Capítulo 2.

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Grace y Carrick caminan de un lado a otro en el pasillo, hablando por teléfono y murmurando con miradas nerviosas. No hay que ser un puto experto para saber que algo está mal.

Y lo único en lo que puedo pensar es en mi empresa.

Si Ros está muerta y yo estoy aquí, ¿Quién está a cargo? Barney es un genio, pero no es un administrador eficiente. Con eso en mente, balanceo las piernas fuera de la cama al tiempo que echo un vistazo en busca de mi ropa.

Nada.

Los únicos objetos personales sobre la mesita de la orilla son una botella de agua y un libro de Hardy que dudo pertenezca a Grace. No está mi móvil, mi cartera ni nada que pueda comunicarme con GEH.

—¿Christian? —Grace empuja la puerta—. ¿Cariño, qué haces?

Evito dedicarle la mirada irritada porque es obvio que me largo, necesito volver a mi empresa.

—¿Dónde está mi traje? —digo, con un poco de dolor en la garganta.

—No hay ropa tuya aquí, Christian. Haz estado demasiado...

—Necesito mi ropa ahora, ¿Taylor está afuera?

La jodida bata de hospital apenas me cubre lo suficiente y eso me molesta incluso más, a parte del hecho de que mi madre solo me mira.

—Llámalo.

—Necesitas descansar, es muy pronto. Te van a hacer más exámenes y...

—No —la interrumpo de nuevo—. Que el doctor llame a Andrea y concierte una cita, es innecesario que yo permanezca aquí.

Como si lo hubiera llamado con el pensamiento, Jason abre la puerta de la habitación y entra, frunciendo las cejas cuando me ve de pie.

—Dile a Gail que necesito mi traje con urgencia, también mi maletín y mi móvil. Cuando termine con eso, que se deshaga de lo que haya quedado en la habitación de invitados.

No me pasa desapercibida la mirada que Taylor le da a Grace, pero diligentemente asiente y sale de nuevo llevando mis indicaciones.

—Christian, por favor, ¡Necesitas descansar! O al menos espera hasta que Ana esté aquí, la llamé y dijo que...

¿Ella hizo, qué?

¿Llamó a Ana?

Probablemente ella es la razón por la que estoy aquí en primer lugar, ¿Con la maldita autorización de quién, se atrevió a llamarla?

Mierda.

—He dicho que me voy, madre. Con la alta del médico o sin ella, saldré de aquí ahora mismo.

Tomo las sábanas de la cama para cubrirme mientras busco algo más decente, incluso mis jodidos zapatos están desaparecidos.

Alguien golpea la puerta de la habitación y yo miro esperando que sea Taylor, pero es Carrick quien entra mirando el semblante preocupado de Grace.

—Estará aquí tan pronto como le sea posible —le dice—. Christian, ¿Qué crees que haces?

¿Por qué se meten en mi puta vida? Quiero decir eso pero termino conteniendo el gruñido y cambiando de tema. Por lo que dijeron, Ros tuvo algún tipo de accidente en mi helicóptero y necesito averiguar el resto.

Todo es tan confuso que comienza a dolerme la cabeza.

Cuando tenga un momento de tranquilidad y pueda asegurarme que todo marcha bien, haré una cita con el neurólogo en caso de que la confusión no desaparezca en las próximas horas.

Memories: El Recuerdo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora