Capítulo 43

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— Y como esta vez vamos a tener muchos más invitados y muchos más diseños, pues decidimos hacerlos en el Hotel Royal. —Samuel comentaba con ojos brillantes y orgulloso. —Vamos a tener una pasarela más larga y mejor.

— Y ya tenemos confirmados, prácticamente, a todos los compradores importantes y a la prensa. —Bebe agregó con la misma alegría.

— ¿Les quedaron ganas de volver? —Broddy dijo con un poco de burla.

— Tú si amargas hasta el último momento. —El presidente rodó los ojos, ya harto de la presencia de su cuñado.

— Broddy, perdona, pero tenemos una muy buena colección. —El pelinegro defendió con el rostro serio, también cansado con las actitudes de su hermano.

— Ay, Henry, vamos, me muero por ver la colección. —Jane intervino, no queriendo que se comenzara una pelea en medio del almuerzo.

— Pero claro. —Henry entendió el mensaje y sonrió ampliamente. —Los espero en el Show room. Mientras preparo a mis chicos.

— Eh, yo les pido un permiso. —Harry también se levantó, alisando un poco si chaleco. —Voy a ver cómo están los señores de la aseguradora.

— Ve, Hazz, los atiendes muy bien. —La voz de Louis fue suave y casi un susurro, siendo las palabras únicamente dirigidas a su asistente.

[...]

— Buenas. —Harry dijo mientras se acercaba al abogado y el secretario.

— Señor Styles. —Saludó Antony.

— ¿Cómo van?

— Ya acabamos esta área, pero necesitamos hacer el inventario de todo el stock de la empresa. —El secretario informó.

— Ah, bueno, síganme por aquí. —Harry les sonrió, esperando pacientemente a que ambos hombres terminaran de reunir sus cosas para salir del lugar.

— Doctor Styles, ¿si es consciente de que todo esto puede ser suyo? —El abogado sonrió levemente, sonriéndole mientras avanzaban a través de los pasillos.

[...]

— Bueno, bienvenidos a otras de mis creaciones. —El diseñador habló mientras los modelos comenzaban a salir a la pasarela. —Esta colección está inspirada en oriente. Veremos efectos corrugados en chifones, satines acanalados con visos iridiscentes y también veremos velvetones tornasolados. Lo que se manejó aquí fue la técnica origami. Espero que una caricia pase por sus sentidos.

— Hermano, pero si Claude te está dedicando todo el desfile a ti. —Liam murmuró, aprovechando que se habían sentado juntos.

— Claude está enloqueciendo. El otro día se metió a mi oficina, cerró con seguro. Yo le dije "terminemos con esto, no molestes más" —Louis respondió de la misma forma.

— ¿Y que te dijo? —El ojimarrón no quitaba de encima la mirada de los modelos.

— No, no dijo nada porque nos empezamos a besar. —Pudo escuchar el sonido de sorpresa que Liam hizo.

— ¿Y entonces?

— Lo que pasa es que, con esa personalidad, a uno se le desvanece la personalidad.

Mientras que al otro lado de la pasarela.

— ¿Y qué le pasa al idiota ese? —Samuel preguntó a Niall con el ceño fruncido, señalando con disimulo a un modelo de rizos castaños.

— Pues qué le va a pasar, está enfilando las baterías hacia Louis. —El rubio se inclinó un poco hacia su amigo que la conversación continuara siendo confidencial. —Mucho ojo, Sam, porque yo el otro día lo encontré en la oficina de Louis, y estaba con una facha super insinuante.

"Yo Soy Harry, El Feo"  L.S A.U Donde viven las historias. Descúbrelo ahora