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Mikoto no podrá olvidar esa fecha, cubre los ojos de Minato despues de un largo viaje, autobús, tren, de nuevo autobús y despues caminar por lo menos treinta minutos, ni siquiera sabe cómo Minato ha aguantado tanto tiempo con los ojos vendados, llevan tres minutos desde que la venda se fue y Mikoto lo guía cubriendo sus ojos. El romanticismo cayó cuando tuvieron que irse en autobús, así que Mikoto se permite hacer bromas tontas mientras tiene a su lindo amigo a su merced.

- Me aburro.- Dice Minato cuando están a punto de llegar, Mikoto se ha cansado de decirle que sea paciente, pero él esta siendo consumido por el entusiasmo que sufre en esos momentos. -Es por esto que no quería decirte la fecha de mi cumpleaños.

Mikoto se ríe al recordar que tardó en obtener aquella información cuando eran apenas unos niños. Se acerca al oído derecho de su chico y deja un beso en su mejilla, ya han llegado y se ha detenido, pero no es momento de soltarlo.

-Es tu cumpleaños, es un día especial- le murmura con cariño.

-Es un día cualquiera.

-Para cualquier persona, pero tú no eres cualquiera.

Descubre los ojos de su chico y lo abraza, tan fuerte que ni siquiera puede inclinarse para ver la reacción de Minato.

Un prado siempre es precioso y tranquilo, el lugar perfecto para perderse un rato, pero hay algo más, algo que espera por Minato que Mikoto ni siquiera escondió dentro de una caja con papel para regalo, y eso es lo importante. Sonríe porque el silencio no parece ser malo, sabe cual es la razón por la que no se escucha ninguna palabra. Gira a Minato para verlo cara a cara y lo vuelve a abrazar, porque no quiere que su lindo chico se apene.

-Eres un idiota.- Le dice Minato con voz trémula. Mikoto asiente. -No... sabes que no me... ¿Por qué lo haces tan difícil?

Mikoto se encoge en hombros.

-Es solo para empezar.

-Nunca se empieza con una cámara profesional.

-Detalles más, detalles menos.

La planeación no es su fuerte, fue difícil encontrar un buen lugar natural para que Minato pudiera sacar buenas fotografías, y aun asi quedaba un recorrido que el menor no logró ver y que sin duda podría sacar provecho de regreso. Ese es el obsequio que planeó Mikoto sin ayuda, sin solo desembolsar la billetera, fue algo que planeó y que se esforzó en hacerlo, asi como Minato se esforzó en obsequiarle una barra de chocolate cuando niños y unos años después un anillo que jamás se aparta de su dedo.

Su chico cumple quince años, y es importante para él, porque siente que son los últimos años relativamente tranquilos que tendrán.

Lifelong Love  [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora