Capítulo 23.

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Me he convertido en un jodido acosador.

No hay otra explicación para mi comportamiento los últimos tres días que he desviado la ruta habitual de mi recorrido por la bahía para detenerme justo enfrente de su edificio.

Luego paso las siguientes hora y medio simplemente mirando, esperando a que salga del complejo de apartamentos acompañada de ese imbécil y de su hijo.

Mi hijo.

Sawyer aún mantiene la vigilancia sobre ellos, les guste o no. Mencionó que obligaron al dueño del otro apartamento en el piso de Anastasia para que lo rentara, así que está cerca de ellos y mantiene un ojo en el imbécil.

Unos minutos después salen y suben al auto, esta vez parecen tener más prisa. Por suerte Sawyer está preparado y ya los esperaba en su auto. ¿Intentan despistarlo?

Espero hasta que se han perdido en el tráfico para caminar de vuelta a Escala con Taylor siguiéndome a distancia. No lo dice, pero sé que no está de acuerdo con todo esto. Supongo que le tomaron cariño a Anastasia y al bebé.

Mis problemas de concentración también siguen, así que suspendí las reuniones y me encerré en mi oficina hasta nuevo aviso. Sin Ana y sin Barney, no queda personal de confianza para hacerse cargo de los aspectos pequeños y tediosos del negocio.

Mierda, necesito un nuevo jefe de operaciones.

Andrea golpea la puerta de mi oficina y entra con el café que pedí, un americano expreso sin crema o azúcar.

—¿Te gustaría ser la nueva jefa de Operaciones?

Andrea pone la taza sobre el escritorio y sonríe.

—No, gracias Señor Grey. Me gusta mucho mi puesto actual.

Gracias, Dios. Al menos me queda ella.

—Recuérdame darte un aumento.

—Por supuesto —me dedica una sonrisa amable—. Y sobre lo otro, tal vez la señorita Steele quisiera...

—No. Es demasiado orgullosa como para admitir que quiere volver.

Sus cejas rubias se alzan en su frente.

—¿Y si se lo pide? —ilusa.

—Soy demasiado orgulloso como para admitir que la necesito.

Carajo, mi secretaria me mira con algo que se siente como lástima y finalmente me deja solo con mi taza de café. Preferiría que fuera whisky o algo con un porcentaje elevado de alcohol, pero tendrá que esperar.

No sé cuánto tiempo he mirado por el ventanal cuando mi móvil timbra con una llamada de Sawyer que debería ser algo importante. Lo contesto rápidamente.

—Grey.

—Señor, tengo nueva información sobre la señorita Steele. —mierda, si.

—¿Que es?

—Se encuentra en un edificio en este momento, cerca de una zona comercial cerca de GEH, de hecho. —¿Cerca de Grey House?—. Parece una oficina o algo así, hay cajas por todos lados.

Lo sabía. Está iniciando su propia empresa con lo que aprendió aquí, de mi personal y de mi empresa. Ahora tengo una maldita jaqueca.

—Ubicación. —ordeno.

—Ya se la envío, señor.

Termina la llamada e instantáneamente entra el mensaje con una ubicación, que rápidamente reenvío a Taylor junto con el aviso para que traiga el auto. Es momento de enfrentar a Anastasia.

Memories: El Recuerdo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora