La Heredera del Sol (AU SUPERCORP) ✔

Capítulo 31: Piensa con la cabeza de arriba

—¿Enserio te está costando tanto? —Elián se burlaba de su amiga mientras le hacia unos cuantos cortes a un muñeco de práctica.

—Solo es cuestión de paciencia. —La rubia tenía su ceño fruncido mientras terminaba de limpiar su ropa.

—Para mi que ya estás perdiendo el toque. —El chico seguía burlándose. —Llevas meses tras ella y ni la hora te da.

—¡He avanzado! —Lori lo miró indignada. —A veces le ayudo a llevar vestidos.

—¿Quién no aceptaría ayuda? Carga como 100 vestidos al día.

—¡Deja de matarme las ilusiones! —Lori le arrojó un poco de agua. —No sé que estoy haciendo mal.

Elián se le quedó mirando y después se encogió de hombros.

—Tal vez lo estás intentando mucho.

—¿A qué te refieres? —La princesa frunció el ceño y su amigo se rascó la nuca algo nervioso.

—No lo sé, solo me esfuerzo para llevarme a alguien a la cama, no es tan difícil.  —Elían colocó una mano en el hombro de su amiga. —Deberías buscar a alguien que sea un romántico empedernido.

A Lori solo se le ocurrió una persona...

Su madre Kara.

(...)

—Mamá... —Lori entró a la oficina de su rubia madre. —¿Estás ocupada?

—Nunca para ti, hija mía. —Kara dejó todo lo que estaba haciendo y le ofreció asiento a su mini clon. —¿Qué ocurre?

—Yo... ammm... tú...

—A ver, respira. —Kara le sonrió algo divertida a su hija quien había empezado a sonrojarse.

—¿Cómo conquistaste a mamá? —La pregunta tomó por sorpresa a Kara pero después solo sonrió.

—La hice dueña del laboratorio de Krypton y la uní al consejo. —La rubia se encogió de hombros y Lori abrió la boca con sorpresa.

—Voy a fracasar. —Susurró Lori y su madre solo se burló.

—¿Intentas conquistar a la chica que te trae loca hace meses?

—No sé qué estoy haciendo mal, solo parece que la alejo con cada cosa que hago.

—¿Qué es lo que haces? —Kara miró a su hija con interés y Lori vio al techo intentando recordar.

—Le compré unas joyas preciosas, le regalé un enorme ramo de rosas, le compré unos perfumes cari...

—Okey, basta. —Kara la frenó y soltó un suspiro. —Ya veo por qué no te hace caso.

—¿Ah si? —La rubia menor ladeó la cabeza y miró a su madre.

—Hija, ¿no has pensado que tal vez... estés intentando comprar su afecto?

—¿Qué? No, le compré rosas, a todo el mundo le gustan las rosas.

—¿Le preguntaste a ella si le gustaban, o solo lo asumiste?

—Yo... —Lori cerró la boca. Su madre tenía razón. —¿Qué debo hacer?

—Habla con ella, no presumas que tienes mucho dinero, intenta conocerla y escuchala. Nada atrae más que alguien que presta atención. —Lori asintió varias veces y se levantó para abrazar a su madre.

—Gracias por escucharme, mamá. —Susurró la chica y Kara sonrió entre los brazos de su hija.

—Aquí estoy siempre que lo necesites, mi niña. —Kara besó la cabeza de su hija y la vio salir de su oficina. —Supongo que si Lena se entera de que la estoy ayudando a conquistar a una chica, el regaño será más leve que si le hubiera dado consejos de sexo. —Kara tembló ligeramente y volvió a su trabajo.