusaciones del rubio. —Yo te dije que, si no querías hacerlo, los demás secretarios me colaboraban, pero te negaste.

— A ver, niños, a ver. —Louis intervino con tranquilidad. —Tratemos de dirimir esto. Déjame ver si entendí, querido Nini. —El castaño se acercó a pasos lentos hacia el secretario. —Tú lo que querías es tener una licencia de vacaciones de dos semanas, pero dentro de la empresa, ¿verdad?

— Bueno, está bien. —Niall hizo una mueca. —Pero eso no es todo, Louis. Él y el Cuartel de feos se negaron a pagarme mi cheque, mi sueldo, dizque porque hubo un daño en el sistema. Total, la única persona a la que aún no le han pagado aquí es a mí.

Louis se giró a ver a sus asistente esperando una respuesta.

— Tu cheque ya está listo. —Harry dijo con una sonrisa inocente.

— Ah, sí, pero hasta ahora. —El rubio volvió a reprochar con molestia.

— A ver, Nini, ¿por qué no vas y cobras tu cheque? —Louis cuestionó con falsa tranquilidad.

— Mira, Louis-

— ¡¿Por qué no vas y lo cobras?! —El castaño dio un grito ya cansado de las quejas del secretario. —O, Nini, yo le voy a decir a Harry, que te pida el favor que todos los días le hagas el copete. —El rizado sonrió con burla hacia el rubio, sacando la lengua levemente de manera infantil y sin que nadie, más que Niall, se diera cuenta.

— Bueno. —El rubio se mordió el interior de la mejilla tratando de contenerse. —Me imagino que ya le dijiste a Louis que, gracias a ti, Henry Hollando renunció. —Con eso dicho, Niall se dio la vuelta y salió de la oficina.

— ¡¿Qué?! —Con asombro, Liam y Louis se giraron a ver al asistente que ahora se había puesto un tanto pálido.

Harry se puso un tanto nervioso, no sabía que hacer exactamente, pero su jefe lo miró por unos segundos en busca de comprenderlo.

— Llama a Henry. —Louis pidió con una mueca y sin dudarlo, el rizado acató la orden.

— Hola. —El rizado escuchó la voz del diseñador.

— Con Henry Holland.

— Si, con él. ¿Quién me necesita?

— El doctor Louis Tomlinson. —Harry dijo con firmeza.

— Ay, pues dile al señor Louis Tomlinson que en este momento estoy muy ocupado descansando. —Sin más, el diseñador terminó la llamada.

— Me colgó, doctor. —Harry miró a su jefe apenado.

— Dame el teléfono. —El castaño dijo con seriedad, marcando el número de Henry él mismo.

— Mira, murciélago, no insistas que-

— ¿Cuál murciélago? —Louis habló molesto. —¿Cuál murciélago, Henry? Mira, habla Louis. Quiero que vengas a trabajar ya mismo.

— No mientras Harrybicho esté al frente de la empresa. Para lidiar con animales, ya me basta con Val. La mascota de Riky, mi novio.

"Yo Soy Harry, El Feo"  L.S A.U Donde viven las historias. Descúbrelo ahora