Jessy volvió con nosotros cabizbaja, con sus ojos humedecidos, y entró sin decir una palabra a su oficina, que era nada más un sucucho claramente improvisado como oficina.
-¿Puedo pedirte algo Scarlett? –me dijo Richy tratando de sonreír amablemente.
-Es sobre Jessy, ¿verdad? –dije captando su clara preocupación.
-Me atrapaste –dijo el sonriendo de verdad, pero luego volvió a estar serio –este asunto del hombre sin rostro…sería bueno que no le tomes el pelo a Jessy, es decir, no hagas una tormenta por dos gotas de lluvia.
-Quieres decir que no exagere ni me lo tome a broma –dije aclarando lo que quería decir.
-Exactamente –dijo él –ella puede llegar a obsesionarse con el tema, es de las personas que ven monstruos en cada sombra.
-Entiendo lo que dices, y prometo que solo busco pistas, trato de ser lo más seria e imparcial con todo –le dije tratando de ser lo más sincera posible.
-Eso me deja más tranquilo –me dijo con una pequeña sonrisa relajada.
-Jessy tiene suerte de que alguien se preocupe tanto por ella –le dije sospechando de los sentimientos de él para ella.
-Me preocupo por ella tanto como por cualquiera de mis amigos, incluso podría empezar a preocuparme por ti.
Su declaración de “amistad” me dejó pasmada, pero por suerte no duró mucho porque Dan y Cleo llegaron al mismo tiempo.
-¿Qué pasó con Jessy? –pregunta Dan agitado – me llamó con prisa.
-Lamento haber venido sin avisar Richy –dice Cleo –Jessy me dijo que viniera lo más rápido posible, de hecho venía hacía aquí de todas formas.
-No hay problema Cleo –le dice Richy –y Dan, ella está en su oficina.
-Es que en realidad quería disculparme por otra cosa –dice Cleo mirando hacia el piso –el otro día vine y entré sin permiso a la herrería, yo no soy así.
-No tienes que disculparte Cleo –dijo Richy apoyando una mano en el hombro de su amiga –no tiene importancia, pero si quieres una verdadera disculpa puedes traerme una torta de chocolate.
-Dalo por hecho –dijo Cleo con su rostro más aliviado.
-Estoy muy enojada contigo Dan –decía Jessy mientras salía de su oficina junto a Dan, que había ido a buscarla –mi hermano se enfureció conmigo porque no fuiste a trabajar en tu primer día, y tú –dijo señalando a Cleo –yendo a husmear al bar.
-Jessy tranquilízate, deberías hablar con ellos individualmente –le dijo Richy incómodo.
-No, deja que hable y de un espectáculo –dijo Cleo sarcática –¿husmear? ¿Eso dijo?
-Bien, no me hagan caso –dijo Richy levantando las manos en rendición.
Yo me sentía como en el medio de algo que no me correspondía escuchar o presenciar, como si no fuera parte de lo que sucedía. Y claro que era así, yo no tenía nada que ver con ellos, pero al mismo tiempo no podía dejar de escuhar, después de todo tenía que ver con Hannah, por lo menos lo que dijera Cleo. Lo de Dan, me era indiferente.
-¿Tú como lo llamarías Cleo? –le dijo Jessy – ¿lo mismo que hiciste cuando entraste aquí?
-Dios, solo le hice unas preguntas –dijo Cleo como si fuera absurda la acusación que le hacía –está bien, si quieres que todos lo sepan, ¿sabes lo mal que habló tu querido hermano de Hannah?
Thomas justo llegaba en ese momento, pero no dijo nada cuando escuchó las palabras de Cleo, solo se quedó quieto.
-¿Que? –dijo Jessy enojada.
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Había una vez en Duskwood
FantastikEn un pequeño reino, existe un remoto pueblo en el que pasan sucesos extraños. Duskwood está llena de leyendas y misterios, y la desaparición de Hannah Donfort parace estar conectado a una de ellas. Nuestra protagonista deberá resolver este misteri...