Vigésima segunda Parte

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El sol se había escondido por completo, la oscuridad me estaba absorbiendo en el antiguo edificio. Encendí la pequeña lámpara que había traído y llamé a Jake por el cristal. Había pensado en hacerlo por la bola mágica, pero lo último que necesitaba era distraerme.

-¿Jake? –pasaron varios segundos, y nada – ¿me escuchas?

-Si aquí estoy aquí –la voz del hechicero se escuchaba lejana, como cansado.

-¿Estás bien? –le pregunté preocupada.

-Si, solo que estoy usando un poco más de energía de lo normal.

-¿Sucede algo? –mi corazón comenzó a latir con fuerza por alguna razón.

-No, no pasa nada, solo estoy preparando algunas cosas,  por si las dudas – el hechicero se silenció por un lapso breve –no te preocupes Scarlett.

Quería preguntarle para que se supone que se está preparando, que es lo que tanto me oculta… ¿Por si las dudas qué? Pero no lo hice, estoy completamente segura que sería en vano, se negaría a responder por las razones que solo él conoce.
Así que cambié de tema, por el cual le había llamado en realidad.

-Hablé con Jessy, asegura no saber nada de la pulsera.

-¿Y le crees? –Jake preguntaba sin ningún prejuicio hacia ella, solo confiando en mi respuesta.

-Si le creo –dije con seguridad – ¿como seguimos entonces?

-Antes de hablarte del lugar al que irás esta noche, me gustaría probar una nueva teoría.

-Adelante, soy toda oídos –incómoda por la oscuridad que me rodeaba, y solo iluminada por mi lámpara, salí del antiguo lugar y me encaminé por la dirección que me llevaba hasta el pueblo.

-Suponiendo que Hannah si recibió la pulsera de un amante, y Thomas se enteró de eso. Lo que llevó a buscarla en la casa de ella …

-Sabemos que pelearon y esa puede ser la causa –añadí.

-A raíz de esa discusión las cosas se le fueron de control y lastimó a Hannah.

El camino casi oscuro me ponía nerviosa, solo me mantuve serena por las luces del cristal y la lámpara, más la suave y seria voz de Jake, aunque su teoría no ayudaba a que me sintiera mejor.

-¿Recuerdas en qué momento fue Thomas a buscar la pulsera, verdad? –me preguntó. Claro que él sabía la respuesta, solo buscaba que yo también lo recordara.

-Claro, fue cuando supo que el cuerpo no era de Hannah –en el instante en que dije eso una idea se vino a mi mente, y la parecer Jake pensó lo mismo;

-Pero si el sabía que el cuerpo no era de Hannha, ¿porqué fue a buscar la pulsera?

-Tal vez Hannah era otra victima –me supo amargo decir esas palabras. 

No era que confiara por completo en Thomas, pero puedo recordar el dolor y la tristeza en sus ojos cuando nos conocimos, la desesperanza que sintió cundo no pude reconocer a su novia, y el alivio al saber que ayudaría a encontrarla ¿Qué clase de persona podía fingir tanto? Podía mentir en algunas cosas, pero tenía que ser una persona perversa para fingir tan bien.

-Es una posibilidad, pero no muy plausible –sentenció Jake. Lo que me alivió, pues si él creía que era una posibilidad poco probable, yo también lo haría.

-Siento que tenemos muchas teorías pero pocas certezas –suspiré mientras me acercaba de a poco a las callecitas iluminadas y bulliciosas del pueblo.

-Cada pista, cada conjetura que hacemos, cada paso que damos nos acerca a Hannah, no te desanimes –sentía que sus palabras me daban un empujoncito de energía – ¿estás preparada para nuestro próximo cometido?

Había una vez en DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora