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Si Minato quiere alejarse de Mikoto hace las cosas mal, lo sabe, y si quiere acercarse a otras personas es un completo caos, ahora tiene catorce y es difícil para él, su círculo de amigos solo consta de personas que viven cerca de él, a quienes no tiene que buscar porque los tiene a un lado. Pero, a Shiba lo tiene a media hora en autobús, su casa esta lejos pero es más cálida que la de Mikoto, la primera vez que fue una agradable señora le ofreció té, y Minato aceptó con gusto aquella vez, para la siguiente cuando regresó la señora tenía ese mismo té listo en una pequeña mesa en el gran patio trasero de la casa.

—  Té de lirios.— fue lo que le dijo Shiba cuando pregunto.

Una sonrisa a la que ya se acostumbraba se dibujo, Shiba siempre le sonreía al terminar una frase o cuando volteaba a verlo, lo hizo desde que lo conoció en el cumpleaños de Mikoto.

Shiba fue invitado a aquella tranquila fiesta, pero no se quedó, decidió irse porque no encajaba en aquel lugar, o eso fue lo que le dijo a Minato. La razón por la que se le acercó era simple; lo había visto entregar el regalo, y si pensó que podían encajar lo pensó bien, porque ninguno se sentía a gusto en ese lugar. Solo cuatro días y se sentía más tranquilo y relajado que en aquellos últimos meses.

- Suena a algo medicinal — Dice dejando la taza sobre el pequeño plato.

— Todo té es medicinal; té de lirios, té de llantén, té de lavanda, te quiero... - Minato lo observa con sorpresa, la pequeña pausa que se formó no ayuda. — Todo té es medicinal

Curiosamente hace una mueca tratando de no reír del mal chiste, pero el rostro entre avergonzado y comico de Shiba hace que colapse.

Esta seguro, de que si hubiera sido Mikoto le hubiera soltado un golpe.

Lifelong Love  [MikoMina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora