Capítulo 46: Una noticia

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Semanas después...

-¿Amor? -Kara intentó ver a través de la oscuridad. -Mi reina, vuelve a la cama.

-No puedo dormir, mi sol. -La rubia suspiró sabiendo el motivo del insomnio de su esposa. Se levantó de la cama y fue a abrazar a su esposa quien se encontraba mirando el jardín de plumerias. -Debes estar cansada, ve y duerme.

-No puedo si no te tengo a mi lado. -Kara le dio un beso en el cuello y Lena se acurrucó en ella. -¿Es Lori?

-¿No estás cansada de escuchar mis mismas quejas?

-Nunca, mi reina, te escucharé siempre que quieras hablar conmigo. -Lena soltó un suspiro.

-Ellen es más centrada, siempre sigue un mismo camino y por eso me tranquilizo más con ella... Pero Lori es... Lori es una copia exacta tuya. Solo ve cosas buenas, cree que todo tiene solución y... y....

-Y no quieres que siga creciendo. -Kara adivinó el pensamiento de su esposa. Lena volvió a acurrucarse en ella.

-Está mal, lo sé, Lori ya creció y adoro que vaya a casarse con una mujer como Selene pero... No me culpes, es mi pequeño rayo de sol, mi primera bebé y verla casarse me hace feliz pero me pone mal.

-Nadie va a juzgarte, mi vida, todos saben de la debilidad que sientes por Lori. Pero ella no se irá de tu lado, lo sabes, formará su propia familia pero siempre serás lo más importante para ella. -Kara decía cada palabra acariciando los brazos de su esposa y dejando pequeños besos en su cabeza.

-Gracias por soportarme, mi sol. -Lena se dio la vuelta y se perdió en los azules ojos de su esposa. -Y gracias por siempre saber que decir.

-Aquí estoy para ti cada que lo necesites. -Kara besó las manos de su esposa y después su frente. -Te amo más que a nada en este mundo.

-Yo te amo mucho más, mi vida. -Lena sonrió sintiéndose la mujer más afortunada del mundo.

(...)

Ellen Zor-El Luthor.

-Vas a terminar lanzando rayos por tus ojos. -Jenn, una amiga de Ellen, se burlaba de ella.

-Odio que parezcan un depredador a punto de saltar sobre su presa. -La pelinegra resopló. -Odio a mi madre y sus celos fraternales por hacer que mi novia esté de esa forma.

-Ruby no tiene la culpa, Ellen.

-La tiene por estar tan buena. -Contestó de mala gana.

Ambas amigas se encontraban observando el entrenamiento de los soldados. Ellen prestaba especial atención a su novia quien cada cierto tiempo recibía elogios y agua de parte de otras chicas. Eso la estaba matando.

-Solo tiene ojos para ti, deberías darte cuenta de eso. -Ellen iba a contestar pero la llegada de su cuñada la extrañó.

-¿Selene? -Llamó la pelinegra frunciendo el ceño ante la actitud nerviosa de la chica. -¿Lori te trajo?

-No, vine sola. ¿Podemos hablar a solas, Ellen?

-Claro. -La chica se despidió rápidamente de su amiga y caminó con su cuñada hasta el castillo. -Me estás asustando.

-Y-Yo... Amm... -La pelirroja estaba demasiado nerviosa para hablar.

-A ver, respira. -Ellen la tomó por los hombros y juntas empezaron a respirar. -¿Qué sucede? ¿Te diste cuenta que mi hermana es una imbécil y la vas a dejar? -Intentó bromear y funcionó ya que la pelirroja sonrió.

-No, amo demasiado a tu hermana. -Eso solo aumentó la sonrisa de Ellen. Lori había hecho una increíble elección. -Es solo que... Rao... Ellen, estoy embarazada.

La Heredera del Sol (AU SUPERCORP) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora