Décima Cuarta Parte

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Después de que Jake cortara tan precipitadamente nuestra conversación, salí hecha una furia del templo y me dirigí a casa. 

¿Por qué yo me sentía como si hubiera fracasado? 

¿Como de un momento tan íntimo se transformó en un ambiente frío?
¿Cómo después de que me dijera su nombre y me hiciera tal confesión podía irse huyendo prácticamente?

Y yo… ¿por qué le dije lo mismo? Sí, mi padre siempre me alentó a ser valiente con respecto a mis sentimientos, me decía que no debía temer a mostrar lo que sentía. Pero lo que no me dijo, ni me advirtió, fue que las demás personas no iban a ser sinceras como yo, o que no se tomarían en serio mis sentimientos.
Fue por mi propia cuenta que supe como eran las personas en realidad, y eso está bien, pues ni mi padre ni nadie más estarían todo el tiempo para ayudarme y aconsejarme.

 Fue en mi corta juventud que descubrí el desengaño y la malicia, pero no me rendí, salí adelante cuando me concentré en otros aspectos de mi vida, como mis estudios y mi trabajo, en lugar de buscar pareja y casarme, como haría cualquiera en mi lugar. 

¿Está mal que no confíe tanto en las personas? ¿Está mal que sí confíe en el hechicero cuando es el mayor misterio que existe? ¿Está bien que me permita sentir lo que estoy empezando a sentir?

Desearía que mi padre estuviera aquí para ayudarme, o simplemente abrazarme. Desearía poder enviarle una carta para preguntarle si su jardín está floreciendo como a él le gusta, si quemó nuevamente las galletas y le obligó a mi madre a comerlas, con la escusa de que fueran hechas con todo su corazón. Desearía que existiera algún tipo de magia para traerlo unos minutos de vuelta. Pero no, esa magia que necesito no existe.

Cuando llegué a casa encendí la hoguera de la cocina para calentar la comida que me había quedado. Solo había pasado unos minutos desde que terminé de comer, cuando mi cristal comenzó  a brillar debajo de mi cuello.

-Hola –dije secamente.

-Hola Scarlett, soy Richy –dijo el herrero.

-¿Que pasa Richy?

-Disculpa si te estoy molestando –me dijo con una risa nerviosa –puedo llamarte más tarde.

-No, discúlpame –la verdad es que le estaba hablando mal a él sin razón –dime que necesitas.

-Bueno, primero decirte que no encontré a Phil, así que no pude hablar con él todavía –ahora sonaba más animado –pero no importa, ya lo encontraré. Otra cosa, este domingo a las 14 hs será la búsqueda, Miranda ya está colgando panfletos por todo el pueblo. Los demás ya saben pero quería decírtelo.

-Gracias, pero no tengo idea de lo que me hablas Richy.

-Claro, perdón, no recordé que eres una extranjera –dijo riendo –Miranda es la madre de Cleo, ella pertenece a una comunidad  de mujeres de la iglesia, y se encargó de organizar la búsqueda de Hannah por el bosque, es decir, lo veían planificando hace días pero apenas ahora confirmaron el día y hora.

-Eso es fantástico Richy –la verdad es que lo era, desde que llegué aquí es la primera vez que escucho una acción real para hallar a Hannah-me gustaría poder ayudar.

-Eres bienvenida, te necesitaríamos, ya que los bosques son enorme, y mientras más gente mejor – podía escuchar el positivismo de Richy tan claramente –Miranda liderará el grupo, así que después podemos hablar con ella.

-Claro, hagámoslo –le dije contagiada por su positivismo.

-Bien, nos veremos Scarlett –dijo alegre.

-Nos vemos Richy.

Animada por mi conversación con Richy decidí cambiarme de ropa y salir de casa, pues todavía tenía una misión pendiente. Con la cercanía de la media tarde debía darme prisa para encontrar a Poke en la fuente.

Había una vez en DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora