— ¿Qué tanto era lo que hacías allá afuera con tu jefe? —Des habló en un tono molesto.
— Nos estábamos despidiendo, papá. —Harry dijo acomodando un poco nervioso el bolso en su hombro.
— No me vengas con cuentitos. Ustedes vinieron hace rato y se volvieron a ir, porque yo me di cuenta. Estos son testigos. —El hombre señaló a Anne y Zayn que solo miraban alternadamente entre padre e hijo.
— Ah... —Tenía que pensar rápido una mentira. —Es que don Louis quería comprar unos cigarrillos y lo acompañé, pero después volvió y me trajo a la casa. —Se excuso, recordando el leve aroma a tabaco que su jefe usualmente tenía al final del día.
— Ay, don Desmond. No estará pensando que Harry y el jefe estaban haciendo algo raro dentro del carro, ¿no? —Zayn aportó. —Que optimista. —El morocho rio junto a Harry por lo absurdo que parecía aquello. —Seguro que agarró la mano, pero con la puerta del carro.
— Eso no me parece ningún chiste, Zayn. —Anne miró seria al pelinegro. —Des, ya no molestes al niño con el jefe. —Terminó por regañar un poco a su marido también.
— Es que a mí no me gusta que te metas al carro con un tipo tanto tiempo. —El mayor continuó con su regaño. —Eso no está bien, aquí tenemos vecinos, ¿qué va a pensar la gente?
— Que Harry se consiguió novio rico. —El morocho bromeó, haciendo que el ojiverde también lo hiciera.
— Ya te lo he dicho, te lo he repetido muchas veces, Harry Edward, de que no me gusta que des espectáculos en la calle. No abuses de la paciencia de uno. —El hombre se cruzó de brazos con molestia.
— Ay, papá. —Harry rodó los ojos, pero prefirió no seguir la discusión y darse la vuelta para ir hacia las escaleras.
— Hazzie, ¿no vas a cenar? —Anne preguntó antes de que su retoño se fuera.
— No, no tengo hambre. —Negó, siendo seguido escaleras arriba por su amigo.
— Ja, ahora el niño no va a comer. —Y al Des también se le estaba yendo el hambre.
— El que está abusando de la paciencia del niño eres tú, Desmond. —Anne acusó a su marido. —¿De qué lo estás acusando? ¿De que se estaban besando ahí dentro del carro, o haciendo quién sabe qué cosas? ¿Acaso lo viste?
— Uno nunca sabe, Anne, uno nunca sabe. —Se concentró en cortar su carne al tiempo que continuaba hablando. —Qué tal que resulta ser uno de esos tipos que se cansan de tener aventuras con modelitos y pasan a tener experiencias con personas exóticas, raras, como Harry. ¿Y todo por qué? Por vivir nuevas sensaciones. —Al recibir una mirada sorprendida de su esposa, continuó. —No me mires así, no me mires así que yo lo he leído. Es que yo me preocupo por prepararme, por instruirme.
Mientras que en la parte superior de la casa, ambos amigos avanzaban por el pasillo que llevaba a la habitación del ojiverde.
— Oye, Hazzie, pero no deberías enojarte con tu papá, no te está insultando, más bien te está haciendo cumplidos. —Zayn dijo mientras cerraba la puerta detrás de él. —Es que imagínate, tú con tu jefe besándose en un carro. Ni yo me la creo. —Rio un poco, pero al ver a su amigo solo poner una mueca seria, paró frunciendo el ceño. —¿Qué pasa? ¿Dije algo malo o qué?
— Ay, Zayne, tengo como sueño. —Harry no lo miró a la cara, prefirió lanzarse a su cama mirando al techo.
— No, yo te veo como rarito, más bien veo tus ojos como turbios. —El morocho se acercó, provocando que Harry se sentara para mirarse. —Seguro te subió el astigmatismo o la miopía.
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"Yo Soy Harry, El Feo" L.S A.U
FanfictionHarry Styles tiene un título en finanzas. Para su suerte, consigue empleo en una de las compañías más importantes en el mundo de la moda, TOMDER. Harry nunca imaginó los constantes desprecios que enfrentaría por su aspecto físico. A.U Basado y adapt...