Quincuagésima Parte

685 77 64
                                    


Los hechiceros habían regresado a su base, incluido Jake, que prometió regresar más tarde para hablar con más calma. Luego de que Lilly corriera hacia él y llorara frente a todos, dejando atónitos a la mayoría. Ella se disculpó, diciendo que se confundió, claro que no aclaró sobre qué se confundió, pero ante tan extraño comportamiento nadie preguntó.
Salvó la situación el hecho de que Jessy bajara por las escaleras temblando como un frágil papel, acompañada por Thomas.

Nos tomamos un rato para revisar la casa y conocer todos sus rincones. Nadie decía nada en particular, excepto hacer algunas observaciones de la belleza del paisaje, los muebles.

La tarde estaba tomando un color naranja y rojizo, mientras el sol estaba por ocultarse, cuando Jessy me propuso ir a la cima de una pequeña colina que estaba  al lado, siguiendo un débil sendero. Lilly se nos sumó, Dan se quedó refunfuñando por tener que cortar leña, mientras Cleo y Thomas se encargaban de ver que podíamos comer esa noche.

El sendero era sinuoso, con pinos de gran longitud, incluso habían troncos caídos que se sostenían entre los demás árboles; al llegar a la cima nos encontramos con un imponente paisaje, que comprendía un basto y frondoso bosque que llegaba hasta Duskwood y lo rodeaba por completo, habían varios lagos que brillaban con los últimos rayos de sol. Las tres nos sentamos en un único banco hecho de un tronco, y nos quedamos en silencio unos minutos contemplando el panorama. 

Jessy fue la primera en hablar:

- Jamás había tenido tanto miedo en mi vida –miró sus manos, que temblaban –todavía puedo sentir la maldad de su magia en mi. Ni siquiera era mi propio miedo a morir, era un sentimiento de tristeza y dolor que no me pertenecía.

Tenía sentido, pues la magia de los brujos no solo absorbía la vida y energía de quien era quitado, sino que, se dice que también absorbe los últimos sentimientos de quienes están muriendo. Es decir, sentimientos como: el miedo, la tristeza, la desesperanza, el dolor. Se dice que siempre es miedo, acompañado de dolor, el mayor poder de la magia negra.

- Lamento no haber estado allí contigo Jess –envolví una de sus manos con las mías, y Lilly hizo lo mismo con la otra –has sido muy valiente.

- Es muy valioso que tú me lo digas, pero no quiero ser valiente solo quiero que esto termine de una vez –Jessy movió lentamente la cabeza en negación –ver al señor Roguers muerto en ese lugar…no quiero, no puedo creer que jamás volveré a ver a Richy.

- Si tú dices eso que queda para mi –Lilly tenía la vista fija en el paisaje, y su voz era monótona.

- Perdóname Lilly –Jessy apoyó la cabeza en el hombro de la rubia –a veces me ciego tanto en las cosas que he perdido, que no me pienso en los demás, y mucho menos ser agradecida con lo que tengo. Ustedes y Phil, son todo lo que me importa.

- Hablando de tu hermano –al decir eso ambas giraron hacia mí –logré verlo en los calabozos.

- ¡¿Qué?! ¡¿de verdad?! –Jessy se enderezó, y recuperó un poco del brillo en sus ojos – ¿cómo está? ¿Qué dijo?

- Deja que te conteste una pregunta para hacerle otra –dijo Lilly.

- Él está bien, sigue siendo un idiota, aún en prisión –respondí riendo –tal vez unos días más allí lo cambien un poco.

- ¿Phil? No lo creo –Jessy blanqueó los ojos, y sonrió tímidamente – ¿de verdad está bien?

- Sí, de verdad –sopesé unos segundos si debía contarles todo lo que él me contó, y tras esa breve reflexión, concluí que lo que estaba relacionado a Jennifer, solo diría lo necesario –Phil me contó porqué el tenía la pulsera de Jennifer…

Había una vez en DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora