XXIII

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Estar sentado frente a Minato en una mesa de la biblioteca lo hace sentir tranquilo, no hay sonido que los moleste ni los niños que han sustituido la pequeña "tripulación de piratas" de la que una vez Minato formó parte, son solo ellos dos en un tranquilo lugar de estudio. Mikoto no deja de molestar a Minato por debajo de la mesa, lo patea con sutileza o coloca su pie sobre su rodilla, le hace gracia cualquier mueca del menor y como trata de defenderse sin hacer ruido.

-Mikoto -Le habla Minato muy tranquilamente. Es un lugar de estudio, no se les prohíbe hablar pero ellos saben que deben guardar silencio. El mayor eleva el rostro en respuesta a su llamado. Minato gira su libro y señala algo, Mikoto lo examina y sonríe.

Antes de que el mayor pueda hablar escuchan el sonido de tacones que resuenan en la biblioteca, Mikoto sabe que a Minato le gustan esa clase de sonidos, pero duda que le guste con lo que vengan acompañados. Es cuando la chica se sienta en la silla sobrante que Minato se sorprende. Ella sonríe con amabilidad y saluda a Mikoto y hace un intento de saludar a Minato, pero la incomodidad es bastante obvia, ninguno de los dos sabe porque el otro se encuentra ahí. Quizás Mikoto olvidó explicarles ese pequeño detalle, o quizás y lo tuvo en mente todo el tiempo para no olvidarlo y asegurarse de no decírselos. Le encanta el rostro confuso de Minato y su amarga sonrisa, le parecen tiernos e incluso observa las reacciones de la chica.

La biblioteca vuelve a quedarse en silencio, Mikoto aprovecha para observar el rostro apenado de Minato cada que intenta decir o hacer algo, o el rostro incomodo de la chica cuando intenta leer o cambiar de página para que piensen que está leyendo. Recibe un suave golpe, sabe de donde proviene y el culpable y por eso no eleva el rostro, se está divirtiendo con la incomodidad de sus dos alumnos temporales. El hielo se agrieta cuando la chica se inclina y le pregunta algo a Mikoto, ella se acerca e incluso casi se acurruca en su hombro, él trata de explicar en voz baja e intenta no perderse cada reacción de su pequeño amigo. La chica es amable en todo momento, le sonríe a Mikoto y le sonríe a Minato quien no puede responder tan natural como ella, incluso cuando Minato pregunta algo su linda acompañante explica antes de que la pregunta llegue a Mikoto, ella parece amable y lo es, tiene paciencia con el tímido mal tercio.

—Uchiha Minato.— Responde el menor con una delicadeza en su voz cuando la dama le pregunta su nombre. Mikoto sonríe porque nunca había visto a su chico tan cohibido y le causa ternura.

—Puedes llamarme Himawari— Dice ella a pesar de que nadie se lo ha preguntado, tal vez porque ella sabe que nadie lo hará porque Minato está concentrado en esconderse. —¿Qué edad tienes, Minato?

—once... — Y Mikoto muere de ternura cuando escucha a Minato tan tenue como tímido. Minato siempre ha sido agresivo y hostil, a veces amable pero jamás tímido, no a ese punto de intentar ocultarse, es por eso que adora cada segundo con la chica.

—¿Once? Eres muy lindo.

Mikoto sabe que ella lo dice con amabilidad y hasta con ternura por eso no se molesta, Minato es lindo y hermoso, lo están volteando a ver con cada frase, eso le dice que intenta buscar su aprobación o que espera a que hable para sacarlos de esa incomoda plática. Minato le da una suave patada por debajo de la mesa y Mikoto no responde, prefiere seguir leyendo y perdiendo el tiempo que interrumpirlos, quiere observar cada detalle de Minato.

Su compañera se acerca con sigilo, en cada oportunidad pregunta cualquier cosa para sentarse un poco más cerca hasta que llega el punto donde es inevitable no notarlo, ellos están sentados tan juntos que parecen repeler a Minato. Pero la chica no deja de ser amable, ella ayuda al menor y le explica incluso mejor de lo que Mikoto podría hacer, Minato sonríe, poco pero lo hace cada que ella lo mira.

Cuando la chica se levanta para ir al "tocador" cosa que a Mikoto le sonaba pésima escusa, Minato le da una fuerte patada que hace saltar un poco la mesa, por suerte no llega a doler tanto como debería porque Mikoto intuyéndolo huyó. El rostro del menor parece furioso pero el mayor conserva la calma y se encoge en hombros tratando de ocultar una sonrisa. Busca su mano sobre la mesa cuando siente que nadie los ve y las entrelaza con cariño ganándose más enojo por parte de Minato.

—¿Por qué no me dijiste que alguien vendría?- pregunta con rabia en su voz, nada comparado a lo dulce y suave que sonaba hace unos minutos. — Sabes que no me gusta.

—No pensé que te molestaría.- Pero esperaba a que lo hiciera o eso dice el rostro de Mikoto todo ese tiempo -ella me pidió ayuda así que no quise ser grosero y le dije que sí.

—¿entonces para que me hiciste venir?

Mikoto no responde, suelta con rapidez la mano de Minato cuando escucha a la chica llegar, pone sus ojos en el libro y sonríe porque realmente no le diría el porque. No es inocente, lo había hecho ir a la biblioteca por una razón que él consideraba muy buena, y lo demuestra cuando la chica llega y de inmediato se sienta a su lado.

Cuando es hora de irse los tres se despiden en la puerta de la biblioteca y toman distintos rumbos, incluso Minato y Mikoto. Cuando se asegura de que la chica esta lejos toma un pequeño atajo y corre con prisa divisando a su chico, lo toma por sorpresa y se le trepa abrazándolo con fuerza, no hay gente en la calle, los carros solo pasan con velocidad por lo que a Mikoto no le preocupa demasiado.

—¿Celos?- pregunta cuando nota que Minato ni siquiera lo aparta por qué intuye que lo necesitaba, solo gruñe y se detiene. El mayor sonríe y besa su mejilla con fuerza. —Estabas celoso ¿verdad?

—No.

Mikoto se ríe porque aquello es demasiado obvio. Ha logrado lo que quería y se siente feliz de ello, porque si Minato tiene celos significa que sin duda lo quiere.

—Estas celoso.

—¿Por qué debería de estarlo?

—No deberías, sabes que yo solo te quiero a ti. Pero... — Mikoto lo suelta para poder caminar tomados de la mano y avanza ignorando las quejas del menor. —Si dijeras que "eres de Chinoike Mikoto" podrías estar completamente seguro de eso y no tener celos... Si no lo haces quizás vuelva a llamar a...

—¿Himawari?—pregunta Minato cuando nota que Mikoto ni siquiera recuerda el nombre  —¿no sabes su nombre?

—Como sea, no es importante.

—Y por eso no estoy celoso.

Mikoto no sabe porque pero aquello le ha causado una sonrisa.

Lifelong Love  [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora