Cuadragésima quinta parte

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Mientras miraba el fuego frente a mí, no podía dejar de pensar en la extraña sensación de quietud. Como si estuviéramos esperando a que algo pasara, pero no, solo sosteníamos los cuencos entre las manos, y en silencio. El único que no tenía uno era Jake que había decidido no comer con nosotros, pero si acompañarnos.

- Creo que podemos continuar –dijo Cleo –me gustaría acabar con esto de una vez por todas.

- Lo último que hablamos fue de la visita de Jessy a la madre de Jennifer, Iris –comencé a decir.

- Es cierto, porque como dije esa fue una de los últimos lugares en los que estuvo Hannah –dijo Jessy recordando con un aire contemplativo –Iris mi contó del incidente de Jennifer de hace diez años atrás, pero también me dijo que la razón por la que Hannah había ido a verla era porque creía que quien había matado a Jennifer la estaba siguiendo.

- No lo comprendo ¿No fue un accidente? –preguntó Lilly.

- Es mejor que lean otra página del diario Scarlett –dijo Jake.

Busqué la canasta que había dejado cerca, y saqué la segunda hoja. Primero lo leyó Jessy que estaba de a uno de mis lados, y al terminar se lo pasó a Cleo, y así al que tenía a su lado.

- La visita de Jessica nos dio la certeza de algo que ya sabíamos con esta entrada a su diario, y es que Hannah fue a visitar a Iris para saber algo, lo único que no sabíamos qué… –decía Jake con tono calmado pero serio.

- ¿Jessica?! –me susurró Jessy con tono iracundo –mi hermano es el único que me llama así cuando está enojado y se lo permito, pero que él me lo diga así solo me dice que no le caigo bien. 

- No le hagas caso –le susurré –continúa escuchando.

- Como leyeron hay un fragmento en que Hannah menciona el color de los ojos de Iris, así fue como la relacionamos con Jennifer y la pulsera.

- ¿Cómo rayos llegaste a esa conclusión? –dijo Dan confundido.

- Eso no interesa, lo importante es que gracias a Jessy supimos que esa pulsera había estado en venta en la casa de empeño –le dije a Dan, más que nada para evitar detalles sin importancia.

- ¿Puedo decir algo respecto a eso? –preguntó Thomas un poco avergonzado.

- No es necesario dar detalles de eso si es un asunto incómodo para ti –le dije con empatía.

- Después de todo, es un detalle sin importancia –agregó Jake sin mucho tacto. Le lancé una mirada acusadora; esa era una de las razones por las que al grupo no les caía bien.

- Lo que Jake quiso decir –dije tratando de arreglar las palabras del hechicero –es que no tienes que exponer el asunto, ya que todos sabemos que solo trajo momentos de confusión y malos entendidos. Lo importante es que gracias a eso conseguimos la pulsera.

- Cuando fuimos con Thomas a la casa de empeño te dije que Phil había dejado allí la pulsera –dijo Cleo, mirándome significativamente, quizá creyendo a que me opondría a decirle ese detalle a Jessy, pero como le había prometido la noche anterior, no íbamos a guardar ese secreto por mucho tiempo.  

- ¿Phil? –dijo Jessy sorprendida – ¿porqué él tenía esa pulsera?

- Nadie lo sabe, y creo que Hannah quería saber lo mismo –dijo Cleo con seriedad –esto no te lo conté Scarlett, pero el dueño de la casa de empeño nos dijo que Hannah también bien fue a preguntar por la pulsera.

- Eso explicaría porqué Hannah quería hablar con Phil –concluyó rápidamente Jake.

- Y le da más sentido a las coordenadas que conseguiste –le dije a Jake.

Había una vez en DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora