No han pasado ni 10 minutos desde que Anastasia salió de mi oficina cuando Barney entra sin anunciarse.
—¿Despediste a Annie? ¡¿En qué carajos estabas pensando, Christian?!
Dejo los papeles y me recargo en la silla para mirarlo.
—En primer lugar, ella renunció sin previo aviso, ¿De acuerdo? En segundo lugar, ¿Por qué te importa?
Barney es la persona más pacífica que conozco, siempre evitando meterse en discusiones innecesarias. Que esté aquí y con esa postura defensiva me causa curiosidad.
—Pues me importa porque era la jefa, —agita su mano a mi alrededor—. Ya sabes, la que organizaba todo, como la junta que debería haber iniciado hace 5 minutos. ¿Quién se supone que la dirige ahora?
¿Junta?
—Estoy seguro que puedes hacerlo, te vi antes y no parecía molestarte. —le recuerdo. Incluso sonreía sin parar.
—¡Pero Ana organizó toda la información un día antes! Yo solo me pare ahí y repetí el listado de actividades. —Barney señala la puerta y sigue gruñendo—. Ahora ve ahí y dirige tu empresa.
A pesar de los años de conocernos, no me gusta su maldito tono. Soy el dueño de la jodida empresa y puedo prescindir de sus habilidades cuando lo deseé. Él debe recordar eso.
—Por supuesto que lo haré.
Me levanto lentamente, manteniendo la calma porque justo ahora no necesito otro escándalo como el de anoche. Ya circula por ahí el rumor de mi relación con Elena y esa mierda no tarda en llegar a Grace.
—¿Y Barney? Soy el CEO, cuida tu maldito tono o tendremos problemas.
—Los problemas te los buscaste solo por deshacerte de Annie.
¿Insiste con eso? ¿De eso se trata todo esto?
—¿Estás peleando conmigo a causa de ella? ¿Todo este puto berrinche es por una mujer?
Mi viejo amigo y socio se pasa las manos por el cabello como si intentara tranquilizarse y suspira. Cuando vuelve a hablarme su voz es más baja, pero no más amable.
—Si, es por una mujer. La mujer que dejaste ir porque eres un grandísimo idiota, Christian. —sacude la cabeza con una risita—. Esa maravillosa mujer estaba enamorada de ti y la trataste como si fuera el enemigo.
Sigo sin entender qué tiene qué ver con él.
—Trató de quedarse con mi empresa y mi fortuna. —agrego, la mirada de Barney entrecerrándose.
—Se hizo cargo de él, y eso te hace aún más imbécil —le dedico una mirada más dura, pero él continúa hablando—. ¿No lo entiendes? Un loco trastornado intentó matarte, y si, perdimos a Ros en ese accidente. Pero tú sobreviviste. Te dieron la oportunidad de regresar con tu novia, de conocer a tu hijo, ¿Y qué haces? ¡Los apartas de tu vida!
—No es tan sencillo. —le digo, pero incluso yo sé que me estoy quedando sin argumentos.
¿Qué debería decir? ¿Que analicé los registros financieros y no falta un solo centavo? ¿Que la empresa creció un 5.7% más de lo que normalmente crecía? ¿Que no encontré nada contra ella excepto el hecho de que tuvo a este hijo sin mi consentimiento?
—Si, si lo es. Pero estás tan cegado que nada te hará cambiar de opinión, ¿Cierto? —no espera una respuesta—. ¿Eso quiere decir que ya puedo ir detrás de ella?
—No.
—Pero ya no es tu novia —sus cejas se fruncen en confusión—. Y ya que tampoco trabaja aquí, no hay conflicto de intereses.
—He dicho que te alejes de ella, Sullivan.
En lugar de retroceder, Barney cruza los brazos sobre su pecho y se para más recto. Su complexión es más delgada, así que no me intimida.
—¿Y si no lo hago, qué?
Esto es otra maldita broma.
—¿Estás dispuesto a terminar con una relación laboral y una amistad de 6 años por una mujer?
De nuevo se mantiene firme.
—Si.
Como si tuviera una maldita oportunidad con ella. Su pérdida.
—Entonces hagámoslo oficial. —sonrio con burla para provocarlo—. Pero primero asegúrate de que ella corresponde tus sentimientos o habrás echado tu carrera a la basura por nada.
Si decide salir así, me aseguraré que ninguna maldita empresa del país lo contrate o financie sus proyectos. Estará acabado.
Y ya que lo recuerdo, tengo otro asunto pendiente de ese estilo.
Le hago una seña a Barney para que sepa que hemos terminado y saque su lamentable culo de mi oficina. Luego llamo a Taylor para que venga de forma inmediata.
—¿Señor Grey? —golpea la puerta cuando entra.
—Necesito que cambies al personal asignado a mi hijo. Quiero que despidas a ese imbécil que parece el perro faldero de Anastasia.
—¿Henry Ryan? —dice para confirmar, aunque no me molesté en aprender su nombre—. Él renunció esta mañana, señor. Solo Sawyer permanece con nosotros.
¿Qué? ¿También se fue? ¿Anastasia y él se fueron juntos? Ese Imbécil.
—¿Y dónde está Sawyer?
—Aún con la señorita Steele, señor. Lo asigné a él a proteger a Theodore.
Quisiera retirar también su protección para que Anastasia se haga cargo como dijo que lo haría, pero no voy a arriesgar al niño.
Él seguirá bajo mi protección.
—Llámalo ahora y dile que mantenga un ojo en Ted y otro en su madre. Quiero saber qué hacen, a dónde van y con quién.
Ella decidió salir de mi vida, pero sigo teniendo ingerencia sobre mi hijo. Si quiere tener un acuerdo de custodia que satisfaga a todos, será mejor que coopere.
—Si, señor.
Taylor también sale de la oficina, recordándome que debo ir a la dichosa junta que mencionó Barney. Le pido a Andrea una copia de la minuta anterior y me dirijo a la sala de juntas.
La cual también es un puto caos.
Todos charlan y beben café, hablando del jodido clima y dejando todas sus obligaciones de lado. Ni siquiera mi presencia en la puerta los detiene de parlotear.
—Suficiente —gruño, desde ya al borde de mi paciencia—. Todos tomen asiento y cállense, así podemos iniciar.
Un vistazo rápido a la sala me permite notar que Barney no está presente.
—¿Quién comienza? —pregunto y los idiotas se miran del uno al otro—. ¿Quién lleva el orden de la sesión?
—La señorita Steele —menciona un tipo que apenas recuerdo.
—La señorita Steele ya no trabaja aquí, ¿Quién más se encarga de eso?
Otra voz suena desde el fondo.
—Solo la señorita Steele, ¿No debería capacitar a alguien antes de irse?
Eso fue lo que malditamente dije.
—No lo hizo. Ahora basta de mencionarla, ¿Quién va a iniciar la reunión?
Una tímida mujer levanta la mano. Jodidas gracias, una voluntaria.
—Adelante. —le pido, ella voltea a mirar al resto de la sala.
—La señorita Steele preparaba el cronograma y los turnos de presentación de proyectos.
Agh, carajo.
Y el puto día apenas está comenzando...
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Memories: El Recuerdo De Ti
FanfictionJoven. Empresario. Millonario. Sádico. Christian Grey es el amo de su universo, maestro del control y de su cuarto rojo. ¿Cómo pudo olvidarlo? ~ • ~ La historia es mía, pero los nombres de los personajes pertenecen a EL James de su Trilogía "50 somb...