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- Te quedabas bajo el árbol siempre.

Minato ha abierto la puerta, tan lindo como siempre pero más triste, Mikoto se pregunta si él ha provocado eso, si es su culpa que su omega tenga aquellos ojos vidriosos o le tiemble el labio inferior, porque Mikoto lo observa con detalle para recordarlo, el anillo da vueltas en sus manos, tanto que siente que se le caerá en algún momento.

La voz de su chico es temblorosa, reconoce que tiene frio así que se acerca y lo abraza para darle algo de calor, porque detesta ver cómo trata de ocultar que tirita. Lo abraza con fuerza para protegerlo del helado viento y su mano aprieta el anillo con fuerza, hunde su rostro en el hombro de Minato y aspira la esencia que tanto le gusta y lo tranquiliza por razones que desconoce, pero en esta ocasión percibe tristeza, profunda tristeza y hace que el corazón de Mikoto duela.

—Lo recuerdo.—  responde por fin, Minato lo abraza dudando de lo que hace, pero Mikoto quiere que lo haga, que le corresponda el gesto con todo el cariño que pueda para sentirlo, para que ninguno de los dos muera de frio. —Si caías... yo te atraparía.

Aquel recuerdo de cuando eran niños llega a su mente como una flecha, sin detenerse, cruzando de manera fugaz para despues estamparse en algún lado, para clavarse y quedarse ahí.

-Una vez me caí.

Lo hizo, y tuvo que llevar la pierna izquierda enyesada por un tiempo, Mikoto suspira y se hunde más en el cuerpo de Minato.

—Yo no estaba ahí para atraparte.

Sería fácil solo parpadear y olvidar todo, solo escoger a la linda omega, seria fácil cuando ella es la persona más amable y linda del mundo, sería fácil por qué es algo que esperan sus padres y la sociedad en general, pero no lo es, Mikoto no puede estar lejos de su lindo omega, algo siempre lo llama y siente la necesidad de estar cerca de aquel a quien prometió proteger casi de forma instintiva, no puede deshacerse de quien ha admitido que le pertenece, porque Minato lo ha hecho y Minato ha dicho que le pertenece a Mikoto y él lo ha maltratado de la peor manera, se siente un niño consentido, un niño que no puede decidir entre dos cosas que quiere.

Eleva el muérdago y ni siquiera sabe porque lo hace con exactitud, solo lo hace colocándolo en alto y apartando a su omega para verlo.

Cuando unen sus labios hay algo que explota en el interior de Mikoto, como una bomba dentro de él que se extiende hasta cada parte de su cuerpo. Un beso salvaje y sin orden que ambos necesitan para reafirmar su lazo, para asegurarse de cualquier cosa que esten dudosos, un beso que se desvía y es tan caótico como armonioso.

En ese momento Mikoto esta apretando con tanta fuerza el anillo que llega a lastimarlo, pero no lo soltara, por nada del mundo, aun asi tengan que romper su mano para tenerlo.

Le gusta Memory, y ella es su primera ilusión, algo juvenil que vive y está en su punto más fuerte, que se elevó tan alto y ahora es más perfecto que nunca.

Pero Minato... Minato le pertenece, aun asi su amor este en el suelo o perdido le pertenece y no se podrá ir de entre sus manos ni aunque él mismo lo desee, debe hacerse responsable y aceptarlo, destrozarlo y curarlo, estar bajo el árbol para atraparlo cuando caiga.

-Destino.

Repite la voz que inunda sus sentidos y que en este momento grita en sus oidos, ahora es un susurro que escapa de sus labios y que su chico logra escuchar por la cercanía.

El muérdago cae y se aleja con el frio viento que ninguno siente.

Por qué el tiempo se detuvo para ambos.

Lifelong Love  [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora