Capítulo 39: No le digas a mamá

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Lena observaba como su hija terminaba de ensamblar las armas que faltaban para llevarlas con el ejército de Krypton. Después observó a su nuera cosiendo con maestría los nuevos uniformes y a Sam hablando con su hermano para que enviara tropas a ayudar. La ojiverde terminó de entregar los últimos uniformes a los guardias y se dirigió hacia su hija.

—Llevamos muchos días haciendo esto. —Comentó Ellen limpiándose las manos.

—¿Estás cansada? —Lena acarició el cabello de su hija.

—No, mami, ya falta poco.

—¿Quién pensaría que tuviste otra hija? —Lena saltó del susto y giró con rapidez al ver de quien se trataba.

—James... —Susurró colocando a su familia tras ella.

—¿Me extrañaste? —El moreno sonrió. —Porque yo si, te he extrañado por 20 años.

—James tienes que detener esta locura. —Lena retrocedía lentamente.

—Pudimos haberlo tenido todo, Lena. Pero la escogiste a ella. —James soltaba una risa y luego sacaba una espada. —Debiste matarme cuando tuviste la oportunidad, porque ahora yo no voy a desperdiciar la mía.

James se lanzó para atacarlas pero Ellen bloqueó el ataque con otra espada. James sonrió y empezó a pelear con ella.

—Hubieras sido mi hija. —Le dijo a la pelinegra menor.

—Prefiero quemarme viva. —Contestó Ellen dándole una patada en la entrepierna. —Deja a mi familia en paz.

—No puedo, he esperado 20 años para esto. —James volvió a levantarse y tomando ventaja de su altura y fuerza logró atrapar a la princesa.

Lena quien estuvo indicándoles a Sam y a Selene como salir y buscando en sus inventos algo que pueda detener a ese loco, soltó un pequeño jadeo de sorpresa.

—Déjala, James. Me quieres a mi, no a ella. —Intentó persuadirlo apretando sus puños al ver el agarre que ejercía sobre su hija.

—Es idéntica a ti... —El moreno acarició el rostro de Ellen. —Pero tiene sus ojos. —Soltó con desprecio volviendo a apretar fuerte a la princesa.

—Déjala ir, James, haré lo que quieras.

—Mamá, no. —Dijo Ellen luchando por respirar.

—Vendrás conmigo, mi amor, juntos ayudaremos a tu hermano y seremos felices. —Lena asintió acercándose a su hija.

—Déjala ir. —James aflojó su agarre, pero cuando Lena pensó que iba a dejar ir a su hija, él volvió a agarrarla.

—No podría ser tan cruel de separarte de tu hija, mi amor. —Lena miró directamente a los ojos de su hija.

Ellen sacando un impulso de fuerza logró acuchillar a James y correr hacia su madre. Lena activó el botón de autodestrucción del laboratorio que tenía para emergencias y en menos de diez segundos todo el lugar explotó.



(...)

—¡IDIOTA! —Gritó Lex aventando una copa de cristal. —¡¿Tan escurridiza es mi hermana que no pueden atraparla?!

—Al parecer ocasionó una explosión, no tenemos idea si sobrevivieron.

—¿Ella y quién más?

—Su hija. —Lex apretó los puños al recordar que su hermanita había quedado embarazada de la escoria de Krypton.

—¿Dónde está Olsen?

—Recuperándose en enfermería, majestad, tiene quemaduras graves.

—¡Necesito que viva! Es el que mayor experiencia tiene con el ejército kryptoniano. —Lex tomó asiento y suspiró. Ahora que no tenía a su hermana sus planes debían tomar otro rumbo. —¡Traiganme a las concubinas!

(...)

—Lex quiere volver a reunirse. —Alex aparecía en la tienda de su hermana quien solo observaba el lugar.

—¿Acaso está jugando con nosotros? —Lori arrugó la frente. —Que se vaya al...

—Tiene ventaja sobre nosotros. —Contestó Kara colocando una mano en el hombro de su hija. —Si no hacemos caso a lo que pide puede hacerle daño a los nuestros.

Lori reflexionó las palabras que había dicho su rubia madre y se levantó tomando su espada.

—Vamos a ver que quiere el loco ese. —Lori salió de la tienda y Kara fue tras ella.

Volvieron a caminar un rato hasta la zona neutral y cuando vieron a Lex, abrieron sus ojos con asombro. Junto a él estaba una mujer cubierta con capucha, con ropa parecida a la que usa Lena toda sucia y rota y cabello negro sucio. El primer pensamiento de Kara fue sacar su espada y apuntarle a su cuñado, pero se contuvo ya que podría poner en peligro a su esposa.

—¿Qué es lo que quieres? —Kara intentaba contenerse con todas sus fuerzas.

—¡Oh! Hola de nuevo, majestad. Pensé que querrías que mi hermosa hermana se uniera a la fiesta. —Lex sonrió. —Disculpa las fachas, se ha estado portando un poco mal.

—¡Déjala ir! —Lori se sentía demasiado impotente.

—Rindanse y tal vez lo considere.

—Voy a considerar atravesarte con la espada. —Volvió a responder la mini rubia.

—¿Qué no te enseñaron modales, niña?

—Haremos lo que quieras, pero a cambio debes entregarme a mi familia sana y salva. —Kara intervino logrando una sonrisa bastante satisfecha en su contrincante.

—Tengo un par de cosas, así que ya les haré llegar lo que pido. —Lex tomó a la mujer y dieron media vuelta.

Lori veía a su madre intentando no entrar en crisis después de la conversación que tuvieron con Lex. La rubia mayor arrugaba su frente y apretaba su espada con fuerza, controlando su furia para no cometer una locura que dañara a su familia y a su gente.

Lori quería correr hasta Lex y hacerlo picadillo, tenía secuestrada al amor de su vida, a su familia y solo Rao sabe que les estará haciendo.

—¿Qué haremos, mamá? Podrían hacerles daño.

—Esa no era tu madre, Lori. —la mini rubia abrió sus ojos sorprendida.

—¿No?

—Si tu madre se da cuenta que no supiste diferenciarla de una impostora te castigará de por vida. —Kara sonrió.

—¿Cómo lo supiste?

—El anillo de la casa de El. No se lo quitaría ni aunque la estén torturando.

—No le digas que no supe quien era. —Lori negó con la cabeza asustada haciendo reír a su madre.

—Tendremos que mantener en secreto que tu madre está fuera de las garras de Lex. —Lori asintió mientras Kara reunía a su gente.

Todos los guardias se reunieron para escuchar a Kara hablar sobre las nuevas noticias que tenían después de su conversación con Lex.

—Lex Luthor ha capturado a mi familia. —Se escucharon pequeños jadeos de asombro ante las palabras de la reina. —Y está empeñado en hacer lo necesario para arrebatarme el trono.

—¡PELEAREMOS! —Gritó un guardia y el resto también gritó. —¡POR LA REINA LENA! —Más gritos siguieron escuchándose.

—¡¿Están dispuestos a luchar hasta acabar con Lex Luthor?! —Lori tomó la palabra al ver a su madre tan conmocionada.

—¡SI!

—¡POR KRYPTON!

—¡POR LA REINA LENA Y LA HEREDERA DEL SOL!

—Entonces necesitaremos estar bien equipados. —Alguien más tomó la palabra dejando a todos en silencio.

La Heredera del Sol (AU SUPERCORP) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora