La Heredera del Sol (AU SUPERCORP) ✔

Capítulo 17: Duelo

—L-Lena... Lena... D-Detente. —Pidió con dificultad la rubia a la hermosa mujer que estaba arriba de ella haciendo cualquier cosa que se le antojara.

—¿Qué sucede, mi sol? —Preguntó la ojiverde con una sonrisa pícara saltando con suavidad sobre el miembro de su esposa.

—V-Voy a acabar muy rápido s-si te sigues moviendo así. —Kara intentaba recuperar su respiración.

Kara había estado todo el día ausente debido a sus deberes reales, Lena por su parte había estado en el laboratorio haciendo bocetos con Winn y Brainy para los nuevos prototipos del nuevo método de transporte que usarían en Krypton, ambas reinas habían estado separadas todo el día y se extrañaron demasiado. Gracias a eso, nada más volver a verse, terminaron de cenar y subieron a la habitación para terminar teniendo sexo.

Kara no pudo evitar sorprenderse cuando su esposa les dio la vuelta y terminó encima de ella, moviéndose de una forma que volvía loca a la rubia. Nadie podía culparla, Lena Luthor Zor-El estaba sobre ella completamente desnuda, con sus hermosos pechos rebotando en cada embestida, su cabello negro y algo ondulado pegado a su cuerpo debido al sudor, sus labios entre sus dientes y los deliciosos gemidos que soltaba...

Era un maldito espectáculo que Kara no podía evitar.

—¿No te gusta, mi amor? —Lena aún tenía aquella sonrisa pícara en sus labios.

—Me encanta... Pero no me gustaría acabar tan rápido. ¿Qué pensarías de mi? —Ambas soltaron una risita y Lena se acercó a besarla con suavidad.

—Pensaría que disfrutas tanto lo que estoy haciendo que tu cuerpo no puede controlarse. —Lena empezó a moverse con lentitud nuevamente mientras mordía el labio de su esposa.

—Creeme que me vuelves loca, mi reina. —Kara acarició el trasero de su esposa y le dio una pequeña nalgada.

Lena le guiñó un ojo y volvió a moverse con rapidez sacando gemidos de su esposa.

—Oh Rao. —Susurró en un gemido la rubia tomando con algo de fuerza las caderas de su ojiverde. —L-Lena.

—Kara... Oh Kara. —Lena también soltaba gemidos mientras intentaba contener su orgasmo, quería que su esposa acabara primero.

—L-Le v-voy... —Kara soltó un fuerte gemido mientras sentía como explotaba adentro de su esposa. Lena sintió el líquido caliente dentro de ella y también sucumbió ante su orgasmo.

Lena se recostó en el pecho de su esposa mientras regulaba su respiración. Kara la abrazó y empezó a repartir besos en su cabeza.

—Eres maravillosa, no creo cansarme nunca de ti. —Susurró haciendo sonreír a Lena.

—¿Lo dices enserio?

—¿Acaso lo dudas? Rao, acabo de venirme y de solo sentirte desnuda sobre mi ya estoy dura otra vez. —Las dos mujeres soltaron una risita.

—Si me das unos minutos prometo atenderte como te mereces. —Lena seguía aferrada al pecho de su esposa, disfrutando de las caricias que Kara hacía en su espalda.

—No lo saqué antes de venirme. —Volvió a susurrar la reina tras unos minutos de silencio. Lena levantó la cabeza y miró aquellos ojos azules que tanto amaba.

—Probablemente acabas de embarazarme. —Comentó Lena con gracia pero su sonrisa se borró ante el rostro preocupado de su esposa. —¿Qué sucede, mi sol?

—Lo siento, Lee... Me dejé llevar y no te pregunté si querías. —Kara cerró sus ojos con fuerza. —Rao, que idiota soy.

—Hey, hey. —Lena se acercó a su rostro. —No te mortifiques por eso, mi sol. A no ser que no quieras tener un hijo. —Lena frunció el ceño y Kara abrió sus ojos con sorpresa.