Esperé hasta llegar a mi ático y beber un vaso de whisky antes de abrir siquiera el diario. Estaba seguro que algo de alcohol en la sangre me ayudaría a mantener la calma.
Mi dedo recorre la pasta dura de la portada y levanta, solo para encontrar escrito a mano y en letras doradas Christian & Ana.
Cursi.
—Agh, mierda. —la dejo caer para que cierre de nuevo y tomo otro trago de whisky.
No puedo creer que me esté tomando tanto tiempo revisar lo que Anastasia ha recabado durante estos años. Sé valiente, Grey.
Salto rápidamente la primera hoja, esperando encontrar algo parecido a un diario escrito a mano con jodidos corazones en los bordes e iniciales entrelazadas, pero lo único que observo es una fotografía.
De mi.
Una que, si recuerdo bien, tomó su amigo José en el Heathman para el artículo de Katherine Kavanagh, de los días en que nos conocimos.
—Recuerdo eso —doy la vuelta a la página para mirar el recorte del artículo final—. La entrevista.
¿Es usted gay, señor Grey?
El recuerdo aún me hace sonreír porque encontré divertida su ofensa. Ella supo de primera mano mi nivel de perversión, luego me dejó.
La siguiente hoja tiene algunas notas escritas a mano, todas con mi caligrafía. La primera tiene una cita de Tess la de los Uberville, de cuando le envié a Anastasia esas primeras ediciones de Hardy que prometió devolver pero no lo hizo.
Las siguientes dos son pequeñas notas que dicen: cómeme y bébeme, el logotipo del hotel grabado en el papel como marca de agua.
También recuerdo eso. Elliot y yo estábamos en la ciudad cuando ella y Kate decidieron embriagarse con José Rodríguez, quién aprovechó el momento para lanzarse a por ella.
Pero era mía.
Aún sin serlo todavía, ella no dejó de pensar en mi como yo hice con ella aunque intenté alejarme. Traté de apartarme y a mis jodidas sombras para que fuera feliz.
Pero fui egoísta.
Su pequeño diario no lo menciona, o no hace referencia a nuestra primera noche juntos. Tampoco a nuestro acuerdo de confidencialidad o al contrato de sumisa que ella debía firmar.
Y eso me hace pensar que en realidad el diario fue hecho para nuestro hijo. Si él quisiera conocer su origen, este es el tipo de cosas que le mostraría: la parte vainilla de la relación.
La siguiente página contiene la fotografía que nos hicieron el día de su graduación, la primera fotografía que me han tomado con una mujer que no comparte lazos familiares.
Encuentro otra imagen en la parte inferior, una de un globo en forma de helicóptero y una botella de champán, que es lo que debió mandar Andrea para celebrar la mudanza a Seattle.
Voy vuelta a la página, solo para encontrar dos tickets de avión, de ida y vuelta a Savannah. Incluso eso guardó, y no me extrañaría encontrar alguna referencia a nuestro vuelo en el aeroplano.
Hasta aquí, todo es dulce y cursi como si hubiera sido hecho por una adolescente enamorada.
—Esto es lo que recuerdo —regreso algunas páginas para asegurarme que miré todo—. Pero no esto.
Deliberadamente dejó una página en blanco en medio, luego aparece de nuevo una tarjeta con mi firma, deseándole un buen primer día en el trabajo. Qué idiotez.
¿Así fue como ocurrió? ¿Le mandé algunas flores y ella regresa arrastrándose?
Casi podría burlarme, pero me detengo de hacerlo cuando paso a la siguiente página con una fotografía extremadamente peculiar.
Ana, con un vestido rojo ciruela y el rostro pálido, tan delgada que sus ojos se ven más grandes. Y me sorprende ver que yo también luzco igual. Con la barba crecida y descuidada, y un semblante de preocupación que me arruga la cara.
Elena me azotaría por ser tan transparente.
La fotografía forma parte de un recorte de periódico que hace referencia a una exhibición de arte en Portland. Y lo que solo puede significar que el puto José Rodríguez está de nuevo involucrado.
Hago una nota mental para preguntarle a Taylor sobre eso, mirando también la etiqueta al final de la página sobre Ben & Jerry. ¿Qué carajos es eso?
Tomo otro par de tragos de whisky, sintiendo la inquietud corriendo por mi cuerpo y rápidamente intento calmarla sirviendo más de mi bebida favorita.
Ni siquiera eso me prepara para lo siguiente que encuentro.
Una serie entera de fotografías de nosotros en lo que parece un baile de máscaras, y asumo que es la gala de Coping Together. Anastasia luce deslumbrante en un vestido satinado de color plata que se ajusta a las curvas de su cuerpo y seductores labios rojos.
Las imágenes nos muestran juntos, tomados de la mano, bailando, comiendo, besándonos. El amor está en su mirada enamorada y en la mía, innegable para cualquiera que haya prestado atención.
Jodida mierda.
Estaba enamorado de Anastasia.
La comprensión me golpea como un balde de agua fría porque todo tiene sentido. Nuestros semblantes en la galería de arte eran deprimentes pero aquí, es todo felicidad y sonrisas.
¿Puede ser esto posible? Sé que ella estaba enamorada, esa fue la razón por la que decidió dejarme en primer lugar, porque yo no sería capaz de corresponder. ¿Pero ésto?
Si yo puedo verlo, todos los demás lo hicieron: Grace, Carrick, Mía, Elliot, Taylor y todo el maldito Seattle después de esas fotografías.
Otra pequeña nota en el borde inferior dice que pagué $100 mil dólares en la subasta del primer baile. Mierda.
Bebo el contenido de mi vaso y sirvo otro, necesitando calmar mis pensamientos inquietos sobre todo esto. Es suficiente por hoy.
Antes de que pueda cerrar el jodido diario de Anastasia, una página levantada llama mi atención. La hoja está en blanco, excepto por la fecha en el borde superior. El resto del contenido es un llavero ovalado echo pedazos y fijado ahí con pegamento. La cosa parece inservible, pero de todas formas presiono el botón rojo.
Un brillante Sí ilumina la pantalla.
¿Qué carajos significa todo esto?
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Memories: El Recuerdo De Ti
FanfictionJoven. Empresario. Millonario. Sádico. Christian Grey es el amo de su universo, maestro del control y de su cuarto rojo. ¿Cómo pudo olvidarlo? ~ • ~ La historia es mía, pero los nombres de los personajes pertenecen a EL James de su Trilogía "50 somb...