Décima primera Parte

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Cuando desaparecieron por el camino me apresuré a entrar a casa, y respondí la llamada del cristal.

-¿Hola? 

-Hola Scarlett –respondió el hechicero.

-Perdón la demora, estaba hablando con Jessy y  Thomas –dije camino a mi habitación.

-Lo sé, estaba escuchando, lo mismo ayer con Cleo.

-No sé que decir de eso –dije algo molesta, de verdad escuchaba todo el tiempo, supongo que no mintió.

-Entiendo que te moleste, pero necesito que entiendas mis razones –parecía sincero, y sé que lo hacía por Hannah, pero no dejaba de ser malo por eso.

-Lo entiendo, y no debería importarte lo que yo piense –de verdad que no debería, ni a mi lo qué él piense, después de todo no somos nada más que desconocidos, unidos por una tragedia, eso nada más.

-Sucede que si me importa –cuando el hechicero dijo eso tuve que detenerme.

Resulta que era difícil reaccionar a algo así cuando te estás cambiando de ropa.

Creo que ya lo había dicho, pero soy un poco voluble o más bien me cuesta aceptar algunas cosas, y es más sencillo cuando la otra parte lo hace primero.

-Bueno, ya somos dos, porque a mi también me importa lo que piensas –dije nerviosa.

Inesperadamente un destello apareció cerca de mí con la forma de una carita feliz.
Eso me hizo reír , al imaginar que de donde sea que esté el hechicero con todo su forma seria, tomó una pluma mágica y la usó para dibujar una carita sonriente.
Tal vez éramos más que desconocidos unidos por una tragedia, quizás seamos socios muy amigables, o algo parecido a ser amigos…

-¿Escuchaste que Cleo se encontró con Thomas en casa de Hannah verdad? –le pregunté ahora hablando de lo que importaba de verdad.

-Sí, y debo admitir que me inquietó cuando cortó la comunicación contigo. ¿Tienes alguna idea de por qué él fue allí?

-La verdad es que no, pero tal vez fue a buscar algo.

-Puede ser, entonces podemos seguir…

- No sé porqué –lo interrumpí –pero creo que Cleo quería decirme algo, solo que no podía.

-¿De verdad? No me dí cuenta.

-Solo con escuchar su voz, la forma en que me habló cuando estaba con Thomas, sonó extraño. 

-Es bueno que tú puedas ver esas cosas que para mí son difíciles de reconocer.

-No te preocupes, yo puedo hacer eso por ti –dije contenta por notar que acaba de abrirse conmigo aunque sea un poco.

-Gracias Scarlett, no es fácil para mí hablar de mis debilidades –de verdad parecía aliviado, como si un peso que llevaba fuera liberado.

-No creo que sea una debilidad –de verdad lo pensaba.

-Creo que podemos debatir esto con calma cuando tengamos más tiempo –dijo el con simpatía.

No sé si solo me pareció a mí, ¿pero eso significa que quiere seguir hablando conmigo? ¿Incluso después de todo esto o solo era mi imaginación?

-Tienes las puertas abiertas para cuando desees hablar –dije entre broma y verdad, luego cambié de tema cuando recordé algo –no te lo dije antes pero encontré una nota en el baúl de Hannah, parece una especie de hoja de un diario intimo.
-Déjame verlo –hizo una pausa y como pensé apareció frente a mí, en su forma presencial.

Había una vez en DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora